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La 'Gürtel' preparó un negocio para un un miembro del grupo de Tamayo

La red guardaba copia de un contrato de venta de acciones a Dionisio Ramos, a quien el escolta del tránsfuga señaló como quien le encargó proteger al diputado

ALICIA GUTIÉRREZ

Un documento hallado por la Policía en los ordenadores de Luis de Miguel, imputado en el sumario Gürtel como uno de los presuntos blanqueadores de la trama, amenaza con dar una vuelta de tuerca al caso. Porque el documento, datado en 2002, es la copia informática de un contrato de venta de acciones de una sociedad del grupo de Correa, Gestión y Equipamientos Deportivos SL, creada según la propia trama para hacer negocios con la Universidad Complutense. Y quien figura como comprador es Dionisio Ramos, el exgerente de esta universidad a quien el escolta de Eduardo Tamayo señaló ante un juez en 2005 como persona vinculada al encargo que recibió para proteger al diputado tránsfuga tras el tamayazo, el golpe que el 10 de junio de 2003 impidió al PSOE gobernar la Comunidad de Madrid y abrió la puerta de la victoria a Esperanza Aguirre.

El agente de seguridad privada que protegió a Tamayo, José Antonio Expósito, se retractó de su versión judicial sobre el papel de Dionisio Ramos tras ser contratado por Intereconomía, informó entonces la cadena SER. Según Ramos, cambió su relato por otro motivo: 'Porque provoqué un careo'. Expósito fue condenado en 2010 por fingir que era agente del CNI.

El exgerente de la Complutense niega tajante que el contrato sea real

Público localizó a Ramos a través de una empresa donde comparte cargo de administrador con la esposa de José Luis Balbás, jefe de filas de Tamayo en la corriente socialista Renovadores por la Base hasta la fulminante expulsión de ambos. El ex alto cargo del PP fue secretario general de Educación en Madrid y de la Complutense negó rotundo la existencia de ese contrato, anunció acciones legales contra este diario y remachó que Gestión y Equipamientos Deportivos jamás trabajó para la universidad mientras él fue gerente. 'Ya demandé a una periodista de El País y eso se va a repetir', espetó en referencia a cómo actuó después de que el citado rotativo informase en 2006 sobre la caja B con que la Complutense hizo pagos opacos durante la etapa de Ramos, gerente hasta 2003. Fuentes de la universidad madrileña confirmaron el viernes la existencia de ese 'fondo de reptiles', así como que el escolta Expósito cobró de la universidad días después del tamayazo. Y corroboraron que el caso, denunciado por el Rectorado, continúa en manos de un juez.

Integrado por tres folios, el contrato de venta de acciones a Dionisio Ramos consta incorporado al sumario Gürtel junto con los restantes archivos informáticos incautados en el despacho de De Miguel. Fechado el 8 de mayo de 2002, su contenido refleja cómo Spinaker 2000, empresa largamente investigada por el juez Antonio Pedreira, declara haber vendido al entonces gerente universitario 1.800 de sus 5.990 participaciones en Gestión y Equipamientos Deportivos SL. El precio, 1.800 euros.

Vehículo de pagos ilegales

La sociedad de la que habla el documento buscaba contratos con la universidad

Un informe policial del sumario Gürtel presenta a Spinaker 2000 como una de las sociedades que, con estructura de muñeca rusa sus títulos pertenecían a una compañía radicada en un paraíso fiscal utilizó la trama para canalizar pagos ilegales a varios dirigentes del PP. El informe cita como supuestos receptores al exdiputado Jesús Merino, el exsecretario de acción electoral y exalcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda, el eurodiputado Gerardo Galeote y el extesorero Luis Bárcenas, todos ellos salvo Galeote ya imputados. Bárcenas y Merino niegan todo vínculo con Spinaker.

La venta de participaciones a Dionisio Ramos quedó fechada 20 días después de la constitución de Gestión y Equipamientos Deportivos, cuya titularidad real pertenecía a la trama. Así lo reconoce el propio Luis de Miguel en un escrito recibido por el juez Pedreira. 'La sociedad dice ahí el abogado de De Miguel fue constituida pensando en que sería utilizada por el grupo empresarial del Sr. Correa. Por ello, se confirieron poderes a Pablo Crespo Sabarís', considerado el número dos de la red corrupta. En ese mismo texto, el defensor de De Miguel reconoce que también Spinaker fue creada a petición de Correa.

A lo largo de dos conversaciones, el exgerente universitario negó con reiteración haber hecho ningún negocio con Luis de Miguel, a quien dijo no conocer, o con cualquier otro miembro de la red Gürtel. Y anunció 'una querella o una demanda' contra este diario en el momento mismo en que se ligara su nombre a la trama corrupta. Público le ofreció enviarle una copia del contrato para que pudiese estudiarlo y comprobar que la foliación lo identifica como un documento sumarial. En la primera llamada telefónica, el exgerente accedió a recibirlo mediante fax o correo electrónico. Una hora más tarde había cambiado de opinión: ya no estaba interesado en ver los papeles.

Ante la insistencia del diario en saber si, a su juicio, la única explicación posible es entonces la de que alguien hubiese suplantado su identidad, Ramos terminó por responder así: 'Yo no le digo nada. No tengo ni idea de si han suplantado mi personalidad o de si se lo ha inventado usted [el contrato]'.

Con este, son ya dos los nexos entre la Gürtel y el grupo de Tamayo que destapa el sumario. El primero se relaciona con una anotación en la agenda de Pablo Crespo, quien en el otoño de 2005 escribió un apunte sobre la creación de un nuevo partido valenciano destinado a debilitar a los socialistas. El apunte se hizo en las mismas fechas en que irrumpió el Partido Social Demócrata (PSD), que nació con el objetivo confeso de atrapar votos del PSPV y cuya sede oficial coincide con la del despacho de José Luis Balbás. Ramos participa en numerosas sociedades inmobiliarias y de servicios 27, según sus datos, en parte de las cuales comparte gestión con ejecutivos ligados a Balbás.

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