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Esta semana las personas con VIH han recibido una noticia esperanzadora: van a empezar a poder recibir un tratamiento inyectable, que se aplica cada dos meses y permite prescindir de la medicación diaria. Es el último de los grandes avances en la investigación sobre el VIH de las últimas décadas. Hace 25 años una persona con VIH tenía que tomar, cada día, alrededor de doce pastillas. Diez años después, es decir, hace 15 años, llegó el primer tratamiento antirretroviral con una píldora al día. Ahora llega otra revolución: el tratamiento para el VIH inyectable. Desde esta semana, la Seguridad Social ha empezado a financiarlo para que los pacientes con vih reciban seis pinchazos al año y no tengan que preocuparse de tomar una píldora diaria. Chema es uno de los 600 españoles que han participado en el ensayo clínico. La inyección se pone una vez cada dos meses y, además de mejorar la calidad de vida de los pacientes, contribuirá a mantenerlos indetectables y por lo tanto intransmisibles, convirtiéndose así en un arma en la lucha contra la propagación del virus. Las personas con virus de la inmunodeficiencia humana tienen ahora una esperanza de vida prácticamente igual a la de la población no infectada, y la ciencia sigue avanzando. De hecho se estima que en una década se encuentra una cura funcional. Pero hay un aspecto que no avanza igual de rápido, el estigma, que sigue siendo la gran dificultad para las cerca de ciento cincuenta mil personas con VIH que hay en España. -Redacción-