Gaspar Llamazares lo ha repetido alto y claro para quien le quiera escuchar –especialmente, si ese alguien es José Luis Rodríguez Zapatero– que IU está dispuesta a formar parte del Ejecutivo. Pero cuando el coordinador paladea esa idea con gusto sigue causando atracción. Porque siempre se traducen en aviso y matiz.

Hasta ahora, Llamazares había hablado de entrar “en el área de Gobierno”. Ayer tocó una tecla más concreta, la de ministros, en plural. Y lo hizo ante un auditorio menos trillado –chaquetas y corbatas, white collars de Izquierda Unida y ejecutivos– en el desayuno del Fórum Europa en el lujoso hotel Ritz de Madrid.

“La decisión [de entrar en el Ejecutivo] no está en manos de Zapatero, sino de los ciudadanos. Ellos pueden darle la llave a CiU y [Josep Antoni] Duran Lleida, una llave clerical y conservadora, o dársela a IU”, esgrimió Llamazares. “Negociaremos nuestro programa y según el grado de compromiso, así será nuestro grado de participación en la gestión. Pero no tenemos estigmas. Si hay contenidos de cambio, puede haber ministros y ministras de IU, no hay dificultades”.

El líder de IU se sacude siempre las cábalas. Podría ser él el ministro, sí, pero desde la coalición se insiste en que no es la primera opción, que hay “banquillo”. Y en el punto de mira está bien situada Rosa Aguilar, la alcaldesa de Córdoba.

Reforma de la Junta Electoral

Una de las condiciones que IU planteará a Zapatero –y ésta sí es sine qua non– es la reforma de la ley electoral. “La lucha de IU es la lucha por el pluralismo político de este país, que sufre un ataque sin precedentes”. Bastante encendido está Llamazares con la “liga amañada” que juegan, sin contar con él, el presidente y Rajoy.

Eso se traduce en “pérdida de la vitalidad democrática”. La indignación ha subido enteros con la última encuesta del CIS. “No sé si el PSOE orienta las encuestas. Pero se hace aparecer un empate técnico cuando hay una mayoría del PSOE, que pretende dramatizar para llegar a una mayoría absoluta. Que la gente vote lo que quiera, pero el voto más útil para un cambio de izquierdas es IU”.

Empeoran la cosa los debates, por los que ha pataleado ante la Junta Electoral Central. Fue más allá. Llamazares apostó por su reforma. “No puede ser un órgano voluntario al que un miembro del Tribunal Supremo va porque le gusta. Debe tener criterios de pluralismo e independencia que hoy brillan por su ausencia”. El coordinador grita. Él juega el partido pese a la “mordaza” que le quiere dejar en el banquillo.

El candidato de ICV-EUiA por Barcelona, Joan Herrera, propuso ayer destinar 2.000 millones de euros al año en la rehabilitación energética de edificios. Según Herrera, ese dinero serviría para convertir en sostenibles medio millón de viviendas al año. La rehabilitación consistiría en incorporar las energías renovables a los edificios, sobre todo placas solares, e instalar buenos aislamientos para reducir el consumo tanto en calefacción como en aire acondicionado.

El cabeza de cartel ecosocialista hizo esta propuesta en la sede de la Cámara de Comercio ante un público formado mayoritariamente por empresarios. Herrera les exigió un “compromiso” empresarial para afrontar el cambio climático “porque lo que está en juego no es sólo la calidad del medio ambiente, sino el futuro del desarrollo económico y el bienestar de la población”.

Joan Herrera defendió un cambio de prioridades en el modelo de inversiones en infraestructuras, apostando por ejemplo por la mejora de la red ferroviaria, y también la creación de una Vicepresidencia de Sostenibilidad y la aprobación de una ley de ahorro y eficiencia energética.