Público
Público

Las tumbas de niños indígenas canadienses, Fotografía del Año del World Press Photo 2022

El Premio a la Mejor Imagen del Año ha sido para la fotógrafa Amber Bracken por su 'Escuela residencial Kamloops'. Se trata de la primera fotografía que no incorpora personas en la misma.

07/04/2022 World Press Photo
Collage de las cuatro imágenes galardonadas en el World Press Photo 2022. World Press Photo

La Fundación World Press Photo ha presentado este jueves a los ganadores del concurso a las mejores fotografías e historias premiadas de este año. Durante este ciclo, las imágenes galardonadas han tratado los efectos de la colonización y la importancia de preservar la cultura indígena para "rendir homenaje al pasado mientras se habita en el presente y se mira hacia el futuro".

La primera 'Fotografía del Año' sin personas

El Premio a la Mejor Fotografía del Año ha tratado, por primera vez en los 67 años de la propia fundación, una fotografía sin personas en la misma. La autora de la fotografía premiada, la quinta mujer ganadora de los premios, y publicada en el diario The New York Times es Amber Bracken que homenajea a los niños que fallecieron en la Escuela Residencial India Kamloops en Columbia Británica, en Canadá.

El año pasado se hallaron los restos de 215 niños sin identificar en una fosa común dentro del colegio canadiense. La institución, posteriormente, reanudó su actividad para facilitar la integración de la población joven indígena.

La canadiense explicó sobre su obra que "la historia colonial no es una historia antigua" y añadió que se trata de una con la que los supervivientes "todavía están lidiando". Más de 150.000 niños pasaron por las puertas de las escuelas residencias y al menos 4.100 alumnos fallecieron en estas instituciones.

La presidenta del jurado, Rena Effendi, aclaró que el proyecto de Bracken es una imagen que "se graba en la memoria, inspira una especie de reacción sensorial, casi dejar escuchar escuchar la tranquilidad, un momento sereno de ajuste de cuentas global para la historia de la colonización, no solo en Canadá sino en todo el mundo".

Salvando bosques con fuego

El fotógrafo australiano Mathew Abott recibió el Premio a Mejor Reportaje Gráfico del Año por su fotografía Salvando bosques con fuego. El trabajo de Abott, publicado en National Geographic, reivindica una práctica tradicional de la cultura indígena al quemar los arbustos para salvar los bosques y controlar posibles incendios.

Abott señaló que su imagen remonta al 2008, cuando trabajaba en Arnhem Land y fue invitado para hacer una caminata con personas de la población indígena australiana. Durante esta experiencia conoció por primera vez la técnica del poblado y su manera de conservar su tierra. "La gente de Nawardekken está quemando estratégicamente sus tierras para evitar incendios forestales destructivos" y sostiene que "este proceso realmente" ayuda a "salvar el medio ambiente".

Esta técnica que controla el fuego, más conocida como cool burning, quema solo la maleza y elimina la acumulación del combustible que alimenta y provoca llamas de mayor volumen. La población práctica esta estrategia desde hace miles de años para proteger su tierra natal de 1,39 millones de hectáreas.

La degradación de la selva amazónica

El brasileño fotoperiodista Lalo de Almeida ha recibido el premio al Proyecto a Largo Plazo por su trabajo en Distopía amazónica. Las imágenes del brasileño denuncian el estado por el que se encuentra la selva amazónica debido a la deforestación, la minería, el desarrollo de infraestructuras y la explotación de otros recursos naturales.

El propio fotógrafo señaló que "no se puede separar las cuestiones ambientales y sociales como si fueran dos cosas diferentes" porque "la mayoría de los pueblos que tienen altos niveles de deforestación, tienen los niveles más altos de pobreza también", por lo que, "pobreza, violencia, degradación ambiental y deforestación" están completamente conectados.

Asimismo, la situación se agrava tras las políticas del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que suponen "una gran amenaza" para la selva amazónica. Este hábitat alberga más de 350 grupos indígenas que han sufrido los impactos sociales y se han visto obligados a lidiar con la degradación significativa del medio ambiente.

La sangre es una semilla

La fotoperiodista Isadora Romero, en una entrevista con Efe, denunció el riesgo de "pérdida de la memoria cultural". El trabajo de Romero ha recibido el premio al Formato Abierto sobre el esfuerzo del colectivo científico y las comunidades ancestrales para conservar la agrobiodiversidad en Ecuador.

La fotoperiodista destaca que la imagen busca mostrar "cómo estas dos comunidades se enfrentan al problema de maneras diferentes". Los científicos en la capital de Quito mantienen un banco de germoplasma con más de 28.000 accesiones para la generación de semillas fuertes sin modificaciones genéticas. Las comunidades han realizado esta labor durante generaciones.

Los cuatro ganadores obtendrán 1.000 euros en metálico y 5.000 euros adicionales como galardón por sus trabajos. Las imágenes de los premiados serán expuestas por todo el mundo.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias