Está claro que Risto Mejide, guste o no guste, es televisivamente rentable. El publicista/jurado/tertuliano/presentador es la nueva gallina de los huevos de oro de Telecinco, y ya han empezado a explotarla. 

Tras su espantada de OT, donde se hizo famoso a base de machacar a los concursantes y pelearse con todo el equipo, Telecinco ha pensado que en vez de acongojar a chavales de 18 años, la ira de Mejide puede redirigirse hacia personajes públicos, que ya están más acostumbrados a las críticas y, además, no lloran.

Y parece que han acertado, porque en el primer día de G-20, El grupo al que a nadie le gustaría pertenecer , el nuevo programa hecho sólo por y para Risto, ya han alcanzado la mejor cuota de pantalla. Este ranking show (así lo llaman) ha logrado en su estreno un 21.9% de share, la máxima del día por cadenas. Por si eso fuera poco, el minuto más visto del día también lo protagonizó el último producto de Vasile, a las 22:12 horas, con 3.765.000 telespectadores y el 24.9% de cuota de pantalla.

¿Calidad o morbo? Esa es la duda. ¿La gente le escucha porque cree que tiene razón, o por el simple hecho de ver a alguien que no se corta a al hora de atacar a lo que sea o a quien sea? Lo cierto es que da igual, la razón es lo de menos en televisión, lo importante es que la vean, y en eso, Telecinco parece haber acertado. 

El programa arrancó ayer con una lista encabezada por el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, al que le seguía la también socialista Leyre Pajín. El presidente Zapatero apareció en sexto lugar, tras la periodista Lidia Lozano, el senador del PNV Iñaki Anasagasti y Fernando Alonso.