Cómo hacer camas calientes para gatos con materiales caseros

A los gatos les encanta dormir. De hecho, se calcula que los hacen una media de 12 horas diarias, de manera que es necesario que nuestros amigos peludos tengan un sitio en casa donde poder hacerlo a gusto.

Pero cuando llega el invierno, no basta con que el lugar elegido sea mullido y acogedor, sino que también ha de estar calentito para que no pase frío, sobre todo, por las noches. Para ello, te contamos cómo hacer camas calientes para gatos con materiales caseros. ¡Prepárale una a tu minino con todo el cariño y verás cómo la disfruta en estos meses de temperaturas más bajas!

Cama para gatos con caja de cartón

Gatos sobre manta polar
Gatitos sobre manta polar/Foto: Pixabay

Una de las más sencillas para preparar una cama caliente para gatos de manera casera es usar una caja de cartón en perfecto estado. Tendrás que elegir una del tamaño de tu gato para asegurarte de que esté cómodo dentro de ella.

Una vez elegida la caja, recorta un lateral para que pueda acceder por él y decórala como desees. Puedes pintarla o no, según tu gusto y habilidades, y en el interior colocar un cojín mullido o una manta o un edredón para que esté bien caliente. Otra opción es introducir una toalla con una funda de cojín y, a medida que sea necesario lavarlo, ir cambiando por otra toalla y otra funda sin problema.

Cama para gatos con prendas usadas

Si quieres crear una cama caliente para tu gato al tiempo que aprovechas para reciclar ropa que no utilices, esta es una manera estupenda. Seguro que tienes un jersey viejo que ya no usas o al que le han salido un montón de bolitas y ya no pones. También puede suceder con las bufandas, las sudaderas que tienen por dentro pelo o forro polar, y también con los polares.

Pues lo único que tendrás que hacer será coger el jersey o el polar y rellenarlo con el resto de prendas usadas hasta crear un cojín mullido que será su cama caliente. Una vez que lo hayas rellenado, solo deberás unir las dos mangas, aunque si eres manitas con la aguja, siempre puedes dar unas puntadas en la parte inferior del jersey para asegurarte de que, si se pone a jugar, no termine esparciendo todas las prendas por el suelo. No obstante, si está calentito, se dedicará a dormir y ni se le ocurrirá hacerlo.

Cama para gatos con una maleta

Gato entre sábanas
Gato entre sábanas/Foto: Pixabay

Esta es otra opción con la que podrás reciclar una maleta, si es que tienes alguna en casa que no uses y tiene una superficie dura. Sí es cierto que puede resultar un poco complicado como tarea de bricolaje, pero si eres mañoso te quedará preciosa. Tendrás que cortar y separar los dos lados de la maleta, y usar solo uno de ellos para fabricar la cama caliente.

Asegúrate de limar y rematar bien los bordes y los laterales de la media maleta para que no le quedan aristas en las que tu gato pueda hacerse daño. También puedes forrarla con una funda nórdica o de colchón pequeñas para evitarlo. Luego, en su interior coloca un cojín o una almohada bien mullida, o incluso alguna manta vieja del sofá que ya no uses. ¿Tienes un juego de sábanas de franela muy viejo e ibas a tirarlo? No lo hagas y aprovéchalo para la cama caliente de tu gato.

Cama para gatos con neumáticos

Esta opción es perfecta para las viviendas y las casas grandes. Necesitarás un neumático viejo para crear una cama de lo más bonita y calentita para tu amigo de cuatro patas. Consigue un neumático viejo, lávalo con agua y jabón, frotando bien los surcos con un estropajo y aclarando todas las veces que sea necesario. Una vez esté limpio y seco, píntalo del color que desees. La forma más efectiva de hacerlo es utilizar pintura en espray. Lo mejor es que lo coordines con el resto de los colores que imperan en la estancia donde vayas a colocarlo, así será un elemento más de la decoración. Este truco también te valdrá si quieres pintar neumáticos para usar en el jardín.

Una vez esté la pintura seca, solo tendrás que decidir cómo rellenar el neumático para completar la cama caliente de tu gato. Puedes elegir cualquiera de los métodos anteriores. Usa un jersey con prendas viejas, coloca una manta o un edredón y verás cómo tu querido minino disfruta de ese rincón tan especial para él. Y no olvides que, según cómo sea el suelo en que lo coloques, deberás asegurarte de que quede bien aislado y protegido de él para que no le entre frío. Para esto puedes usar una buena cantidad de ropa y cojines, pero en el caso de que sean frías baldosas, también puedes optar por colocar una alfombra vieja debajo de él para que le sirva de aislante.



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