Pastor alemán: cuidados y características de esta raza

Un “currante” infatigable: si hay un aspecto que muchos humanos envidiamos (o deberíamos envidiar) del pastor alemán, es su capacidad de trabajo. Y también su versatilidad, porque si a muchos humanos solo se nos dan bien un par de cosas (o ni eso), el pastor alemán está capacitado para desempeñar diversos oficios, desde perro policía, a perro guía o miembro de grupos de rescate… 

Pero es lógico que el pastor alemán de nuestros días tenga este carácter tan serio, laborioso y vigilante: es una raza generada para cuidar el ganado, de ahí su denominación. En la actualidad, no obstante, una gran cantidad de pastores alemanes han dejado atrás sus funciones “profesionales” para vivir en familia al lado de sus tutores. Pero, cuidado, por su sangre sigue corriendo su primitivo carácter como perro pastor, así que deberás esmerarte en su educación: no es un perro para sentarte y ver plácidamente cómo crece.

Pastor alemán, el centinela infatigable 

Perro come pared
Pastor alemán

La denominación que da nombre a esta raza es más que clara: surgió como perro pastor en Alemania. En concreto, fue el capitán de caballería Max von Stephanitz, el padre de la raza a finales del siglo XIX: es, por lo tanto, una raza de perro relativamente reciente.

La necesidad de un perro autóctono que tuviera las características adecuadas para proteger al ganado de las alimañas, especialmente de los lobos, llevó a Von Stephanitz a comenzar a realizar cruces entre perros pastores de Turingia y Wurtemberg hasta que en 1899 se funda la Asociación de Amigos del Pastor Alemán una vez que se logró una mejora del aspecto psíquico y físico de los ejemplares. 

Pero tras más de tres décadas de trabajo, la situación socioeconómica en Alemania cambió y los pastores alemanes fueron perdiendo su trabajo original mientras los humanos cambiaban granjas por industrias. Y fue así como este perro se “recicló” encontrando nuevas labores adaptadas a su carácter: su extraordinario sentido de la vigilancia pronto fue apreciado por la policía y el ejército, siendo un perro rastreador de gran valía durante la II Guerra Mundial. De hecho, un pastor alemán hembra fue fiel compañera de Hitler, devoto de estos animales. 

¿Cómo es el carácter del pastor alemán? 

Pastor alemán - Fuente: Pixabay
Pastor alemán – Fuente: Pixabay

El carácter siempre es una preocupación para el tutor de un perro porque deberá hacerse cargo del mismo y moldearlo de forma que el animal se comporte adecuadamente. Pero cada perro es de “su padre y de su madre” y el pastor alemán no es una excepción: su carácter fuerte y decidido deriva de su formación durante décadas como perro pastor y perro de trabajo.  

Como indica la ficha de la Federación Cinológica Internacional a la que siempre acudimos para desgranar las características de las razas de perro, el pastor alemán de pura raza debe tener un temperamento “equilibrado, valiente, seguro de sí mismo, totalmente desenvuelto y pacífico (salvo que se le provoque) manso, atento y dispuesto a complacer”. 

Ese “salvo que le provoque” abre puertas a diversas interpretaciones. Porque, al fin y al cabo, la mayoría de los humanos somos pacíficos, “salvo que se nos provoque”. Pero, ¿qué es una provocación?

En el caso de los perros, y de un pastor alemán en concreto, tiene que ver tanto con su propia seguridad, como la de aquello que defiende (o cree defender): en un contexto doméstico, su familia y, en particular, su tutor. En un contexto de trabajo, aquello para lo que ha sido adiestrado, ya sea un rebaño de ovejas o la seguridad de un determinado evento en el caso de los perros policías. 

¿Cómo educar y cuidar a un pastor alemán? 

Pastor alemán animal
Pastor alemán/Foto: Pixabay

Una estadística sobre mordeduras de perro en Estados Unidos entre 1971 y 2018 señala que la raza pura más común identificada por mordedura fue el pastor alemán junto al pitbull, “estando frecuentemente implicadas en causar las lesiones más graves”. 

Teniendo en cuenta este dato, es evidente que la educación de un pastor alemán es un aspecto decisivo de sus cuidados generales, en particular en relación a humanos, con especial atención a los niños, así como otros animales. 

Siempre que sea posible conviene empezar desde cachorro porque una inadecuada socialización puede desencadenar esos temidos comportamientos de sobreprotección con respecto a su familia. Por eso debe estar expuesto a otras personas además de la familia para que aprenda a convivir en entornos muy humanizados como son las ciudades.  

Así mismo, también es un animal con una gran exigencia física, por lo que demandará paseos diarios de larga duración. Es la mejor manera de mantenerlos en forma y relajados. Y si tienes dudas acerca de su educación, acude a un profesional, que para eso están

Por último, citar otro aspecto relevante del pastor alemán que es el pelaje. Se cría en las variedades de manto doble (corto) y de manto doble largo, ambos con lanilla interna. Ambos tipos de pelo necesitan un cepillado vigoroso varias veces por semana para eliminar el pelo suelto: sí, es un perro que suelta pelo. Pero cuanto más lo cepilles, menos se le caerá. 

De cualquier forma, no tengas duda de que, si cumples tu responsabilidad en relación a la educación y cuidado del pastor alemán, tendrás uno de los compañeros más fieles, nobles e incondicionales que se pueden encontrar.  



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