Las más de 1.400 especies de murciélagos representan alrededor del 20% de todas las especies de mamíferos, por lo que, tras los roedores, son el segundo orden más diverso de esta clase. Además, están presentes en todo el mundo salvo en la Antártida. Solo en España viven 35 de esas 1.400 especies entre las que destaca el murciélago grande de herradura, el de mayor tamaño de la península ibérica y de toda Europa.
Así pues, “queramos o no”, estos animales conviven con nosotros en este planeta y tienen tanto derecho a disfrutar del mismo como nosotros. Pero es que, además, los murciélagos también cumplen diversas funciones claves en el ecosistema, además de algún rasgo único que lo convierten en un animal admirable.
Un dispersador de semillas
El murciélago es un agente clave en el éxito de la agricultura humana. Y lo es, para empezar, por su carácter frugívoro: existen alrededor de 180 especies de murciélagos de la fruta que pueden llegar a comer diariamente más del doble de su peso en frutas, dispersando las semillas que ingieran a través de su guano. Así, gracias a la labor de los murciélagos de las zonas tropicales, podemos tomar frutas como la piña, el higo o el mango.
Productor de fertilizante natural: el guano
El guano denomina al sustrato resultante de la acumulación masiva de excremento de murciélagos, aves marinas y focas en ambientes áridos o de escasa humedad. Como abono, es un fertilizante altamente efectivo debido a su excepcional contenido en los tres componentes principales para el crecimiento de las plantas: nitrógeno, fósforo y potasio.
La explotación del guano en las islas del Pacífico durante el siglo XIX supuso una verdadera revolución para estos territorios apenas explorados, con consecuencias no del todo positivas para ellos. Así mismo, la extracción incontrolada de guano de las cuevas en la actualidad también supone una amenaza para los murciélagos.
De cualquier, el guano sigue siendo una sustancia muy apreciada por sus valores ecológicos, especialmente para la propia agricultura ecológica.
Poliniza las flores
En los ecosistemas cálidos, los murciélagos contribuyen al crecimiento de las plantas gracias a la polinización de las flores: cuando beben el néctar de las flores, cubren sus narices de polen que llevan a otras flores. Esta labor es fundamental para la proliferación de flores y frutos como las bananas o los aguacates. Junto a las abejas, las mariposas y los colibríes, garantizan la multiplicación de la vida, al propiciar la diversidad genética.
Controla las plagas
El 70% de los murciélagos son insectívoros consumiendo un tercio de su peso en insectos al día lo que supone miles de toneladas diarias. Ahora piensa en lo que sucedería si los murciélagos “hiciesen huelga de hambre”: ¿te imaginas que pasaría con la presencia de mosquitos, los vectores que más muertes generan el mundo?
¿Un medicamento basado en su saliva?
Pese a que solo existen tres especies de murciélagos hematófagos, que se alimentan únicamente de sangre, no cabe duda de que son los más famosos, pero no solo para la literatura, también para la ciencia puesto que la saliva de estas especies actúa como anticoagulante “gracias a una proteína que inhibe el Factor X, una enzima implicada en la vía de la coagulación”.
Por eso los científicos estudian la forma de aplicar esta enzima llamada DSPA o desmoteplasa a la medicina humana ya que podría beneficiar a quienes sufren un accidente cardiovascular, al mantener el flujo de sangre, disolviendo los coágulos de sangre que privan al cerebro de oxígeno durante un derrame cerebral.
Ayudan a la tecnología humana
Inspirados en la asombrosa capacidad de vuelo y el sofisticado sistema de ecolocalización de los murciélagos, los científicos e ingenieros están enfocados en el diseño de micro vehículos, tanto terrestres como aéreos, que imitan el movimiento de las alas y la emisión de sonidos de estos animales como podemos leer en este artículo.
Cargaron con el origen del Covid sin pruebas
Otra razón para amar (y “pedir perdón”) a estos animales es que el murciélago fue la cabeza de turco del Covid como señalan diversos artículos científicos como este o este.
De cualquier forma, y aunque el misterio del origen del Covid sigue sin resolverse porque no está asegurado científicamente que fue transmitido por un murciélago ni se ha identificado a estas alturas el huésped animal del SARS-CoV2, algunos estudios se inclinan porque la aparición del SARS-CoV-2 probablemente tuvo un origen zoonótico, sin descartar por completo la teoría acerca del accidente o fuga de laboratorio: “es imperativo realizar investigaciones exhaustivas sobre el origen de la COVID-19 (…) De lo contrario, el mundo seguirá siendo vulnerable a futuras pandemias de enfermedades infecciosas graves”.
Así que el Covid podría unirse a otros mitos falsos sobre los murciélagos, como el ya comentado de que todos chupan sangre, que todos tienen rabia (solo un 3% son portadores de esta enfermedad) o que son una suerte de ratones con alas, ya que, como sabemos, están más emparentados con los primates (con nosotros) que con los roedores.
Los únicos mamíferos que vuelan
Su denominación científica, Chiroptera, procede de la combinación de mano y ala. Y es que estos animales tienen el honor de ser los únicos mamíferos cuyas extremidades superiores han desarrollado alas: una estructura formada por una suerte de mano gigante abierta cubierta por una membrana, una maravilla única de la evolución por la que Leonardo da Vinci y otros sabios suspiraron influyendo en sus inolvidables fantasías.
El inspirador de Drácula
Y hablando de fantasías inolvidables, solo por el hecho de haber inspirado Drácula y abierto un género de tal éxito dentro la literatura fantástica deberíamos amar a estos mamíferos voladores que inquietan y fascinan por igual: un mito del reino animal.