Partía como el gran favorito, como el candidato preferido por los militantes de base y por la cúpula federal del PSOE. Y ganó. José Miguel Pérez, presidente del Cabildo de Gran Canaria, venció en el congreso extraordinario del Partido Socialista de Canarias (PSC-PSOE) y se hizo con el testigo de Juan Fernando López Aguilar. Pero los números del cónclave hacen prever que su primera tarea será apaciguar el partido y cerrar las heridas, como él mismo admitió ayer, en su primer discurso formal como secretario general.

Pasaba la una de la madrugada del domingo cuando se conoció el escrutinio de la votación de los 246 delegados elegidos para el congreso. José Miguel Pérez había recibido 133 papeletas (54,28%), frente a los 112 votos (45,71%) que recabó Manuel Marcos Pérez, presidente del Grupo Socialista en el Parlamento del archipiélago. Así, se confirmaba el cierre de la era juanfernandista, caracterizada por un combate sin tregua con el PP y Coalición Canaria, los dos socios de gobierno. Al tiempo, ganaba el sector de Jerónimo Saavedra, el alcalde de Las Palmas, feroz detractor de la línea política de López Aguilar.

La distancia de 21 votos no sorprendió a la dirección federal del PSOE. Ni le asustó. Miembros de la cúpula recordaban que José Luis Rodríguez Zapatero ganó en 2000 por nueve votos a José Bono y que en 2008 Jorge Alarte derrotó al lermismo en el País Valenciano por 20 papeletas.

Ferraz se había implicado de lleno en el congreso. Durante toda la semana (y aún el sábado) había trabajado para que el senador Arcadio Díaz Tejera retirase su candidatura y se sumase a la lista de Manuel Marcos Pérez. Meta lograda: a la final llegaron dos aspirantes.

Ayer por la mañana se difundió la composición de la nueva ejecutiva. 36 hombres y 16 mujeres y sin apenas rastro del juanfernandismo, excepto la presidenta del PSC, Lola Padrón, y la secretaria de Educación, Rita Gómez. Los más cercanos al líder saliente, caso de Gloria Gutiérrez o Sandra Rodríguez, habían saltado de la lista. Llamó la atención la vuelta del ex portavoz parlamentario Francisco Hernández Spínola, que dimitió en 2008 por discrepancias con López Aguilar. En la poderosa secretaría de Organización, el recién elegido líder nombró a Julio Cruz. José Miguel Pérez no buscó una cúpula de integración, sino un equipo funcional.

Pero se le castigó: la ejecutiva salió elegida por 145 votos a favor (63,6%), 82 abstenciones (35,96%) y un nulo (0,44%). Algunos dirigentes expresaban en privado su 'frustración' por el perfil de la dirección 'algo gris', aunque preferían esperar al siguiente gesto de Pérez.

Pese al resultado, el PSC no se ha roto. 'Ha salido bien, ha salido bien', exclamó eufórico el nuevo líder. Pérez se comprometió a cerrar 'las heridas abiertas y tensiones no resueltas' en el partido, para lo que pidió a sus compañeros 'confianza y no siempre crítica'. Y algo más: que no dejen de 'decirle la verdad'. A cambio, no será 'complaciente' con CC: 'No encontrarán en mí tregua o blandenguerías, ni comprensión por su fracaso'.

'No ha sido un congreso fácil', asumió luego José Blanco. El número dos del PSOE recordó a sus compañeros canarios que 'se acabaron los debates [internos]': ahora toca 'ganar' en 2011, ampliar la mayoría de 2007.

Después del congreso // Una vez que había concluido el congreso extraordinario, un teletipo de la agencia Europa Press recordó que al menos tres miembros de la nueva ejecutiva de José Miguel Pérez están imputados en algún tribunal de Tenerife.

José Luis Delgado // El secretario de Transportes e Infraestructuras, José Luis Delgado, ya ejercía ese cargo con Juan Fernando López Aguilar. Es consejero en el Cabildo de Tenerife y está imputado en el caso Arona.

Ana Lupe Mora // Mora, secretaria de Sanidad y precisamente presidenta del congreso extraordinario del PSC, ha sido imputada en los tribunales tinerfeños como responsable de Urbanismo en el municipio de El Rosario. Se le acusa dentro del conocido como caso Varadero.

Juan José Dorta // Es vocal ejecutivo y ex alcalde de Icod de los Vinos, al norte de Tenerife. La jueza le imputa un presunto caso de prevaricación por un polígono industrial en una zona con suelo agrícola protegido.

Silencio de la ejecutiva // Público intentó contactar por la tarde con Pérez y con su mano derecha, Pepe Alcaraz. Fue imposible. Fuentes del PSC ratificaron después que la imputación existe, pero recordaron que son tajantes con la corrupción. “Como lo fuimos en Arrecife [Lanzarote]”. El PSC perdió la alcaldía después de que el PP pactara con dos corruptos confesos. 

No puede ocultarlo. Su cuerpo no le da más de sí. La última semana ha sido para José Miguel Pérez (Las Palmas, 1957), doctor en Historia por la Universidad de La Laguna, terriblemente intensa. Y la madrugada del domingo, larga, muy larga. Tenía que componer una ejecutiva, ahormar la nueva cara del PSC-PSOE.

1. Su dirección ha recibido un aval del 63%. ¿Lo juzga como un primer castigo?

Ha habido libertad de voto. Eso es lo más importante, y es un ejercicio poco frecuente en los partidos. He optado por un equipo de trabajo cercano, con gente de todas las islas.

2. ¿Su victoria supone una matización o corrección del ‘juanfernandismo’?

Siempre he dicho que CC y PP son una y la misma cosa. Las dos fuerzas incluso han renunciado a estar presentes en todas las islas para repartirse el poder. Llevo años combatiéndoles, luchando contra los que han convertido la democracia en un ejercicio clientelar. 3

3. ¿Renuncia a pactar con CC? Ahora tienen 26 escaños, a cinco de la mayoría.

Debemos ampliar nuestra mayoría. Y, en todo caso, aliarnos con fuerzas progresistas [como Nueva Canarias]. Se han acabado los bailes a tres. Pero no me corresponde descartar nada. El partido lo decidirá en su momento, como hizo Juan Fernando en 2007.

4. ¿Cuál es su primer reto?

Poner el partido al servicio de Canarias para frenar el desempleo [es del 26%]. Esta tierra está llena de oportunidades. Sabemos cómo aprovecharlas, con entusiasmo y con un optimismo realista.