Mientras escribimos estas líneas, una pequeña “riada” está haciendo estragos entre los viandantes en una calle de Madrid: cruzo por aquí, cruzo por allá, no hay escapatoria, me tengo que mojar las francesitas. ¡Y mira que, esta vez sí, AEMET había puesto alerta por lluvias! Pero siempre nos cuesta dejar atrás el verano…
Con el otoño llamando a las puertas de la capital, es hora de recuperar nuestros paseos por la naturaleza, cuando la temperatura baja y los árboles empiezan a adquirir tonos imposibles, quizás la mejor época para hacer senderismo: aquí van siete propuestas cerca de Madrid, incluyendo sus provincias vecinas.
La Pedriza
Comenzamos en una de las zonas de senderismo más demandas de la Comunidad de Madrid, en la puerta de entrada más al sur al Parque Nacional de Guadarrama. Siguiendo la carretera de La Pedriza, al oeste de Manzanares El Real, se encuentra este gigante batolito granítico de 3.200 hectáreas.
Son varios senderos los que la recorren, empezando por la Senda Maeso, una ruta corta pero dura de solo cinco kilómetros pero con una considerable pendiente que nos conduce al Yelmo, un enorme peña que supera los 1.700 metros de altitud.
A la Maeso podemos sumar la Senda del Cancho de los Muertos, una ruta circular de ocho kilómetros que lleva a la zona occidental de La Pedriza o la famosa Senda de la Charca Verde a la que puedes acceder desde el aparcamiento del Canto Cochino. Pero recuerda que está prohibido bañarse en la charca, aunque en otoño ya no apetezca tanto…
Camino Schmid
Nos vamos a la frontera entre Madrid y Segovia para conocer este famoso sendero de montaña que es otro must otoñal ya que transcurre entre emblemas de Guadarrama como Navacerrada o el valle de Fuenfría.
Formalmente se conoce como el PR-M/SG 5 pero es apodado así por Eduardo Schmid que fue quien señalizó la ruta que une el puerto de Navacerrada con el albergue del Valle de Fuenfría allá por 1926. Se trata de un camino lineal de casi 8 kilómetros que alcanza los 1.900 metros de altura. Si prefieres hacerlo con pendiente descendente comienza en el aparcamiento del puerto de Navacerrada para terminar en el aparcamiento de Majavilán en Cercedilla.
Boca del Asno (Segovia)
Ya que estamos al otro lado de la frontera con Segovia, no podemos dejar de visitar otra fantástica zona de senderismo que se encuentra a pocos kilómetros al norte junto al Centro de Visitantes de la Boca del Asno del Parque Nacional de Guadarrama, en pleno valle de Valsaín.
Además de otras rutas más largas y complejas, desde aquí parten dos senderos para todos los públicos en torno al río Eresma. Por un lado, el sendero azul de poco más de una hora de duración y, por otro, el rojo, circular que cruza el río a través de varios puentes. Además tienes la senda familiar, “en busca de las semillas perdidas”.
Hayedo de la Pedrosa (Segovia)
En el extremo oriental de Segovia, cerca de la frontera con Guadalajara, visitamos uno de esos bosques que con la llegada del otoño fascina al senderista por la increíble paleta de colores que nos regala.
Estamos en plena sierra de Ayllón donde crece el Hayedo de la Pedrosa que se extiende por algo menos de 90 hectáreas, siendo uno de los bosques de hayas más meridionales de Europa. Una de las mejores rutas para disfrutar de este tesoro segoviano es la que conecta con Riofrío de Riaza a lo largo de 12 kilómetros con un desnivel de 578 metros.
Bosque de la Herrería
Regresamos a la Comunidad de Madrid para visitar otro lugar con historia al lado de uno de los edificios más importantes de la historia de la arquitectura española. Con una superficie total de casi 500 hectáreas, este bosque fue en origen propiedad de Felipe II que puso aquí su coto privado de caza al lado de su palacio y monasterio. Buena parte del mismo pertenece ahora a Patrimonio Nacional.
Entre las rutas que podemos hacer en el Bosque de la Herrería destaca la que nos lleva al castañar y a la célebre Silla de Felipe II, ya sabes, ese trono pétreo que supuestamente usaba el monarca para ver el progreso de las obras de su palacio. Son algo más de ocho kilómetros de una ruta circular que comienza en la Oficina de Turismo de San Lorenzo de El Escorial.
Las Cárcavas de Pontón de la Oliva (Guadalajara)
Muy cerca del pueblo de Patones de Arriba, un emblema del norte madrileño, pero ya en Guadalajara, no dejes de acercarte a las Cárcavas de Pontón de la Oliva, un paisaje que te puede recordar a las famosas Médulas.
Se trata de un paraje que ha sido moldeado durante miles de años por las aguas de arroyos como el de La Lastra generando estas zanjas entre montañas de colores terrosos cubiertas esporádicamente de hierba. Una ruta circular de 12 kilómetros con un desnivel de 430 metros es la mejor forma de disfrutar de este paisaje tan singular.
Hayedo de Montejo
Y no hay otoño en Madrid sin el Hayedo de Montejo, un bosque que casi nos da apuro recomendar por la increíble veneración que despierta lo que conlleva un complejo sistema de reservas para poder ser visitado debido a la alta demanda.
Pero es que las 250 hectáreas de este bosque, también perteneciendo a la sierra de Ayllón, son el no va más en la región si hablamos de postales otoñales. La Senda del Río de 2,4 kilómetros es una de las opciones más asequibles para disfrutarlo siendo accesible para silla de ruedas o carritos de bebé en un 80% del recorrido.
