No llega a 40 kilómetros de longitud, pero menudos 40 kilómetros: del humilde nacimiento entre aldeas en Forcarei a la desembocadura bajo el imponente puente de Ponte Sampaio en la ría de Vigo, generando a su paso la primera playa fluvial con bandera azul de España, una apreciada zona de barranquismo, un mítico puente colgante y los famosos Pasos de Portasouto, entre otros rincones únicos, siempre rodeados de exuberante vegetación. Así es el Verdugo, uno de los ríos más bonitos de España.
Recorriendo el río Verdugo, un paraíso fluvial en Pontevedra
Ya sabes que no siempre es sencillo encontrar el nacimiento de un río, que en ocasiones es mucho más esquivo que su caudal posterior, como sucede con el Esla, por ejemplo. Pero en el caso del Verdugo hay menos pérdida: has de irte al sur del concello de Forcarei “cuna del Umia, Lérez y Verdugo”, concretamente a la confluencia de tres aldeas, Cernadelo, Fontegrande y Regotraveso.
Los diferentes regueiros van fundiéndose hacia el sur pasando ante el concello de Beariz en el extremo noroccidental de Ourense donde puedes cruzar el primer monumento destacado en el curso del Verdugo: el pequeño puente de origen romano de Ricovanca.
Una vez en A Lama, de vuelta a Pontevedra, el Verdugo continúa su descenso hacia el sur pasando por A Barcia y Seixido donde encontramos uno de los muchos tesoros naturales que ha contribuido a formar el Verdugo: la cascada de Fervenza de A Fírveda.
Desde aquí el río va virando hacia el oeste pasando ante la primera playa fluvial que encontraremos en su curso: en la propia localidad de A Lama, capital del concello homónimo, una tranquila zona de baño flanqueada por dos puentes.
Playa (y sendero) con bandera azul en Ponte Caldelas
Pero el emblema del río Verdugo y una de las playas fluviales más famosas de España está un poco más al oeste, ya en el concello de Ponte Caldelas: se trata de la playa de A Calzada, la primera fluvial en todo el país en ser reconocida con bandera azul.
Es cierto que solo en Pontevedra encontramos casi 60 playas con bandera azul, pero la de Ponte Caldelas es un hito para la provincia: no solo puedes disfrutar de baños refrescantes, seguros y con todas las comodidades en el litoral marítimo pontevedrés, sino también al interior.
Para completar este atractivo entorno natural de Ponte Candelas, el Sendero Azul del Río Verdugo, certificado por la misma entidad encargada de conceder las banderas azules para las playas.
Se trata de un recorrido circular de algo más de ocho kilómetros que arranca de la propia localidad de Ponte Caldelas, pasa ante el célebre Monumento al Pescador de Caña y la playa fluvial, para después profundizar en la naturaleza más exuberante del concello, nutrida por el Verdugo.
A inicio del sendero puedes conocer también la historia del Balneario de Ponte Candelas que aprovechó las aguas del Verdugo hace un siglo con el siguiente reclamo: “las únicas en España que pueden sustituir a las de La Toja”. Recientemente se intentó edificar una nueva construcción que recuperara el espíritu del viejo balneario, pero la historia no acabó muy bien.
Y en la parte final del sendero, otro pequeño tesoro del Verdugo: los pasos de Portasouto, una serie de bloques de piedra sobre el río que permiten cruzar de una a otra orilla.
Barranco y Puente Colgante en el Verdugo
Tras recorrer el Sendero Azul del Verdugo continuamos río abajo para alcanzar otro de los puntos más interesantes de este recorrido: el barranco y la Fervenza da Roca. Para llegar a estar lugar debes acercarte a la zona de la Central hidroeléctrica Feixa, al norte de donde se ubica esta zona muy apreciada por los aficionados al barranquismo.
Río arriba se encuentra Fervenza da Roca, uno de los tesoros mejor guardados del Verdugo. Y en este caso es literal ya que el acceso a esta cascada es todo un reto propio de Indiana Jones. Pero los que logran alcanzarla hablan maravillas. De cualquier forma, mucha precaución porque no hay señalización y es un espacio peligroso por los riesgos de caídas, especialmente con mal tiempo.
Si seguimos hacia el sur nos adentramos ya en el concello de Soutomaior cuyo límite natural con el concello de Pontevedra está marcado por el propio río Verdugo. Tras pasar cerca de la Fervenza do Rego do Inferno, otra cascada de difícil acceso, llegamos al puente colgante.
Se trata de un lugar muy especial puesto que aquí se produce la confluencia del Verdugo con el Oitavén que llega del sur, haciendo crecer el caudal del Verdugo que pasa a ser navegable: otro escenario propio de una peli Indiana Jones, con pequeña playa fluvial incluida.
La desembocadura del Verdugo
Ya rumbo al oeste, el penúltimo hito del río es el Puente Medieval del Río Verdugo, al sur de Comboa. Junto a esta localidad también se encuentra un bonito mirador del río desde el que apreciamos los meandros que conducen a la desembocadura.
Esta se produce en Ponte Sampaio, al sur del concello de Pontevedra, entre Vilaboa y el propio Soutomaior. Ya con una considerable anchura previa a su entrega de aguas al Atlántico en la ría de Vigo, aquí encontramos el Ponte Medieval de Ponte Sampaio.
Construido sobre cimientos romanos, este puente fue testigo de diversos eventos históricos, como la llegada de Almanzor que lo destruyó a finales en el 977 de camino a Compostela o la batalla de Puente Sampayo contra los franceses en plena Guerra de la Independencia.
La estructura actual suma 144 metros de largo por diez de ancho y diez arcos ligeramente apuntados entre los que se ubican grandes tajamares de planta triangular cubiertos con formas piramidales: la guinda monumental a uno de los ríos más bonitos de España.
Mira, neno/nena ou o que escrebe o blogue este.
Seica escrebes a parola ou nome de onde sae o Verdugo….(Coma Redondela é tan pequena….bla, bla,…)
Deberías saber que en lingua galaica non é separado «Ponte Sampaio»
Escrebese en galaico así, tudo xunto:
Pontesanpaio, e sen «m» antes da «p»
Xa que a norma non se cumpre no galaico. Pois vinha de A Ponte do san Paio (logo «pelágico»)
Exempro, Benposta; non Bemposta
Xa cos nomes sonche cousas da fonética a qué fai referenza e logo péganse do mesmo xeito na nosa lingua; moi a pesar dos acordos da xuntanza dos da lingua normogalaica acastrapada e castrada….
Ise é outro tema…
Tudo xunto e con n, Cho Digho Eu