Aunque, a menudo, cuando se habla de bailes típicos, la mayoría de la gente piensa en Andalucía y el flamenco, son muchas otras las danzas regionales de nuestro país igual de fascinantes, vestigios de nuestras tradiciones y cultura popular.
Así que hoy vamos a centrarnos en unos cuantos de ellos para dar un repaso a los bailes típicos más famosos de España. Si tienes la posibilidad de verlos en directo si andas por alguna de estas regiones del país o asistes a alguna de las fiestas en las que los grupos de baile actúan, no te los pierdas.
Flamenco
El flamenco es un baile intenso y apasionado, que surgió en las comunidades gitanas de Andalucía. Pero el flamenco no es solo un baile. En él se fusiona la guitarra española, el cante, las palmas y el castañeo, que con la maestría de los bailaores lo convierten en un espectáculo único.
Sin duda, toda una experiencia que tienes que vivir de primera mano, así que si tienes una de las «catedrales del flamenco en España» cerca, no dudes en asistir a uno de sus espectáculos.
Sevillanas
Aunque puede haber algún turista despistado que crea que el flamenco y las sevillanas son lo mismo, es necesario sacarlo de su error, pues no lo son. La sevillana, como su nombre indica, es el baile típico de Sevilla, ciudad en la que nació. La sevillana se baila por parejas al ritmo de la guitarra y del cante, con una estructura de cuatro partes con movimientos que, aunque se repiten, sufren algunas ligeras variaciones. Es sencillo de aprender y muy popular en fiestas y eventos como la Feria de Abril.
Muñeira
La muñeira es el baile regional de Galicia, aunque también se baila en algunas zonas de Castilla y León y de Asturias. Se baila por parejas, con movimientos rápidos y dando algunos saltos con las manos puestas en alto. Las ropas de los bailarines son inconfundibles: ellas con su falda larga, chaleco, camisa blanca y zuecos, y ellos con la camisa blanca, el chaleco, un paño, la faja y los zuecos.
El ritmo lo marcan los tambores, las panderetas o panderos y las gaitas. A muchos les recuerda al Jig y cuenta con una serie de pasos básicos como el «delante-detrás», «punta-tacón» y picados. Se trata de un baile alegre y festivo, y resulta habitual verlo en actuaciones de grupos y asociaciones regionales, así como en las fiestas patronales que se celebran por toda la comunidad gallega.
Jota
La jota es otra de las danzas típicas más conocidas de España. Se originó en las comunidades de Asturias, Cantabria y Aragón, y también se caracteriza por esos pequeños saltos al bailar con rápidos movimientos de los pies. La ropa cambia en función de la región donde se practica, aunque lo que todas tienen en común es que se baila con los brazos en alto, al tiempo que se tocan las castañuelas.
Sardana
La sardana es otro de los bailes típicos más conocidos del país. Se trata de la danza nacional de Cataluña y se baila desde el siglo XVI. Los danzantes se colocan en círculo y se cogen de las manos, alternándose mujeres y hombres, y realizando movimientos al ritmo de la música en este círculo cerrado. La música para bailar la sardana la ponen las agrupaciones tradicionales con las castañuelas, las palmas y las guitarras.
Pasodoble
El pasodoble es uno de los bailes españoles más conocidos. Se originó en el siglo XVI, evolucionando de una marcha militar de las tropas de infantería. Pero aquello derivó de tal forma que terminó convirtiéndose en una danza que se bailaba en plazas de toros y festejos, hasta la manera tradicional con la que hoy conocemos al baile. Su nombre te indica cómo se baila, pues solo hay que dar dos pasos al ritmo de la música con rapidez. El pasodoble se baila por parejas, con las dos personas de frente cogidas por la mano izquierda y derecha.
Chotis
El baile más castizo de Madrid y uno de los más conocidos de nuestro país es el chotis. Se baila por parejas, pero mientras el hombre permanece quieto y erguido, es la mujer la que se mueve a su alrededor y lo agarra para hacerlo girar sobre sí mismo, mientras el ritmo lo marca un organillo.
Resulta inevitable relacionarlo con las fiestas de San Isidro, aunque si nos remontamos en el tiempo para saber cuál es su origen, siempre sorprende recordar que este se encuentra en la región de Bohemia, en la República Checa, donde se bailaba el Scottisch, una danza proveniente de los campesinos escoceses. La primera constancia documental que se tiene de cuándo se bailó en la tierra madrileña por vez primera para convertirse en algo muy nuestro fue en el año 1850, en el Palacio Real.