Viernes de pánico en la bolsa española, que ha cerrado la semana con la mayor caída en lo que va de año y desde hace cinco meses y medio. El Ibex-35 se ha dejado un 3,58%, ha cedido 269,40 puntos, descendiendo hasta los 7.250,60 puntos, con lo que continúa en niveles de marzo de 2009.

Esta dura sesión se debe, según los analistas, a las dudas que han surgido entre los inversores sobre la situación de la banca española y la rigidez de los planes fiscales del Ejecutivo de Rajoy. Además, también han influido la desaceleración de la economía china, el empeoramiento del mercado de deuda y la bajada de las plazas internacionales.

En la peor semana desde la última de noviembre pasado, la bolsa española ha bajado el 5,35%, en tanto que las pérdidas anuales crecen hasta el 15,36%. Todos los grandes valores bajaron: BBVA, el 3,12 por ciento; Banco Santander, el 2,99 por ciento; Telefónica, el 2,97 por ciento; Iberdrola, el 2,82 por ciento, y Repsol, el 2,73 por ciento. La petrolera también se ha visto afectada por el conflicto diplómatico desatado entre España y Argentina tras el anuncio de ésta última de emprender la expropiación de la filial YPF.

Abengoa encabezó las pérdidas del IBEX con una caída del 6,01 por ciento, mientras que Bankinter bajó el 5,89 por ciento y FCC, el 5,21 por ciento. Cayeron entre el 4 y el 5 por ciento Sacyr, OHL, ArcelorMittal, Ferrovial, y Mapfre.

El Ibex-35 ha sido el indicador que mayores pérdidas ha sufrido del continente, sólo seguido de cerca por Milán, que retrocedió un 3,4%. El DAX 30 de Francfort perdió un 2,4% mientras que el FTSE-100 londinense cayó un 1,03%.

Tampoco ha salido bien parada en la jornada de hoy la prima de riesgo -el diferencial entre los bonos españoles a diez años y los bund alemanes- que ha llegado hata los 424 puntos básicos, tras sumar 21 puntos en la sesión.

El bono español a diez años ha repuntado hasta el 5,98% de interés, frente al 5,82% de ayer, mientras que la rentabilidad de los títulos alemanes han caído hasta el 1,74%, cinco centésimas menos que la víspera.

El mercado continúa afectado por las débiles previsiones económicas para Europa y a la espera de que el Banco Central Europeo (BCE) reactive el programa de compra de bonos españoles e italianos interrumpido hace cuatro semanas.