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El muérdago, una planta navideña nociva para árboles y personas que abre una vía para tratar el cáncer

El vegetal, cuya extracción acarrea multas de hasta 100.000 euros y cuya utilidad en tratamientos médicos estudian varias universidades, parasita los bosques con la intensidad de una plaga y contiene un tóxico de efectos cardiovasculares.

Foto de archivo de una planta de muérdago.
Foto de archivo de una planta de muérdago. GEC (Gran Enciclopèdia Catalana)

"El muérdago siempre ha crecido en España, y en todo el Mediterráneo, y se ha utilizado como adorno, mientras que la tradición del acebo es más reciente: procede de los países del norte de Europa y nos ha ido llegando por influencia cultural, de un modo similar al de celebraciones como halloween, entre otras", explica Pablo Vargas, investigador del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) en el Real Jardín Botánico de Madrid.

El muérdago, una planta semiparásita que coloniza pinares, choperas, olivares, campos de frutales y bosques de robles y encinas, entre otras especies, mantiene algunos parecidos visuales con el acebo (ilex aquifolium).

Esas semejanzas se dan más en la variedad de muérdago que crece en Andalucía y en algunas áreas del sur de la península ibérica (viscum cruciatum), cuyos frutos, del tamaño de una canica, son de color rojo como los del acebo, aunque en el resto del país el muérdago da frutos blancos (viscum album).

Hay otras diferencias, además de la forma de la hoja, espinosa y oscura la del acebo y lisa y clara la del muérdago: la foratoxina que contiene el muérdago resulta tóxica para los seres humanos, en los que ralentiza el ritmo cardiaco y desploma la presión arterial.

Sin embargo, y pese a ese componente, se encuentra en fase de investigación la utilidad médica en los tratamientos contra el cáncer de otras sustancias presentes en la planta como la viscumina, "unas glicoproteínas que pueden inhibir la síntesis proteica, produciendo la muerte celular", según informa el Ministerio de Sanidad

"Tiene aplicaciones contra el cáncer"

"En la actualidad, y desaparecido el uso ganadero del muérdago, que se utilizaba en la alimentación animal, los principales usos del muérdago son el ornamental, si bien de escasa cuantía limitado a la época navideña, y el uso farmacéutico, donde tiene aplicaciones contra el cáncer, por ejemplo", señala el consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, en su respuesta a una pregunta parlamentaria de la diputada socialista Leticia Soria.

"Hay estudios de la utilidad del muérdago en el tratamiento en enfermedades oncológicas", según Sanidad

"Hay diversos estudios de la utilidad de los extractos de muérdago como tratamiento coadyuvante en ciertas enfermedades oncológicas", reseña la ficha de Sanidad, que destaca cómo otro de sus componentes, la lectina, genera "inhibición del crecimiento e inducción de la apoptosis [muerte celular] en varias líneas celulares de tumores pediátricos" y cómo sus derivados se utilizan "vía subcutánea como tratamiento coadyuvante a la quimioterapia o la radioterapia".

El Centro Oncológico Kimmel, de la universidad Johns Hopkins (EEUU) está trabajando en esa línea en busca de fármacos que mejoren el abordaje del cáncer y otros como el Hospital Universitario de Mujeres de Heidelberg (Alemania) ensayan su uso como complemento a la quimioterapia.

Ocurre algo similar con el tejo, un árbol, también venerado por los celtas y cuyas hojas resultan ser venenosas para el ser humano aunque, al mismo tiempo, de él se extrae el taxol, un inhibidor de la división celular que se aplica en la quimioterapia para reducir la velocidad de reproducción de las células cancerosas.

Los riesgos de ingerir una planta de venta prohibida 

Las hojas del muérdago, que los celtas ya consideraban una planta sanadora, se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional para elaborar hipotensores y vasodilatadores y sustancias diuréticas y también se emplea en la homeopatía y en algunas terapias alternativas.

Sanidad advierte que los frutos del muérdago son "particularmente peligrosos"

Sin embargo, su ingesta sin la supervisión de expertos entraña serios riesgos: "Toda la planta posee sustancias tóxicas, pero los frutos son particularmente peligrosos", y "se han descrito casos de intoxicación por la toma de grandes cantidades de té de muérdago", advierte Sanidad, que destaca cómo en fechas navideñas, en las que se usa como planta decorativa, "puede ocurrir la ingesta de los frutos por parte de niños, al confundirse [sus frutos] con granos de uva".

La intoxicación digestiva provoca "un cuadro de dolor abdominal, vómitos y diarrea, que puede ser sanguinolenta", y en algunos casos llega a causar hepatitis y, también, bradicardia, hipotensión, insuficiencia cardíaca, parestesias y motilidad (contracción) uterina.

Esa toxicidad es el motivo por el que su "venta al público, así como la de sus preparados, queda prohibida" desde hace casi dos décadas al tiempo que "su uso y comercialización se restringe a la elaboración de especialidades farmacéuticas, fórmulas magistrales, preparados oficinales, cepas homeopáticas y a la investigación".

"En la edad media había tradiciones vinculadas a la alquimia cuya validez no ha sido comprobada. Había una parte de imaginación, como la relacionada con la llamada teoría de signos, en la que las plantas se utilizaban para tratar órganos a cuya forma se asemejaban, y otra contrastada, de uso, que se entremezclaban", anota Vargas.

En ese ámbito, los colores dorados de las hojas y los blancos y rojos de los frutos del muérdago evocaban la prosperidad y la fortuna, mientras que, ya en una etapa moderna, a su carácter parasitario y a la forma de sus brotes se le han buscado asociaciones con los tumores.

Un parásito que solo los pájaros expanden

¿Por qué los botánicos califican como semiparásita para otras a esta planta? "El muérdago tiene clorofila, pero no vive solo de la fotosíntesis sino que también extrae nutrientes del árbol que parasita", explica Pablo Vargas.

Eso "lo va debilitando", añade, y en ocasiones puede llegar a causar la muerte del árbol en el que se aloja, aunque lo habitual es que huésped y parásito convivan. "Es más nociva la procesionaria", apunta.

Vargas: "Ni el viento ni ningún otro factor lo expanden. Solo lo hacen los pájaros"

¿Y cómo se expande hasta convertir su presencia en una plaga o algo parecido? Su único vector de expansión son los pájaros, que comen los frutos y que, al defecar las semillas, hacen que estas, pegajosas, se adhieran a las cortezas de los árboles para clavarse y buscar los vasos por los que circula la clorofila con la que se alimentarán para crecer.

"Ni el viento ni ningún otro factor lo expanden. Solo lo hacen los pájaros", señala el investigador en botánica, que anota que "el muérdago se extrae, pero, al contrario que el acebo, no se puede cultivar. O resulta muy difícil hacerlo".

"La amenaza biótica más preocupante en los bosques"

En cualquier caso, y mientras su extracción está prohibida y acarrea sanciones de 1.000 a 100.000 euros aunque en algunas comunidades se permite recoger las ramas que se desprenden del árbol que las hospeda, su expansión se está convirtiendo en un serio problema en los bosques de varias zonas del España.

Su extracción está prohibida y acarrea sanciones de 1.000 a 100.000 euros

"En las últimas dos décadas ha habido un incremento en el número de municipios con presencia de muérdago, convirtiéndose esta expansión en la amenaza biótica más preocupante de los bosques de Teruel", señala un documento del Proyecto Fite Druida que desarrolla el CITA (Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón).

La presencia del muérdago en los bosques ha activado las alarmas en otras comunidades como Cantabria, Catalunya, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León o País Valencià, algo que su expansión por algunos frutales como los manzanos ha provocado también en Euskadi.

Sin embargo, su abordaje entraña algunas particularidades: "Dada la fisiología y morfología del muérdago, no existen productos fitosanitarios que causen su muerte sin causar la de la planta hospedante u otras presentes en el ecosistema, no siendo por tanto posible la lucha química contra él", indica el consejero aragonés de Medio Ambiente.

Extraer la goma para fabricar bioplásticos

Blasco aboga por dos tipos de tratamiento: los selvícolas "dirigidos a los hospedantes para intentar, por una parte, limitar su expansión, y por otra disminuir su afección en las zonas en que ya está instalado"; y, también, favorecer "la presencia de especies de matorral en los montes cuyos frutos sirvan de alimento a las aves dispersoras del muérdago, de forma que este tenga menor importancia en su dieta y sea por tanto menos frecuentado por ellas".

El documento del CITA recuerda que este vegetal "es autóctono de los pinares de Teruel, por lo que su presencia es habitual. Sin embargo, en la actualidad se considera una amenaza por su expansión", ya que "una excesiva infección por muérdago tiende a debilitar al árbol huésped que puede pasar a un estado más vulnerable frente a sequías intensas u otras amenazas".

El proyecto, bautizado así en referencia a los druidas celtas, únicos encargados de su cosecha al tratarse de una planta sagrada para esa cultura, pretende "obtener un aprovechamiento a partir del muérdago extraído en intervenciones silvícolas" para "generar un valor añadido en los montes infectados".

Este vendría, si los números salen, de la "obtención de compuestos para bioplásticos", de manera similar a cómo décadas atrás se obtenía de él la liga o goma con la que, en una práctica hoy prohibida, se cazaban pájaros.

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