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"Ahora son los españoles los que van a Ecuador huyendo de la crisis"

La embajadora de Ecuador en España, Aminta Buenaño, habla de las características de la emigración ecuatoriana y la crisis económica

LUIS GIMÉNEZ SAN MIGUEL

Aminta Buenaño ha sido desde diciembre de 2011 la embajadora de Ecuador en España, cargo que dejará este mes por orden del presidente Rafael Correa. Ahora, irá 'a donde necesite el Gobierno'. Escritora, periodista y docente universitaria, se define como 'la embajadora de la crisis'. Con casi medio millón de ecuatorianos residiendo actualmente en España, estando el 60% de ellos en paro y miles de ellos sin poder asumir el pago de la hipoteca, a ella le ha tocado hacerse cargo de prestarles unas ayudas que España no garantiza para sus propios ciudadanos: mediar con los entidades bancarias en la negociación o asesoráis jurídicas gratuitas en colaboración con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.

¿Cuáles son los principales problemas que afrontan los migrantes ecuatorianos en la España de la crisis económica?

He encontrado emigrantes que habían sido antes agentes de inversión económica para Ecuador con sus remesas, enviando mensualmente una gran parte de su salario para mantener a sus familias. Ahora han perdido el empleo y son sujetos que reciben ayuda de Ecuador para poder sobrevivir. Ha habido un cambio: antes enviaban y ahora tienen que recibir. Frente al desempleo, los ecuatorianos están respondiendo de tres formas: yéndose a un país con una mejor situación económica, como Alemania o Estados Unidos; enfrentando la crisis con audacia e imaginación, como trabajadores autónomos y emprendedores, y la otra es retornado a Ecuador.

Otro problema es el del acceso gratuito a la salud. La gran mayoría de ecuatorianos han venido a España legalmente, con trabajo. Pero al quedarse desempleados les viene lo que se denomina 'irregularidad sobrevenida', los que se convierten en desempleados en contra de su voluntad. Y ahí pierden la cartilla sanitaria y otros derechos. Este es un gran problema al que se enfrentan y al que hemos respondido desde la Embajada, haciendo una nota verbal y presentando un convenio para que los desempleados pudieran acudir a la Sanidad pública. Pero España aún no nos ha respondido.

¿Es España un buen país de acogida para los ecuatorianos?

No es fácil venir a 9.000 kilómetros a fajarse la vida, sin colchón familiar y sin amigos. Esto es una cuestión de héroes, que consiguieron hacer frente a la situación y enviar una gran cantidad de remesas para Ecuador.

'España aplica las mismas recetas económicas que aplicó Ecuador en la crisis de final de los 90 y que ahora hemos abandonado'

El pueblo español ha sido quien les ha acogido y no hay más que agradecimiento hacia él. El ciudadano ecuatoriano es honrado y muy trabajador, no se ha encontrado con mayores tensiones dentro de España. Habla el mismo idioma, tiene la misma religión y se integra más rápidamente en la comunidad. La acogida ha sido buena salvo casos muy puntuales, que nunca faltan, de racismo y xenofobia. Muchos tienen ya la doble nacionalidad y no quieren irse, quieren enfrentar la crisis junto al pueblo español, se sienten uno más.

Este es un país que tiene muchos países y que ahora está viviendo una situación difícil y compleja. No solamente se quiere a España en la bonanza, también en la escasez. Igual que a una persona.

¿Qué similitudes hay entre la crisis española actual y la que vivió Ecuador a final de los 90?

España está viviendo un duro momento. Pero creo que van a venir tiempos mejores, pues todas las crisis son transitorias. Nosotros, en 1999 y 2000, vivimos una crisis terrible, tuvimos un gran fraude bancario en el que se metió la mano en el bolsillo a millones de ecuatorianos. Ecuador envió dos millones de ciudadanos a la diáspora.

El Gobierno español está siguiendo las mismas recetas de instituciones internacionales que aplicó Ecuador entonces y que ahora hemos abandonado. En cualquier caso, cada país soberano y su gobierno toma sus propias decisiones y a mí no me compete, como embajadora, opinar sobre ello.

Ahora son muchos los españoles que se están yendo a trabajar a Ecuador.

Antes los ecuatorianos venían a España escapando de la crisis y ahora muchos españoles se van allí por la misma razón. No hay un número oficial, pero según los últimos datos del INE en 2012 había 13.000 españoles en Ecuador, en 2013 son 21.000, casi el doble.

Sin duda se debe a la bonanza económica por la que atraviesa su país.

En la actualidad tenemos una economía estable. Lo mismo ocurre con la política gracias a la reelección del presidente Rafael Correa. Ecuador es ahora un país mucho más equitativo al tiempo que garantizamos la inversión extranjera. Era un país muy desigual y en estos años ha sacado de la pobreza a más de un millón de ecuatorianos, según datos de la CEPAL, gracias a las políticas redistributivas. El nuestro es un Gobierno de izquierda que busca la igualdad, que cambió el país con la nueva Constitución, que coloca los derechos humanos por encima del capital. De ahí que desde la embajada nos volquemos en defender a los afectados por las hipotecas en España.

Como país, queremos dejar de ser un exportador primario para ser una sociedad del conocimiento, esa es nuestra meta. Hemos aprobado una Ley de Educación Superior que prima la excelencia, que sólo se queden las mejores universidades. En ese sentido, el Gobierno cerró 14 universidades que no estaban cumpliendo las premisas que se requerían. Todos los profesores a tiempo completo deben ser doctores. Y, con el Plan Prometeo, buscamos atraer a los mejores del mundo. Además, tenemos un plan de becas a través del cual el Gobierno le paga toda la carrera y da dinero a los jóvenes que tengan capacidad y que sean admitidos en las mejores universidades del mundo.

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