¿Está deprimido mi gato? Diez señales de un gato infeliz

No podemos preguntarle a nuestro gato qué le pasa ni él nos lo va a decir, pero podemos detectar si está deprimido a través de cambios en su comportamiento. ¿Está maullando más de lo normal? ¿No come ni juega como antes? ¿Te has separado de él recientemente? ¿Ha habido algún cambio relevante en su “territorio”? A continuación te explicamos las señalas más habituales de un gato infeliz, así como sus posibles causas y soluciones.

¿Es ‘real’ la depresión en gatos?

gato en mesa
Gato sobre la mesa/Foto: Unsplash

No nos gusta exagerar ni humanizar al resto de animales porque sus consecuencias son negativas, incluso para los propios animales. Desde luego, no es fácil ser “objetivo” con nuestros propios animales cuando vemos que algo no funciona, pero debemos mantener la calma y confiar en el criterio de profesionales.

En este sentido, existen dudas acerca de las emociones de los animales, como hemos visto en el caso de los insectos. En el caso de mamíferos de cerebros mucho más complejos como los gatos, también “es imposible” saber si experimentan el estado mental de la tristeza como nosotros, como señala la veterinaria y experta en comportamiento animal Wailani Sung en este artículo.

Y pese a que otros profesionales como Alberto Tejada de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM señala que otros animales como perros y gatos pueden experimentar “tristeza” o “alegría”, esos términos “humanos” son usados de forma coloquial, de forma que la depresión como trastorno mental solo pueda considerarse como condición médica en el caso de seres humanos.

Lo que sí ha certificado la ciencia es que los perros y los gatos tienen problemas de conducta que pueden responder a determinadas enfermedades y condiciones médicas siendo algunos de ellos “retos de diagnósticos” para los veterinarios y etólogos ya que, aparte de los cambios de conducta, comúnmente no hay otros signos o evidencia de enfermedad.

No obstante, según la experiencia de los autores de esta revisión “las enfermedades más relevantes son algunos problemas neurológicos, problemas endocrinos o metabólicos y enfermedades relacionadas con el dolor”, es decir, no problemas “emocionales”.

Así que, antes de elaborar tu propio diagnóstico y declarar a tu gato “deprimido”, tu primera labor es llevar a tu animal a un veterinario y descartar que sus cambios de comportamiento se deban a los problemas físicos descritos. Y una vez descartados estos, entonces podremos empezar a especular con la “ infelicidad” de nuestro gato y cuáles pueden ser sus causas.

Causas que explican la ‘tristeza’ de un gato

Gato tricolor - Pixabay
Gato tricolor – Pixabay

Te indicamos cuáles son las posibles causas que pueden explicar los cambios en el comportamiento de un gato, dejando al margen las mencionadas causas de salud física. Y es importante recalcar que se trata de cambios de comportamiento antinaturales, ya que podría ser que el gato fuese “apático” por naturaleza, o bien que sea un proceso natural de maduración que conlleva cambios de comportamiento, como en el caso de los humanos.

  • Ansiedad por separación. Con diferencia, la causa más habitual de “depresión” en gatos es la ansiedad por separación, analizada a nivel científico en estudios como este. Se define como el conjunto de comportamientos y signos fisiológicos que muestra el animal cuando se separa de su persona de apego pudiendo ocasionar en determinados casos cambios de comportamiento como micción en lugares inapropiados, agresividad, agitación-ansiedad o depresión-apatía.
  • Cambios en su territorio. Desde una mudanza a un cambio de mobiliario, incluyendo la introducción de un nuevo animal o humano en casa, pueden ocasionar alteraciones emocionales en un animal que, como sabemos, es muy territorial por naturaleza. Todo cambio en su territorio que no haya sido “propuesto” por él mismo es un riesgo.
  • Aburrimiento y soledad. Si no recibe suficiente atención y/o estímulos puede presentar síntomas de apatía o tristeza. Pese a ser animales solitarios, un gato salvaje tiene suficiente “estímulo” protegiéndose, cazando y buscando alimento. Un gato doméstico puede sentirse “poco realizado” si no se ejercita como sus parientes callejeros.
  • Un shock traumático. En los casos más extremos, tu gato ha podido sufrir un gran impacto emocional debido a un caso de maltrato o una pérdida de un animal o un humano que haya ocasionado una alteración grave de su comportamiento.

Diez señales que indican que tu gato es infeliz

Gato y piano
Gato y piano/Foto: Unsplash

Una vez explicadas las causas más comunes de las alteraciones emocionales que derivan en cambios de comportamiento, os reseñamos esos cambios de comportamiento que nos pueden señalar su problema emocional.

  • Maúlla más de lo normal. Como sabemos, los gatos manejan muchas formas de comunicación, pero el maullido es una de las que prefieren para comunicarse con los humanos. Así que si maúlla más de lo normal trata de transmitir algo relevante, generalmente negativo.
  • Cambios en el lenguaje corporal. Los gatos también se comunican con el cuerpo indicando posturas agresivas o apáticas. Si conoces bien a tu gato, seguro que percibes que también cambia su actitud corporal contigo u otras personas que frecuenten tu casa.
  • Te rehuye. Si tu gato no te presta tanta atención o incluso te rehuye puede significar algún tipo de malestar hacia ti y/o su territorio.
  • No duerme bien. Los profesionales de la salud mental siempre revisan los hábitos del sueño cuando un humano presenta alguna alteración emocional. En este sentido, los cambios en la rutina del sueño son siempre una señal de otras alteraciones físicas o mentales.
  • Cambios en el apetito. Al igual que sucede con los expuesto con el sueño, el apetito también es un indicador de alteraciones de salud. Puede ser que el gato coma menos, lo que puede estar más vinculado a un problema de salud física, o que coma más, lo que también podría ser una señal de cambios en su estado emocional… o simplemente que se ha vuelto más glotón.
  • Rascado excesivo. Es una de las señales más habituales de gato estresado, pero también aburrido. Si empieza a destrozar tu sofá como nunca antes, vigila su estado físico y mental.
  • Más rebelde de lo habitual. Muchos gatos se caracterizan por su independencia y rebeldía no siendo muy propensos al adiestramiento, al “dame la patita” y demás. Pero si tu gato empieza a pasarse por el “arco de triunfo” hasta los conceptos más básicos de convivencia, cuidado, algo pasa.
  • No quiere jugar. Otra señal inequívoca de que algo falla. Un gato que siempre ha disfrutado jugando y, de repente, pasa de todo, no suele ser un signo de “maduración” que es un proceso más lento.
  • Dejadez en su higiene. Ya sabes que los gatos dedican una parte del día a su higiene personal, de forma, eso sí, muy peculiar. Pero si deja de limpiarse, sin duda, puede estar queriendo decir algo más.
  • Micciones en lugares no habituales. Y la última señal que puede indicar que a tu gato le pasa algo es esta, de hecho, una de las primeras y más habituales. Si no hace sus necesidades en su arenero o caja como habitualmente, alerta, acude a tu veterinario.

Y toda solución para diagnosticar una “depresión” gatuna pasar por la clínica del veterinario que te indicará su diagnóstico una vez se descarten otro tipo de problemas físicos que, recordemos, deben ser los primeros en abordarse por su gravedad.

Una vez descartados, es el momento de inferir las causas de la alteración emocional de tu gato y tratar de revertirlas. Siempre con cariño, empatía y paciencia, entendiendo además que, en última instancia, la “tristeza” también puede ser una fase que atraviese tu gato y que no tenga una única explicación ni una solución “mágica” como también nos sucede a nosotros, ¿verdad?



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