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César Dezfuli, fotógrafo ganador del World Press Photo: "Muchos de los migrantes que he retratado son ahora mis amigos"

El fotoperiodista César Dezfuli.
El fotoperiodista César Dezfuli. Cedida

César Dezfuli (Madrid, 1991) es un fotoperiodista freelance que lleva años retratando la realidad migratoria en las fronteras y en el interior de Europa. Hace unos días ganó uno de los prestigiosos premios World Press Photo para la región de Europa en la categoría "formato abierto".

Hace siete años, César Dezfuli subió a uno de los barcos de las ONG que rescatan migrantes en el Mediterráneo. Además de la cobertura clásica, decidió retratar a todas las personas rescatadas, con el mismo encuadre y el mismo recorte de mar al fondo. Fueron 118 retratos crudos, aún con la ropa sucia con la que se echaron al agua, con restos de sal en la cara y el desconcierto grabado en todas las miradas. El proyecto se tituló Passengers (Pasajeros), y tuvo un gran impacto internacional. Sus imágenes han sido expuestas en más de 20 países y contaron con el reconocimiento de premios como el Photograph of the Year, el Taylor Wessing en la categoría de retrato o los Sony World Photography.

Pero aquellos pasajeros han seguido girando en la rueda migratoria, ya dentro de las fronteras europeas, en un viaje que, en muchos casos, está muy lejos de acabar. Dezfuli ha intentado documentar los múltiples destinos —físicos, pero también emocionales— de todos ellos, y el confuso y muchas veces absurdo entramado legal que atraviesa a los extranjeros. El resultado —"una mínima parte", precisa el fotógrafo— pudo verse en grandes medios como Le Monde o, más recientemente, en De Volkskrant, cuya publicación, con ocho de aquellas historias, le ha valido el World Press Photo en la categoría "formato abierto".

El antes y el después de Amadou, uno de los migrantes retratados durante varios años por el fotógrafo César Dezfuli.
El antes y el después de Amadou, uno de los migrantes retratados durante varios años por el fotógrafo César Dezfuli. Cedida

¿Subiste al barco con este proyecto en la cabeza?

En absoluto. Jamás imaginé que iba a conseguir encontrar a toda esta gente. Sí tenía la intención de hacer un seguimiento de alguna persona concreta. El día que se hace el rescate yo no puedo hablar demasiado con ellos, me centré en hacer todos los retratos antes de que fueran trasladados a otro barco. Les pedí nombre, edad y país de origen. Después pude entrevistar a otras personas con más tiempo y les pido el contacto. Empecé otro proyecto dos meses después cuando encontré a uno de los Passengers, un chico gambiano, en una ciudad del norte de Italia. Es ahí donde durante un año y medio empiezo a visitar periódicamente a este chico para documentar el día a día en los centros de refugiados de Italia. En aquel momento estaban muy criminalizados, se decía que se regalaba el dinero a los migrantes y era importante contar lo que había realmente dentro. Es ahí cuando veo el potencial de esta nueva historia.

¿A cuántas de aquellas 188 personas has podido localizar ?

He localizado a 105 y he visitado a 75.

¿Qué se siente en estos reencuentros?  ¿Cómo los miras después de siete años?

Yo he aprendido mucho. Cuando miraba los retratos del rescate, veía personas anónimas, no conocía todas sus historias. Ahora, cuando miro esas imágenes otra vez, yo conozco exactamente de dónde vienen y quiénes son. Y cuando me reencuentro con ellos es muy bonito, porque yo les conozco en un momento crucial para sus vidas. Acaban de sobrevivir no solo al mar, sino a Libia, que es muy importante. Ellos llevan meses o años sufriendo barbaridades allí, han visto cómo asesinaban a sus amigos, han sufrido torturas, se han visto al borde de la muerte. Y ellos te lo cuentan, que era mejor morir en el mar que seguir estando así en Libia. Es lo que diferencia a esta ruta migratoria de otras.

Una imagen de Amadou en el mar, en un contexto muy diferente al del primer retrato de Dezfuli.
Una imagen de Amadou en el mar, en un contexto muy diferente al del primer retrato de Dezfuli. Cedida

¿Y ellos cómo te miran a ti?

Ellos me conectan con ese momento tan importante y me da una cercanía y un acceso a ellos que no tendría si voy a cualquier centro de refugiados de Europa. No hay ese choque o es miedo por su parte. Me ven como un amigo y muchos de ellos se han convertido en mis amigos

¿Se puede obtener un denominador común sobre ellos?

Se puede hacer un análisis genérico, pero es importante reivindicar que cada historia es única. Todos llegan a Italia, pero luego se reparten por todo el continente, y en Europa no existen unas políticas comunes de cara a la migración. Eso implica que dependiendo del país al que cada uno de ellos se dirija el proceso va a ser completamente diferente. Las políticas de integración son distintas y hay sociedades europeas más reacias a un migrante negro que a un migrante con otro color de piel. Hay implicaciones culturales y religiosas, cada uno de ellos tiene un nivel de estudios que le va a facilitar poder formarse más cuando llegan a esos países y acceder a unos puestos de trabajo determinados muy diferentes.

Cuentas entonces el paso de la frontera del mar a las fronteras invisibles que siguen cayendo sobre ellos.

"Me parece estúpido que los países europeos no acompañen a los migrantes en sus procesos de integración"

Tendemos muchas veces a centrarnos en las historias catastróficas porque consideramos que que es importante darles visibilidad. Pero después todos ellos tienen que entender y aprender las dinámicas de Europa, la burocracia, que necesitas un documento que te permita trabajar para poder ser un ciudadano de pleno derecho. Mi conclusión es que la gente se está buscando la vida y que ojalá el sistema se lo facilitarse más, pero incluso si el sistema no lo facilita van encontrando sus vías. Me parece muy estúpido desde el punto de vista de los Estados europeos que no se acompañe más a estas personas migrantes en su proceso de integración, porque la migración va a seguir existiendo, va a seguir habiendo personas que llegan. Facilitando los procesos será mejor para ellos y mejor para la sociedad que acoge. Es la única manera de luchar contra los prejuicios, tanto del salvador blanco como los de la extrema derecha.

Además de contraponer los retratos del rescate con los actuales, ¿cómo ha sido el proceso creativo para armar este puzle?

La primera serie de retratos sienta las bases del proyecto. Estamos en el mar y están siendo rescatados. Decido fotografiarlos individualmente para romper con esa idea de masa y centrarme en la identidad de esas personas. Quería, en aquel contexto de llegadas masivas, que un europeo abriese el periódico y no viese la imagen de una barca abarrotada de personas en el mar. Quería contar que eso estaba pasando, sí, pero que también podía mirarse a los ojos a una de esas personas o a varias y entender que eran personas, con historias y nombres. Puse la línea del mar a la altura de los ojos para reafirmar esa mirada y que interpelase al espectador.

"Muchos de ellos acaban en Europa por la inercia de las propias rutas migratorias, pero no pensaban venir aquí"

Cuando les hago ese segundo retrato intento que haya una reflexión. No necesariamente se está mejor solo por estar en Europa. Hay historias de gente a la que le ha ido bien, pero también otras que hoy siguen en situación de calle. Simplemente reflejo un contexto en el que ellos pueden elegir cómo ser, definir su identidad, su evolución en un contexto de tranquilidad y de paz. Y sobre todo incluyo una entrevista en la que profundizamos en los motivos por los que salieron, que le llevó a migrar. Y ahí descubro que la mitad nunca había pensado en venir a Europa cuando salieron de sus países, sino que llegan aquí por la inercia de las propias rutas migratorias. Y en las entrevistas pasamos por todos eso puntos que les han llevado hasta Europa.

Un fragmento del trabajo de Dezfuli en el que muestra los retratos de Diallo Boubakar y todos los países por los que pasó entre de llegar a Italia.
Un fragmento del trabajo de Dezfuli en el que muestra los retratos de Diallo Boubakar y todos los países por los que pasó antes de llegar a Italia, publicado por el diario alemán 'De Volkskrant'. César Dezfuli

Y siempre Libia como algo horrible e imborrable. ¿Cómo se retrata esa huella cuando no hay cicatrices físicas?

No he podido viajar a Libia, pero mi manera de contarlo es retratar esas marcas que ellos tienen en el cuerpo como consecuencia de los abusos que sufrieron allí. Estoy trabajando en ello ahora. Si no hay marcas es muy difícil fotográficamente y hay que recurrir a otros formatos que les permitan narrar su testimonio.

"Espero que haya un juicio sobre los crímenes contra los migrantes que se comentes en Libia"

Es importante incluso desde el punto de vista judicial que todo eso quede recopilado por si un día hay suerte y hay un proceso judicial sobre los crímenes contra la humanidad cometidos en Libia contra los migrantes. Espero que ese juicio se llegue a producir. Las historias sobre Libia las empiezo a escuchar en los centros de refugiados de Italia. Los migrantes solo hablaban de lo felices que estaban de haber salido de allí, muchos no podían ni dormir a causa de estos traumas. En 2017 presenté en el Parlamento Europeo los testimonios que había recopilado y otros recogidos por varias ONG para que se iniciara una investigación sobre estos crímenes. Pero se cerró poco después.

La ONU ha publicado recientemente un informe bastante crítico con la responsabilidad de las UE en estos crímenes.

Sí, la UE está facilitando las torturas. Los informes sobran. Es evidente lo que está ocurriendo y hay pruebas suficientes para dejar de financiar a los grupos libios y dejar de interactuar con ellos. Pero los intereses de Europa van por otro lado. Quieren estabilidad en ese país, sin que importe quién esté al cargo de esa estabilidad. Es triste porque las víctimas son personas en tierra de nadie y el conflicto está fuera del foco mediático. Los migrantes están en un lugar en el que nadie quiere pensar.

Tu proyecto reivindica la importancia de dedicarle mucho tiempo a la misma historia. No es habitual encontrar hoy este tipo de trabajos en los medios.

"Los medios deben empezar a diferenciarse de las redes mediante la profundización en trabajos de largo recorrido"

Sí, no es nada nuevo. El funcionamiento  de los medios de comunicación se basa en buscar una inmediatez constante. Pero se están aplicando normas de un mundo que ya no existe. Hay inmediatez constante en las redes sociales. Las personas pueden tener acceso a múltiples fuentes de información que en muchos casos no es veraz, pero que los medios tampoco consiguen desmentirlas y se caen en errores constantes, van perdiendo su credibilidad solo por el hecho de que no se profundiza en los temas. Creo que los medios deben empezar a diferenciarse mediante la profundización en trabajos de largo recorrido y que aporten mucho más contexto. Convertirse en espacios seguros a los que los ciudadanos puedan acudir para buscar reflexión y análisis.

El mensaje quizás sea más urgente para los medios nacionales. Eres otro de los fotógrafos españoles que gana grandes premios por trabajos que no se publican en España. 

Llevo sin publicar en España al menos desde 2018. Y es una cuestión básicamente económica. Con lo que se paga aquí por trabajos periodísticos no puedes vivir siendo freelance. Ese sueño de ser fotógrafo y hacer historias con mis ahorros e intentar venderlas a medios de comunicación españoles puede aguantar unos años, pero por muy idealizada que tenga la profesión, si el fotoperiodismo no es rentable, no es viable. Eso influye en la calidad de los trabajos y en que el potencial de grandes profesionales se tenga que ir fuera. Con años y esfuerzo he logrado crear una red de redacciones que creen en mí y en mi trabajo, pero me da mucha pena que no pueda trabajar con ninguna reacción local.

También sería necesario empezar a reconstruir la figura del editor gráfico en los medios, que se ha perdido. La imagen es la manera en la que nos relacionamos con la mayoría de las cosas. Sin un criterio profesional sobre las imágenes que se publican y cómo se publican se generan informaciones cojas que no van a llegar a los ciudadanos de la manera correcta y que van a desvirtuar muchas cuestiones fundamentales.

¿Crees que el proyecto de 'Passengers' tendrá algún punto final?

De momento, he construido una relación con sus protagonistas que no va a desaparecer. Ahora estoy empezando a buscar la organización para hacer un documental centrado en la vida de algunos de ellos en varios países distintos, con realidades distintas y orígenes distintos. La idea es abarcar la cuestión migratoria desde un punto de vista que se salga del mar, que salte las fronteras y que siga hablando de migración, pero desde un punto de vista en el que veamos a personas viviendo en Europa, con sus problemáticas cotidianas, que se hable de la migración, pero de manera indirecta. Pasar al formato audiovisual y poder verles directamente a ellos interactuar con su entorno y escucharles hablar. Ahí creo que cerraré con un ciclo del proyecto. Quién sabe, quizás dentro de unos años pueda ser interesante revisitar el proyecto para contar otras edades más avanzadas, si son o no parte definitivamente de nuestra realidad o si siguen aquí.

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