El invierno llega y resulta duro para la mayoría de los animales salvajes, aunque algunos de ellos resistan mejor las bajas temperaturas que otros. Porque la naturaleza es sabia, y aquellos que habitan en las tierras heladas del planeta están más preparados para ello.
Descubrimos cuáles son algunos de los animales que mejor resisten el frío y algunas de las curiosidades que los caracterizan ahora que se se acerca el invierno. ¿Los conoces a todos ellos?
Reno (Rangifer tarandus)
Los renos, también conocidos como ciervos navideños, son unos de esos animales que enseguida relacionamos con el frío. Es lógico, porque este mamífero de unos 180 kilos de peso y que vive en las tierras boreales es capaz de resistir temperaturas de hasta 46 ºC bajo cero. A ello contribuye su denso y grueso pelaje, así como sus pezuñas.
Además de ello, los renos son los que más distancia migran en todo el planeta, y pueden desplazarse más de 1.000 kilómetros en pleno invierno, en busca de comida, ya que su alimentación consiste principalmente en líquenes e ingieren entre cinco y 10 kilos al día.
Buey almizclero (Ovibos moschatus)
El buey almizclero es uno de los animales que mejor aguantan el frío del mundo, y todo ello gracias a un espectacular y denso pelaje que alcanza los 90 centímetros de grosor que lo mantiene bien protegido. Este mamífero ártico, conocido también como toro almizclero, supera los dos metros de longitud y puede pesar hasta 400 kilogramos.
Todas estas características facilitan que campe a sus anchas en la tundra polar, donde su esperanza de vida se sitúa en los 25 años. Además, por muy grandes que sean, son capaces de correr hasta 60 kilómetros por hora. Los osos polares y el lobo ártico son sus principales depredadores.
Oso polar (Ursus maritimus)
No pueden faltar los osos polares en un listado con los animales que mejor aguantan el frío. Con unos 500 kilogramos de peso, su pelaje blanco resulta inconfundible, y cuentan con una gran capa de grasa corporal, con lo que son capaces de soportar temperaturas de hasta 50 ºC bajo cero. Estos mamíferos carnívoros nadan de manera excelente, lo que le facilita atrapar a presas como las focas. No olvidemos que necesita unos 30 kilogramos de carne al día para sobrevivir.
Pingüino emperador (Aptenodytes forsteri)
Aunque hay alguien que todavía soporta temperaturas más bajas que el oso polar. Se trata del pingüino emperador, que se mueve a sus anchas con temperaturas que pueden llegar a los 62 ºC bajo cero. Para hacerlo, suelen colocarse todos en grupo, de manera que aprovechan bien el calor de sus cuerpos, que mantienen una temperatura corporal de 38 ºC. Los más jóvenes se mantienen en el centro y, en la zona exterior se sitúan los de mayor edad. Después van girándose hacia dentro y hacia afuera, para ir turnando los diferentes lados de su cuerpo ante la exposición de los vientos árticos.
Los pingüinos emperadores son capaces de sumergirse en las aguas heladas hasta 550 metros de profundidad, y permanecer en ella hasta 20 minutos.
Morsa (Odobenus rosmarus)
Las morsas, uno de los grandes mamíferos marinos, es capaz de soportar las temperaturas de los océanos más septentrionales. Su ritmo cardíaco desciende cuando están en el agua, con la finalidad de mantener su temperatura corporal. Con más de tres metros de longitud y un peso que puede alcanzar los 1.200 kilos, nadan con tranquilidad a unos siete kilómetros por hora, aunque si es necesario aceleran hasta los 35 kilómetros por hora, algo habitual si han de escapar de depredadores como las orcas y los osos polares.
Zorro ártico (Vulpes lagopus)
Pero hay pequeños animales que también están preparados para resistir el clima más duro, como el zorro ártico, de solo tres kilos de peso y unos 35 centímetros de largo. Su pelaje es también lo que le facilita soportar temperaturas de hasta 50 ºC bajo cero, y aunque su pelo es de un blanco impoluto, cuando llega el verano se oscurece para adaptarse al medio en el que vive. No obstante, hay un 3% de los zorros árticos que mantienen su color oscuro durante todo el año, por lo que se los conoce como zorros azules.
Liebre ártica (Lepus arcticus)
El otro de los animales de pequeño tamaño que soporta el frío y se mueve sin problema por los paisajes nevados es la liebre ártica, que puede alcanzar una velocidad de 60 kilómetros por hora. Se trata de una de las especies de este tipo de mayor tamaño del mundo, ya que puede medir hasta 70 centímetros y un peso que puede alcanzar los cinco kilogramos. Soporta hasta un máximo de 25 ºC bajo cero, y, como sucede con el zorro ártico, muda su pelaje, que se vuelve oscuro tras la primavera.