El partido de Rosa Díez ha optado por un reconocido jurista como candidato a las elecciones europeas.

UPyD pone especial énfasis en la unidad de España. ¿Cómo encaja esta prioridad con unas elecciones europeas?

En los Estatutos de autonomía reformados se refuerza el papel de las comunidades autónomas en las relaciones con Europa en detrimento de las responsabilidades del propio Estado. Es justamente lo contrario que han hecho, por ejemplo, en Alemania. Allí se ha reforzado la presencia de la federación en las relaciones con Europa y se ha debilitado la de los Länder. Consideramos que el Estado tiene unos intereses generales que defender y no puede convertirse en un mero coordinador de intereses territoriales.

¿Es correcto el modelo de construcción de la UE?

Estamos a favor de que se vayan dando pequeños pasos en su construcción, como la aprobación del Tratado de Lisboa, que ahora mismo está en el aire. Por otro lado, la última ampliación se ha hecho, quizás, con una cierta precipitación porque hay muchas diferencias entre los países entrantes y los que ya estaban integrados. Lo más importante es poner límites a Europa. No tenemos un accidente geográfico que nos limite claramente y eso hace que se dispare la imaginación a la hora de articularla. Asimismo, abogamos por las negociaciones de la UE con Turquía, con vistas bien a la integración de Turquía en Europa o bien a otra fórmula de colaboración.

¿Cuáles serán las exigencias de su partido en el Europarlamento?

Principalmente las políticas de los servicios públicos. Hay demasiadas desigualdades entre los ciudadanos y esas políticas contribuirán a reforzar el papel social de la UE. Europa, como continente, tiene una tradición espléndida. Hay muchas injusticias, pero es el continente más justo. Pero ahora habría que cohesionar las políticas de servicios públicos a nivel continental.

¿Defenderán el papel de todas las lenguas españolas?

En Europa hay 27 estados y un montón de lenguas. El problema que plantean es que son muy caras porque es un auténtico disparate el presupuesto destinado a intérpretes y traductores. Yo creo que los españoles lo que tenemos que hacer ante las posibles corrientes tendentes a reducir el número de lenguas de contacto en el seno de la Unión, es defender el idioma español.

¿En ningún caso pedirán la oficialidad del euskera, el catalán o el gallego?

Una cosa es que determinados documentos se puedan traducir a idiomas minoritarios no oficiales y otra que se pueda hacer con la actividad ordinaria del Europarlamento. Los españoles de lo que tenemos que preocuparnos es del español.

¿Han pensado en qué grupo parlamentario se integrarían en el caso de obtener representación?

Estamos en contacto con varios partidos, entre ellos, Europa de los Valores, un grupo que nace en Bélgica y que ya tiene representantes en otros países.