¿Es útil dar probióticos a nuestro perro?

Definidos por la Organización Mundial de Gastroenterología como microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, son beneficiosos para la salud del hospedero, los probióticos están de moda como complemento alimenticio también entre animales domésticos. A continuación te explicamos qué dicen los científicos sobre los probióticos y si son beneficiosos para tu perro.

Probióticos para animales: ¿qué dicen los científicos?

Suplemento para perros - Depositphotos
Suplemento para perros – Depositphotos

El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos señala que los probióticos se encuentran presentes en algunos alimentos fermentados, agregados a algunos productos alimenticios y disponibles como suplementos dietéticos. Sin embargo, no todos los alimentos y suplementos dietéticos etiquetados como “probióticos” han demostrado ser beneficiosos para la salud, tampoco de los animales.

No obstante, el NHI indica que cuando una persona (o animal) come o bebe suficientes probióticos, estos le ayudan a proteger el aparato digestivo de microorganismos nocivos, a mejorar la digestión y la función intestinal, además de que podrían proporcionar otros beneficios para la salud.

En este sentido, un estudio publicado en 2005 ya concluía que los probióticos que se utilizan en la cría intensiva de animales de granja podrían sustituir totalmente a los antibióticos como aditivos promotores del crecimiento, por los efectos beneficiosos que producen en el hospedero.

Más recientemente han aparecido otros estudios relacionados con la ganadería en general y en particular con el ganado ovino y caprino, señalando que “los probióticos se presentan como una alternativa para la mejora de la productividad animal sin efectos adversos, actuando como moduladores de la microbiota intestinal, mejorando el sistema inmunológico y los indicadores productivos y disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero”.

También la Universitat Autònoma de Barcelona presentó en 2022 en Nature un estudio sobre el potencial del uso de probióticos para animales, en este caso en caracoles.

¿Y qué pasa con los perros y los probióticos? Un estudio de Purina (que comercializa probióticos) “demostró que la administración de suplementos a perros con ansiedad con un probiótico que contenía la cepa patentada Bifidobacterium longum NCC3001 (BL999) reducía la ansiedad”.

Cuando se les administró este probiótico, “el 90% de los perros mostraron una mejora en los comportamientos de ansiedad en respuesta a los estímulos cotidianos, es decir, menos ladridos, saltos, giros e ir de un lado a otro”. Así mismo, “el 83 % de los perros tenían niveles salivales de cortisol más bajos y el 75 % presentaba una menor frecuencia cardíaca en respuesta a estímulos que provocaban ansiedad, lo que demuestra una menor reactividad”.

¿Existen riesgos en la administración de probióticos?

Probióticos - Pixabay
Probióticos – Pixabay

Una revisión del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga publicado en 2016 señaló que “si bien parece demostrada su eficacia en la prevención de la diarrea por antibióticos y en la reservoritis en la colitis ulcerosa, son necesarios más estudios para poder establecer recomendaciones en la mayoría de escenarios clínicos”, pese a que “el riesgo de infección asociado al uso de probióticos es relativamente bajo”.

Un estudio aparecido en 2020, también vinculado a la administración de probióticos a seres humanos, señalaba que los suplementos probióticos que permanecen en el intestino delgado sin colonizar en el intestino grueso puede crear subproductos metabólicos como amoniaco y provocando hinchazón, malestar, letargo o confusión mental.

Más recientemente, el Departamento de Sanidad Animal de Neiker-Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (que desarrolla vacunas) llevó a cabo un estudio para comparar la acción de una vacuna en combinación con la administración de probióticos concluyendo que “el probiótico fue capaz de modificar la respuesta inmunitaria, impidiendo la eliminación de la infección, y afectó a la respuesta de los neutrófilos tras la vacunación.

Por lo tanto, “la administración de un probiótico puede modular las rutas de respuesta inmunitaria activadas por la vacunación y/o infección e incluso empeorar los efectos de la infección, subrayando la importancia de verificar todas las combinaciones de tratamiento en el contexto específico de cada agente infeccioso y especie animal”.

Entonces, ¿es útil (y seguro) darle probióticos al perro?

Cápsula y perro - Depositphotos
Cápsula y perro – Depositphotos

No se puede dar una respuesta taxativa a esa pregunta, ya que, como hemos visto, se trata de un campo científico de reciente investigación en el sector alimentario y animal. Buena parte de los estudios concluyen que los probióticos son beneficiosos y seguros, pero existen excepciones.

De hecho, desde un punto de vista estrictamente lingüístico, el término “probiótico” se define como el microorganismo que ayuda a mantener equilibrada la flora intestinal, por lo que es “bueno” por definición. El problema está en cómo, cuándo y a quién se administra, abriendo la puerta a efectos secundarios adversos si no se administra correctamente.

Por supuesto, más allá del ámbito científico, el sector comercial ha abierto un nuevo nicho de negocio con los alimentos enriquecidos con probióticos o los suplementos alimenticios con probióticos para animales domésticos como perros.

Pero debemos tener mucha cautela a la hora de analizar la información que es proporcionada por empresas que tienen intereses comerciales en este sector y pretenden elevar el consumo de esta clase de productos asociados a los probióticos.

Ya lo dice el New York Times en este artículo sobre la “locura del microbioma”, la esperanza de que las bacterias en el intestino sean la clave para una buena salud: “Existen posibles daños así como beneficios, y muchas ilusiones e imprecisiones en la comercialización de productos que los contienen”.

De cualquier forma, no cabe duda de que se trata de un campo muy prometedor tanto en la alimentación de personas como de animales pudiendo ofrecer grandes beneficios a medida que se optimizan los procesos de fabricación de estos alimentos y suplementos mientras paralelamente los estudios científicos garantizan su seguridad y descartan efectos secundarios.

Por lo tanto, antes de administrar probióticos a tu perro, desconfía de los mensajes estrictamente comerciales, y consulta con tu veterinario: es la mejor manera de acertar en tu elección con la alimentación y la salud de tu animal.



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