En su mesa de trabajo rebosan los recortes de prensa de columnistas de diarios conservadores contra la asignatura. Junto a ellos, las cartas que envió como respuesta y que no fueron publicadas ni respondidas. Juan José Abad, un profesor jubilado de 66 años, ha escrito manuales de Filosofía, Ética y Educación para la Ciudadanía publicados por la editorial McGraw-Hill.

¿Qué le parece el fallo de del Tribunal Supremo?

Confirma que los decretos del BOE que desarrollan la asignatura son inocuos. Siento una gran alegría y pienso sacar un libro con las guarradas que han hecho algunos, como comparar la asignatura al espíritu nacional franquista.

¿Qué conceptos deben aprender los alumnos?

La igualdad y la dignidad de todo ser humano, democracia, pluralidad, tolerancia, el significado histórico de los Derechos Humanos, el rechazo a la discriminación, la conciencia de que la mitad de la población mundial vive en la penuria... El contenido humanístico y humanizador es inagotable.

¿Por qué deben enseñarse estas cosas en clase?

Es importante y punto. Hace muchos años, Gregorio Peces Barba dijo que era necesario convencerse de que la Ética importaba más que las Matemáticas. Con esta asignatura ocurre lo mismo. Es importante ser un buen ciudadano.

¿Por qué se han opuesto los padres católicos?

Sus quejas no pueden ser más extravagantes. No hay que dramatizar con la materia. La Iglesia ha sido y es la gran adoctrinadora. El Gobierno actual, aunque quisiera, no puede adoctrinar, como pasa en cualquier democracia.

¿Están los temas de la asignatura demasiado pegados a la actualidad?

Son lo que son, temas de nuestro tiempo. Algunas personas han sido educadas para andar con la cabeza hacia atrás. Intentan que todo el mundo nos traguemos sus dogmas y misterios. Y otros, molestos con su paso a la oposición, emplean todos sus recursos para pintar el cielo de gris y hacer creer que con Zapatero y sus muchachos llegó la noche tenebrosa.

El PP pide que se enseñe de forma transversal...

Algunos contenidos se encuentran en distintas materias, pero es evidente que las perspectivas son diferentes. En Historia, al analizar la llegada de las libertades deberá hacerse hincapié, por ejemplo, en el enfrentamiento entre los liberales europeos y la Santa Alianza. La Historia puede coincidir con Ciudadanía en poner de relieve las luchas de los revolucionarios del siglo XIX por la justicia social y la sangre que costó conseguir la libertad sindical, de conciencia, de prensa...

Sobre todo hablan del reconocimiento a la familia homosexual...

No tengo nada que ver con el colectivo homosexual, pero ahora se podrá enseñar que esta gente ha luchado, y mucho, por sus derechos.