Los robots de reparto a domicilio se han puesto en marcha por primera vez en España. Lo han hecho en el municipio madrileño de Alcobendas, de la mano de la empresa Goggo Network, el Ayuntamiento y las empresas Día y Telepizza. Mientras tanto, el Ministerio de Trabajo continúa batallando para que se cumpla la 'ley rider' y los derechos de los repartidores humanos.

Robots autónomos y eléctricos, con cuatro ruedas, un amplio depósito, capaces de cruzar hasta semáforos, y, que además, no pueden dar ningún tipo de problema con cuestiones humanas como los horarios, los contratos, las pagas o los días libres.

Los androides se encuentran todavía en fase de pruebas. El nuevo sistema de reparto se activa cuando el cliente comunica su pedido directamente a través de las aplicaciones o las páginas web de las empresas colaboradoras.

Todavía se necesitan personas para tareas como cargar el robot cuando se realiza el pedido y escribir las coordenadas para que el androide se ponga en marcha hacia la misma puerta de destino. También para supervisar su trayecto, ya que necesitan ayuda con ciertos obstáculos como pasos de peatones.

La tecnología de mapeo de los robots les permite superar obstáculos y llegar a su destino. A una velocidad máxima de 5 kilómetros por hora y con una autonomía de entre 5 y 12 horas de duración, el robot es capaz de volver al centro logístico para sustituir sus baterías.

Ante la gran duda de si es posible que alguien robe un robot. Su peso de entre 60 y 100 kilos, su compartimento interior estanco y su sistema de geolocalización ponen la tarea de levantarlo y llevárselo muy complicada.

Las empresas implicadas ya disponen de cinco robots listos para funcionar y seis personas encargadas de su funcionamiento. La idea es ampliar su número e incluir vehículos autónomos en la ecuación. Telepizza ha explicado que solo va a contar con un robot para momentos puntuales y complementará la labor de los repartidores en horarios de mayor demanda

La inversión en estos robots no ha sido revelada, aunque los responsables del proyecto han contado, según aseguran, con el apoyo económico y logístico del Ayuntamiento de Alcobendas.

"La inversión en estos servicios es muy alta", ha declarado el vicepresidente de tecnología de Goggo Network, Eduardo Uriarte, aunque ha destacado que "la inversión más alta que hay es el trabajo con ayuntamientos y los diferentes reguladores para poder llevarlo a cabo".