Si convives con un gato es probable que hayas oído hablar de que algunos de estos mininos están entrenados para ir a hacer sus necesidades en el váter. Algunos aseguran adiestrarlos de este modo para no tener que limpiar el arenero y ahorrar en arena para gatos; pero también hay quien opina que no resulta recomendable.
Para comprender un poco más sobre este asunto, investigamos si es posible enseñar a un gato a usar el váter. Y, en caso de ser así, ¿es esto beneficioso para ellos o puede suponer algún riesgo para nuestros amigos peludos?
Bandeja de entrenamiento
Normalmente, aquellos que conviven con un gato le han enseñado para que vaya al arenero a depositar sus heces y su orina. Ello conlleva que sea necesario comprar arena para gatos que se ha de renovar continuamente cada vez que esté sucia, porque los gatos son muy limpios, y entierran sus heces en la arena. Además, es una forma instintiva de eliminar su olor para estar a salvo del ataque de los posibles depredadores. Pero si el gato supiera ir al cuarto de baño para usar el váter, sería posible ahorrar dinero todos los meses, puesto que no sería necesario dedicarlo a comprar esos artículos de higiene. Este es el principal motivo que alegan quienes adiestran a sus mininos para usar el baño.
Porque es posible enseñar al gato a ir al váter por medio de una bandeja de entrenamiento. En el mercado hay a la venta diferentes modelos, aunque deberás ser paciente porque el adiestramiento dura varias semanas. No obstante, cuando un gato consigue aprender, deja el hábito de tener que enterrar nada, porque la orina y las heces se diluyen en el agua del inodoro y desaparece el olor.
Cómo enseñar al gato a usar el váter
Para poder adiestrar a tu gato si deseas que vaya al váter, comienza por colocar el arenero en el cuarto de baño, para que relacione el hacer sus necesidades con esa estancia de la casa. Una vez se acostumbre, deberás colocar la bandeja a una altura mayor del suelo. Prueba a colocarla sobre una mesita, una caja rígida y resistente u otro mueble auxiliar que aguante su peso y eleve el arenero.
A continuación, ves acercando cada día el arenero al inodoro, y cuando el gato esté habituado, coloca el arenero sobre él. Ve disminuyendo la cantidad de arena hasta solo dejar un par de centímetros, y después cambia el arenero por una palangana de plástico sobre un cartón encima del váter con la tapa abierta. En el supuesto de tener una bandeja especial de las que se venden como kit de entrenamiento para gatos, este sería el momento de usarla.
Después de unos días, retira la palangana y realiza un agujero en el cartón sobre el inodoro abierto. Echa un poco de arena encima y verás cómo tu gato va a hacer sus necesidades allí. No vuelvas a echar arena y ve haciendo el agujero más grande a medida que se habitúe, hasta que no sea necesario usar el cartón. Todo este proceso de adiestramiento dura en torno a tres semanas. Puedes darle un premio a tu gato cada vez que utiliza el váter y tiras de la cadena para reforzar su comportamiento.
Desventajas de que el gato use el váter
¿Hay alguna desventaja de enseñar al gato a ir al inodoro a depositar su orina y sus heces? Diversos especialistas consideran que es necesario inspeccionar el arenero cada vez que se vacía para poder detectar algún posible problema de salud del peludo, puesto, que si usa el váter, podría ser pasado por alto, con el riesgo que ello supondría.
El signo de alerta más temprana que podemos percibir si el minino presenta alguna infección, enfermedad grave o problemas de ansiedad son precisamente las heces y la orina, tanto por su consistencia y color como por la presencia de sangre. Asimismo, si les enseñas a usar el inodoro, estarás cercenando su comportamiento natural, puesto que excavar y cubrir las heces y la orina son parte de una actitud instintiva. Y no olvides que un entrenamiento de este tipo puede afectarle hasta el punto de sufrir problemas de estrés.
Problemas de compartir el baño con el gato
De igual modo, hemos de ser conscientes de que el gato estará usando el inodoro igual que el resto de miembros de la familia, por lo que todos deberán estar de acuerdo y recordar siempre que se ha de dejar la tapa del váter abierta, al igual que la del baño, para que el gato pueda acceder a él. Además de ello, si hay invitados en casa, puede que les desagrade tener que compartir el baño con un peludo. Incluso será habitual descubrir que el gato ha usado el baño y nadie ha tirado de la cadena.
Ten todo esto en cuenta antes de decidir si realmente merece la pena enseñarle a tu gato a usar el baño o si prefieres continuar con el tradicional arenero.