Eleuterio Sánchez "El Lute" ha criticado hoy la Ley Integral contra la Violencia de Género por considerar que se promulgó de manera precipitada y que no respeta el principio básico de la presunción de inocencia.

"El Lute" ha hecho estas afirmaciones en Villanueva de la Serena, localidad que ha visitado para ofrecer diversas charlas en los institutos, así como una conferencia en la Casa de Cultura.

En una comparecencia ante los medios de comunicación, Eleuterio Sánchez se ha referido a la denuncia judicial interpuesta por su ex pareja y de la que ha sido absuelto tras dos años de lucha judicial.

Ha calificado estos dos últimos años como "los más difíciles de mi vida, puesto que aunque pasé 18 años en los penales en la época franquista, lo que he sufrido recientemente quizá lo tengo más cercano en el tiempo".

Según "El Lute", en los dos últimos años "he pasado de héroe a villano, se me impuso la ley del silencio, me arrancaron de mi mundo por la aplicación de la Ley de Violencia de Género, que en sus medidas provisionales es absolutamente injusta".

A juicio de este ex delincuente y abogado, esta ley "tiene una serie de defectos que son producto de la precipitación y del aspecto expeditivo con el que se aprobó".

Eleuterio Sánchez ha señalado que es el primero en condenar la violencia de género, porque "la muerte a manos de otro igual es algo que la sociedad no debe permitir".

No obstante, ha matizado, aunque la ley es bien intencionada en muchos casos, en otros casos sirve para salvar la renta vitalicia mediante una denuncia verdadera o falsa; es decir, "siendo una ley certera en muchos casos, en otros es un robo nacional, una estafa nacional".

A su juicio, es una ley "terrible" en la aplicación de las medidas provisionales, ya que "he estado condenado durante dos años y transcurrido ese periodo se ha visto que era una denuncia falsa y el propio juez dice que no se respetó mi presunción de inocencia".

Según "El Lute", su caso se ha producido en un contexto en el que los medios de comunicación "están instalados en lo políticamente correcto y a la gente le acaba importando más que yo sea un maltratador que una buena persona".