Menos de la mitad de los jóvenes con conductas suicidas recibían ayuda psicológica

  • Agencia Atlas - 11/05/2023 17:00
Cuando tenía 18 años Isthar un día no pudo más y se intentó quitar la vida. "Se me vino el mundo encima y no veía otra opción, quería que parara el dolor", asegura después de que gracias al apoyo de su familia y de profesionales pudo superar esos pensamientos y ahora da charlas en los colegios. "Para dales herramientas a los estudiantes para que se puedan gestionar tanto ellos como las personas de su entorno si se da esta situación", subraya. No detectar las señales de alarma a tiempo y la ausencia de ayuda psicológica, sobre todo en los centros educativos, está detrás del aumento de conductas suicidas entre los menores.  Por eso, el presidente del Consejo General de Psicología de España, Francisco Santaolaya afirma que "es importantísimo que aumenten los psicólogos en la educación". A Lola la terapia le salvó después de intentar quitarse la vida en seis ocasiones. "Te ve un psicólogo o psiquiatra cada 4 o 5 meses", apunta. Y a Bernardo perdió a su hijo cuando tenía 17 años. "Observé en él conductas un poco raras, como aislarse, y cuando se observa eso, los padres tienen que ir al psicólogo", señala porque cree que si hubiera reaccionado a tiempo se podría haber evitado.  La asociación Alume Saúde Mental ayuda a los familiares tras estos fallecimientos, se les llama supervivientes del suicidio. "Se les considera supervivientes porque es un impacto emocional tan grande, que la vida queda afectada de una manera muy importante", explica su directora. Este tipo de duelo es un proceso largo y doloroso y su atención es vital para que no se cronifique.

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