Los loros son aves tan bonitas como llamativas, gracias a sus colores y a los sonidos que son capaces de emitir, similares a la voz humana. Hay más de 350 especies, entre las que se encuentran desde las cotorras y las cacatúas hasta los guacamayos, los periquitos y los agapornis.
Pero si se puede resaltar un detalle por el que también son populares es por la fama que tienen de ser muy longevos. Descubrimos cuántos años viven los loros y cuáles son los motivos por los que estas aves se caracterizan por una larga vida.
Esperanza de vida de los loros
Antes de concretar los años que puede vivir un loro, es necesario tener en cuenta que su esperanza de vida está íntimamente ligada a una serie de factores. Lo primero a considerar es la especie, puesto que se producen grandes diferencias entre los más grandes y los de menor tamaño. Cuanto más grande es un loro, su esperanza de vida también será mayor. Asimismo, la alimentación, el hábitat y el hecho de estar en libertad o en cautiverio marcan la diferencia a la hora de calcular su esperanza de vida.
De manera general, se estima que los loros en libertad pueden vivir alrededor de 60 años, mientras que en cautividad, unos 80 años, por lo que quien decide tener uno como mascota ha de ser consciente de que mantendrá un compromiso de por vida.
¿Cuántos años vive cada especie?
En el terreno de lo concreto, hay diferencias notorias en la esperanza de vida de unas especies a otras. Las cacatúas, que son tan frecuentes como animales de compañía, pueden cumplir los 60 años, aunque hay algunas que no superan los 30 años. Excepcionalmente, las hay incluso que pueden ser centenarias.
El loro del Amazonas tiene una esperanza de vida de 75 años, y el loro africano gris, entre 40 y 60 años. Por su parte, el loro de Senegal alcanza los 30 años y los populares guacamayos pueden llegar al medio siglo, y excepcionalmente superarlo. Ejemplo de ello es la guacamaya Poncho que seguro que has visto en películas como Doctor Doolittle y 102 dálmatas, que llegó a cumplir los 90 años. Entre todos los loros, el agapornis, que puede cumplir 20 años, y los pinzones, que no superan la década de vida, son los menos longevos.
¿Por qué los loros son longevos?
Con estas cifras, similares a los años que puede vivir un humano, es posible que te preguntas la causa por la que un loro puede llegar a ser tan longevo. Si hablamos de aquellos animales que viven en cautividad, la razón es simple: tienen pocos depredadores, y escapan fácilmente volando si les atacan por su rapidez y agilidad.
Por otro lado, producen menos radicales libres que otros animales. Esto tiene como consecuencia que sus células sufran menos estrés y envejezcan más lentamente, lo que da como resultado la posibilidad de vivir más años. Asimismo, se trata de animales muy inteligentes, en los que el cerebro también tiene que ver en su larga vida.
Inteligencia de los loros
La inteligencia de los loros se relaciona directamente con su esperanza de vida en el sentido de que, al vivir más años, todavía se vuelven más listos, puesto que pueden aprender muchas más cosas. Estos animales son tan inteligentes que pueden hacer tareas complejas usando herramientas como solo hacen los primates y algunos cetáceos. Asimismo, tienen la habilidad de reconocer nombres y asimilar conceptos abstractos.
En los estudios realizados por la doctora Irene Pepperberg, los cuales comenzó con su loro gris Alex, se concretó la posibilidad de que los loros son capaces de diferenciar formas y colores, y contar y expresar deseos y necesidades a través del habla. Así que no solo repiten lo que se les dice, sino que también pueden comunicarse.
Cuidados de los loros
Para que un loro de compañía pueda llegar a cumplir varias décadas es necesario que esté convenientemente alimentado y cuidado, lo que incluye las visitas al veterinario siempre que sea necesario. Además, ha de contar con suficiente espacio en casa en una jaula bien grande, donde deberá estar entretenido. Si un loro se aburre con frecuencia puede deprimirse y enfermar. De igual modo, no olvides que es necesario darle un baño cada 10 días. Y ten en cuenta que le gusta la compañía.
La base de su alimentación debe de ser semillas, frutas, hojas e insectos, y has de evitar darle otros alimentos como comidas saladas, dulces, leche y café. Si come lo que no debe, le estarás restando años de vida. También sucederá eso si no cuidas su entorno, pues su jaula y donde se encuentre ha de estar siempre limpio y ventilado, prestando atención a las condiciones ambientales.