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ETA utilizó amonitol para matar a Puelles, un nuevo explosivo

Tiene gran poder destructivo y la banda lo ha utilizado en los últimos atentados

EFE

La bomba-lapa con la que ETA asesinó el pasado viernes al inspector de la Policía Nacional Eduardo Antonio Puelles estaba compuesta por amonitol, un nuevo explosivo de gran poder destructivo que ETA ha utilizado en los últimos atentados.

Así lo han indicado fuentes de la investigación, que han precisado que la bomba contenía unos dos kilos de explosivo, compuesto por nitrato amónico, polvo de aluminio y nitrometano, y habría sido colocada en la parte trasera del vehículo, bajo el deposito de gasolina, para causar el mayor daño posible.

Las fuerzas de seguridad tienen la certeza de que el nitrometano, que tiene un 'efecto multiplicador' en los artefactos explosivos, procede del robo que ETA cometió en octubre de 2007 en Francia.

Los investigadores creen que el explosivo fue traído desde Francia por un 'liberado' -a sueldo de la banda-, que podría incluso haber 'montado' la bomba en Vizcaya y luego haberla colocado directamente en el coche del agente, o habérselo entregado a un grupo de 'legales' -no fichados- para que se encargaran de hacerlo.

Las primeras investigaciones, según señalaron otras fuentes de la lucha antiterrorista, relacionan este atentado con otros tres con explosivos cometidos en los últimos dos años por ETA en Bilbao, dos de ellos en el barrio de La Peña y el otro en Zorroza.

Uno de ellos tuvo lugar el 9 de octubre de 2007, cuando resultó herido de gravedad el escolta Gabriel Ginés, al estallarle la bomba lapa que ETA había colocado en la parte trasera de su coche profesional, aparcado en el barrio de La Peña.

En aquella ocasión, el artefacto estaba compuesto por un kilo de amonal y fue colocado cerca del depósito de gasolina con un mecanismo de péndulo para que explotase al ponerse el automóvil en movimiento.

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