El ronroneo es uno de los rasgos más característicos de los gatos, una modulación laríngea impulsada centralmente por el flujo respiratorio que resulta anestesiante para todo aquel que lo escucha.
Pero, ¿qué pasa cuando un gato nunca ronronea? ¿Puede tener algún problema de salud debido a ello? Te recordamos cuáles son las funciones que cumple el ronroneo y cuáles pueden ser las razones por las que tu gato no emite este peculiar sonido.
¿Por qué ronronean los gatos?
Para entender las funciones de esta cualidad gatuna, los científicos han intentado entender primero cómo se produce… sin llegar a acuerdos concluyentes.
Si bien un estudio de 1991 publicado en Journal of Zoology señaló que el ronroneo deriva de una contracción muscular de la laringe impulsado neuronalmente cuando la boca está cerrada, otros estudios implican al diafragma en esta actividad, mientras que más recientemente un estudio concluyó que la base física y fisiológica del ronroneo de los gatos involucra los mismos mecanismos basados en el principio mioelástico-aerodinámico, al igual que otras vocalizaciones de gatos como los propios maullidos y que la mayoría de las otras vocalizaciones de vertebrados.
Y bien, no sabemos muy bien cómo ronronean, pero, ¿sabemos al menos por qué ronronean? Como los gatos todavía no hablan, aún no nos lo han explicado, pero los científicos han concluido que sus funciones serían muy variadas: desde la comunicación como señaló este estudio, hasta la función curativa como indicó este otro estudio, pasando por la expresión de emociones profundas, no siempre positivas: como cuando el gato ronronea en el veterinario por miedo, tal vez una fórmula de relajarse, de buscar la homeostasis, como cuando nosotros respiramos profundamente ante un desafío.
Y es que no todos los ronroneos son iguales en ritmo ni en intensidad, de forma que los más rápidos y con picos de frecuencia más altos suelen ser los ronroneos de solicitación: “quiero esto, mira a ver si me haces caso”.
Mi gato no ronronea, ¿puede tener un problema?
Ahora que sabemos (más o menos) cómo ronronean los gatos y por qué, ya estamos más cerca de aclarar tus dudas acerca del (no) ronroneo de tu gato. Para empezar, hay que tener en cuenta que un gato tiene diversas fórmulas de comunicación, no siendo el ronroneo la más relevante: las señales químicas son las preferidas para comunicarse con otros gatos. Y para comunicarse con nosotros también tiene el maullido que no suele usar con sus congéneres.
Por otro lado, dado el mecanismo del ronroneo gatuno (es la vocalización felina más baja, inferior al maullido, situándose en una media de 26 hercios), debemos tener en cuenta que tal vez no seamos capaces de percibirlo: es decir, puede que tu gato sí ronronee, pero tú no lo oigas.
Al margen de este particular, estas son las razones que pueden explicar que tu gato no ronronee:
- Porque nunca lo ha hecho. No es su carácter. Como hemos indicado, todos los gatos se comunican entre sí y con los humanos de un modo u otro, no siendo el ronroneo el más importante. Así pues, si tu gato nunca ha ronroneado, lo raro es que, de la noche a la mañana, se pusiese a ronronear.
- Porque ha madurado. Los gatos también evolucionan, crecen y maduran. Y con este proceso de maduración se producen cambios en su comportamiento. Un gato joven que era muy juguetón, va acomodándose y perdiendo su ímpetu. Por razones similares, puede dejar de ronronear, porque ya no necesita ese mecanismo para autorregularse y/o comunicarse. Por supuesto, buena parte de los gatos ronronean toda la vida, no siendo un signo de “inmadurez” ni solo propio de los gatos más jóvenes.
- Porque ya no quiere ronronear. El ronroneo es un acto deliberado, voluntario, como maullar. Pero no es imprescindible para su existencia, como comer. Los gatos “toman decisiones” y una de ellas puede ser dejar de ronronear porque ya no lo necesitan, porque no quieren hacerlo. Sin más.
- Porque está queriendo comunicar algo. Si tu gato siempre ha ronroneado y deja de hacerlo de forma repentina, es un aspecto que debes analizar. ¿Se han producido cambios relevantes en su vida? ¿Mudanzas? ¿Más animales? ¿Alguna enfermedad? Es posible que este cambio de hábitos esté vinculado a otra alteración en su rutina.
En este último caso, sí que sería conveniente consultar con un veterinario y/o un etólogo que valore este abrupto cambio de hábito. No obstante, si el no ronroneo está vinculado a un problema de salud y/o un problema de estrés, sin duda habrá más síntomas que tanto el veterinario como tú mismo podréis observar.
De cualquier forma, por regla general, y especialmente en el caso de gatos que no lo han hecho nunca, el hecho de ronronear no supone, a priori, un problema: como los humanos que no bostezan… pero siguen siendo humanos.