Los caballitos de mar son uno de los animales más fascinantes que existen. Incluso son protagonistas de muchas leyendas y aparecen en numerosas historias. Su presencia resulta tan mágica como seductora.
Sin embargo, no hace falta irse a cuentos y mitos para asombrarse ante esos seres vivos que habitan en las aguas. Descubre cómo se reproducen los caballitos de mar y otras curiosidades de estos preciosos seres.
¿Qué es un caballito de mar?
El caballito de mar es un tipo de pez óseo marino, de la familia de los signátidos y del género hipocampo (Hippocampus). Hay decenas de especies de caballitos de mar en las distintas aguas del mundo. En las costas españolas podemos encontrar varias especies: el caballito de mar común (Hippocampus hippocampus) y el caballito de hocico largo (Hippocampus guttulatus), que viven en el Mediterráneo y en las Rías Baixas, en el océano Atlántico. Ambas especies habitan hasta 10 metros de profundidad, aunque otras, como las de las aguas australianas pueden vivir hasta 100 metros.
Cuando nadan, lo hacen propulsándose por medio de una aleta dorsal, que se puede mover 35 veces por segundo, mientras que las aletas pectorales les sirven para mantener la estabilidad y orientar la dirección. Son capaces de mover cada ojo en una dirección distinta, al igual que hacen los camaleones. Su esperanza de vida ronda entre uno y cinco años. Y puede que te sorprenda saber que son depredadores fabulosos de emboscadas, en las que se abalanzan sobre sus presas, como las larvas de peces, copépodos y krill, entre otros.
Reproducción de los caballitos de mar
Una de las curiosidades de los caballitos de mar es su reproducción. Bailan y bailan sobre sí mismos durante el cortejo, que dura algunos días. Este ciclo tiene lugar cada primavera y cada otoño.
Lo más curioso de la reproducción de estos seres es que es la hembra la que se encarga de poner los huevos, pero después de que maduren, durante el apareamiento, mediante tu tubo denominado ovipositor. Por medio de él los introduce en la bolsa incubadora del macho, que se encarga de su fertilización e incubación. Es decir, así es como se desarrollan los embriones, mientras en esa bolsa reciben los nutrientes y oxígenos necesarios para crecer.
Monogamia de los caballitos de mar
Los caballitos de mar constituyen parejas monógamas, aunque su relación es frágil y, si el macho se ausenta, puede ser sustituido por otro por la hembra. Sin embargo son muchas las leyendas que circulan sobre su relación. De hecho, son uno de los símbolos del romanticismo, pues se unen de por vida y que la unión solo se rompe cuando uno de los miembros de la pareja desaparece.
Especie amenazada
La contaminación de los océanos, el cambio climático y las intervenciones sobre las costas, provocando la destrucción del hábitat en el que viven, así como la pesca sin control, son los principales causantes de la disminución del número de caballitos de mar en las aguas del planeta. De hecho, en lugares asiáticos, su captura forma parte del mercado negro, puesto que se usan para fabricar recuerdos turísticos o se utilizan para elaborar recetas de medicina tradicional china.
Las mafias para la captura masiva de caballitos de mar se mueven en las aguas en las que sus poblaciones son más abundantes, como el sur de Portugal y las costas de Perú. Estas capturas ilegales son las que sirven para alimentar el mercado en China, Corea y Japón. Se calcula que solo en el año 2011, unas 70 toneladas de caballitos de mar fueron vendidos en el comercio internacional hasta en 77 países. La medicina y el mercado con fines turísticos son el principal objetivo, pero también los acuarios de todo el mundo e incluso con fines gastronómicos.
Tal era la situación ya en aquel entonces que la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas incluyó todas las especies de hipocampos en su Apéndice II, estimando que están al borde de la extinción si no se toman medidas para controlar su comercialización.
Situación actual
La situación no ha cambiado demasiado en la última década. El pasado verano, en la ciudad de Málaga, se decomisaron miles de caballitos de mar procedentes de capturas ilegales. Se encontraban disecados y estaban destinados a la venta en China para servir a la medicina tradicional.
En nuestro país, la ONG Oceánidas encabeza el proyecto Save Little Big Seahorse, orientado a la conservación de las poblaciones de caballitos de mar mediante la ayuda de más de 2.000 buceadores que conforman una Red de Vigilantes Marinos. De esta manera, localiza y censa las poblaciones existentes, establece las medidas de protección y conservación, efectúa un seguimiento del resultado de las medidas adoptadas y actividades divulgativas para educar a los más jóvenes.