Hurón: por qué no deberíamos tenerlo como mascota

Seguro que ya te has aprendido de memoria el apartado “a” del artículo 34 de la Ley de Bienestar Animal, el que dice que solamente estará permitida la tenencia como animal de compañía de los siguientes animales: perros, gatos y hurones. ¿Y qué pintan los hurones entre perros y gatos?, te puedes preguntar. ¿Quién tiene un hurón?  

Según datos de la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC), el censo de 2023 nos dice que existen más de diez millones de perros en España (algo más de un perro por cada cinco personas), casi un millón de gatos y algo más de 50.000 hurones, siendo Andalucía y Castilla La-Mancha las comunidades con más presencia en las casas de estos animales. 

Por lo tanto, y pese a que su número es mucho menor que sus compañeros de artículo legislativo, la presencia de hurones en las casas españoles es apreciable. Pero, ¿hay alguna razón por la que no deberíamos tener un hurón en casa si ya hay más de 50.000 censados? Alguna hay, te lo explicamos. 

Advertencias antes de adoptar un hurón 

Hurón - Pixabay
Hurón – Pixabay

Ningún animal doméstico es adecuado para todo el mundo, ni siquiera el perro o el gato. El hurón no es una excepción. Así pues, desde un punto de vista legal, todos tenemos derecho a tener un perro, un gato o un hurón en casa, pero no todos “deberíamos” tenerlo, porque no siempre estamos en condiciones ni disposición para cuidarlo.

No, no queremos “demonizar” este animal ni nada parecido, sino reclamar una reflexionar antes de dar el paso, para evitar abandonos y otro tipo de situaciones perjudiciales tanto para el tutor como para el animal. 

Y es que según datos que ofrecía el Diario Veterinario en su día, tan solo entre 2012 y 2015 se produjo un incremento de la presencia de hurones en España del 774%. No está mal.

El hurón necesita mucho mantenimiento y cuidados 

Hurón - Pixabay
Hurón – Pixabay

El hurón no es un animal para sentarse, ver como crece y darle de vez en cuando un poco de comida y listo. Como un perro o un gato requiere atención, esfuerzo, educación y gasto económico, además de las obligaciones legales pertinentes, como las vacunas contra el moquillo y la rabia o la identificación del animal con microchip.  

Son animales que requieren una gran vigilancia sobre su salud ya que puede padecer diversas enfermedades bacterianas, parasitarias o las propias enfermedades víricas citadas, las más graves generalmente. Y ojo con los golpes de calor ya que son animales mucho más sensibles que nosotros a las altas temperaturas. 

Requieren ejercicio y juego 

Hurón - Pixabay
Hurón – Pixabay

Hay que recordar que el hurón es un mamífero carnívoro y cazador que fue domesticado hace unos 2.500 años, mucho después que los perros o los gatos. Su primera función, de hecho, fue la caza de otros animales más pequeños como los conejos.  

Poco a poco fue adaptándose a la vida en el hogar junto a humanos perdiendo sus primitivas funciones, pero como el gato, lleva el instinto cazador en los genes, por lo que necesita ponerlo a prueba a través de ejercicio y juegos. Recuerda, en este sentido, que necesita estar al menos cuatro horas fuera de su jaula para ejercitarse. 

Es cierto que duermen muchas horas, pero cuando están despiertos, están despiertos de verdad: quieren movida, juego, retos y diversión, especialmente poniendo a prueba sus habilidades físicas y sus instintos depredadores: necesitarán juguetes y ayuda para mantenerse ocupados. ¿Tendrás tiempo para ello? 

En este sentido, hay que tener en cuenta los peligros que se pueden encontrar en una casa humana que no son los mismos que se encuentran en un contexto natural. Como disfrutan colándose por cualquier hueco, como algunos gatos, hay que tener mucho cuidado con los cables, especialmente en esas zonas de la casa que no tenemos muy controladas, como las partes traseras de los electrodomésticos. La regla es sencilla: si le cabe la cabeza, le cabe el cuerpo, y por allí entrará para ver lo que hay.  

También son excelentes escaladores, con lo que subirán a cualquier parte: cuidado con los objetos que tengas en alto, por si puede ser un peligro para ellos o para los humanos que convivan contigo. Y si tienes aprecio a ciertos objetos, ten en cuenta que el hurón tal vez no le tenga tanto como tú… 

También disfrutan mordiendo y masticando pequeños objetos, por lo que pueden sufrir accidentes por atragantamiento u obstrucciones intestinales. Y atención con las sillas plegables o reclinables, uno de los accidentes domésticos más habituales: cuidado, se pueden aplastar con ellas. 

Necesitan socializar 

Hurón - Pixabay
Hurones – Pixabay

Deben estar en contacto con humanos desde cachorros para acostumbrarse a vivir en un entorno humano, como otros animales de compañía. Pero, además, tienen una fuerte naturaleza social por lo que les gusta jugar con otros miembros de su especie, no solo contigo. Y entonces tendrás un dilema: ¿adopto más de un hurón? Puede ser una buena opción para él, pero no para ti, ya que dos hurones suponen doble gasto, entre otras cosas. 

¿Y qué tal se lleva con otros animales? Depende, pero puede entenderse bien con gatos y perros, aunque siempre hay ciertos riesgos sobre todo con perros habituados a cazar, o animales más pequeños como hámsteres que pueden ser cazados por los propios hurones. 

Y con niños, ¿qué tal? También depende, pero en líneas generales no se recomienda que el hurón comparta el hogar con niños muy pequeños: ambos son muy juguetones e inquietos y pueden chocar frecuentemente, incluso con mordeduras ya que los hurones tienen carácter y son muy escurridizos. 

Una vez que los niños han alcanzado cierta madurez y aprenden a jugar y tratar al hurón sin hacerle daño (y viceversa) no debería haber mayor problema.  

El olor de los hurones 

Por último, recordaros que los hurones “huelen” porque así es su naturaleza: este aroma proviene de una serie de glándulas que se distribuyen por su cuerpo. Les sirve como “marca personal” para identificarse en la naturaleza. Además, cuando se excitan o asustan secretan una suerte de líquido perianal que tampoco es agradable para el ser humano.  



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