Las calas escondidas de la Costa Brava

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No es fácil “esconderse” en ningún lugar de la Costa Brava, al menos en temporada alta, pero desde luego que hay lugares un poco menos frecuentados en el litoral de Girona que Illa Roja, Santa Cristina o Calella de Palafrugell, pese a la belleza indiscutible de estos enclaves más populares. 

Porque el mejor recurso para descubrir calas recónditas es el tiempo: tomárselo con calma e indagar hasta encontrar ese trocito de paraíso solo para ti y los tuyos. Nosotros te proponemos esta ruta desde Tossa de Mar hasta Portbou: casi 200 kilómetros de costa en los que, a buen seguro, encontrarás rincones solitarios además de estas siete venerables (y más o menos secretas) calas y playas. 

Cala Futadera 

Cala Futadera - Depositphotos
Cala Futadera – Depositphotos

Comenzamos nuestra ruta pasando por Tossa de Mar y acercándonos a Cala Futadera, uno de esos rincones en los que se puede disfrutar de una jornada inolvidable sin pelear por el metro cuadrado para colocar la toalla. Protegida por un acantilado y envuelta por la naturaleza, es una estampa que explica a la perfección por qué a esta costa se le llama “brava”. 

Eso sí, tendrás que hacer un considerable esfuerzo para llegar hasta aquí, lo cual explica que, a pesar de su belleza, sea un lugar aún no masificado. Otra cosa son las embarcaciones que lo tienen más fácil para llegar por mar.  

Cala Canyers 

Cala Canyers - Depositphotos
Cala Canyers – Depositphotos

Entre Palamós y Calella de Palafrugell nos detenemos para descubrir tres de las mejores calas de la zona, comenzando en Canyers. Si te gusta caminar, te recomendamos que hagas la ruta desde Cala Castell, tomando el camino que pasa cerca del poblado ibérico de Castell que se ubica en un precioso promontorio que se adentra en el mar: los indigetes descubrieron un poco antes que nosotros la belleza de la Costa Brava… 

Se trata de una pequeña cala de algo más de 20 metros de largo por ocho de largo que ofrece una imagen entrañable con sus casas de pescadores, aunque un poco más allá también encuentres chalets y piscinas. Pero esto es la Costa Brava, para lo bueno y para lo menos bueno. 

Cala Estreta 

Cala Estreta - Wikiloc
Cala Estreta – Wikiloc

Y ya que estamos aquí y hemos calentado motores desde la Cala Castell, ¿por qué no seguimos caminando un poco más hasta uno de los rincones más bonitos de Cap Roig?: se trata de Cala Estreta con su icónica forma de media luna generada por un gran arrecife. 

En uno de sus extremos se encuentra una barraca de pescadores que ya aparece documentada desde el siglo XVI, aunque su estructura actual es mucho más moderna, habiendo sido restaurada por el Ayuntamiento de Palamós que informa que es posible solicitar su uso durante un día.  

Cala del Crit 

Cala del Crit - Depositphotos
Cala del Crit – Depositphotos

Y como no hay dos sin tres, no dejamos aún Cap Roig (aunque ya entrando en el municipio de Mont-ras) porque todavía tenemos que darnos un baño en la Cala del Crit. Y además de su belleza es una cala de leyenda: cuentan que el nombre de la misma proviene del grito de la hija más joven de un habitante de la zona cuando fue secuestrada tras una incursión de piratas sarracenos que asolaron esta costa durante siglos. 

Aunque el acceso a esta cala tampoco es sencillo, sus 150 metros de grava y arena gruesa harán las delicias de los fanáticos de las calas escondidas. Además, aquí también se ubican unas viejas casetas de pescadores que completan una estupenda estampa. 

Cala Jugadora 

Damos un salto hasta el norte de la Costa Brava para adentrarnos en otro icónico cabo de la Costa Brava: el Cabo de Creus que configura el primer parque natural marítimo-terrestre de Catalunya incluyendo dos reservas naturales integrales, la del municipio de Cadaqués y la del Cap Norfeu en Roses. ¿Y qué supone esto? Que si quieres que este espacio siga tan “bravo” no te salgas de los itinerarios habilitados. 

A donde sí nos podemos salir un rato es a Cala Jugadora, uno de los emblemas de esta zona por su extraordinario marco paisajístico: aquí la naturaleza más frondosa del sur deja paso a la aridez y a la piedra vista, un tesoro para los fanáticos de la geología… y de los baños salvajes en el Mediterráneo. 

Cala Taballera 

Cala Taballera - Depositphotos
Cala Taballera – Depositphotos

Te proponemos otra ruta para llegar por tierra (si no tienes un amigo con barco que te lleve por mar) desde el Port de la Selva en una hora y media aproximadamente. Y es que esta cala es una de las más escondidas de toda la Costa Brava por lo lejos que está de cualquier aparcamiento de vehículos, una suerte para los que no nos asusta andar un poquito. 

Se trata de una impresionante cala que se ubica al fondo de una larga lengua de mar que avanza tierra adentro lo que ha atraído desde tiempo inmemorial a los navegantes: conquistadores, comerciantes, piratas… y amigos con barco. 

Platja del Pi   

Nuestra ruta por las calas escondidas de la Costa Brava llega a su fin en Portbou, ya muy cerca de la frontera con Francia. Se trata, de hecho, de la primera (o última) playa accesible por tierra de la Costa Brava. Y de nuevo deberemos andar un poco para llegar a ella siguiendo el camino de ronda desde la playa principal de Portbou ubicada al sur. 

Su nombre deriva de los pinos que tiempo atrás enmarcaban una cala que cuenta con unos 40 metros de longitud y está protegida por acantilados y arrecifes. Además, puedes buscar por la zona la denominada cova del Pirata. ¿Os hemos dicho ya que por aquí siempre hubo mucho pirata? 

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