Viajar en avión, sobre todo para quien no está muy acostumbrado, supone adaptarse a una serie de reglas que a veces pueden confundir sobre lo que se puede y no se puede llevar en la maleta. Al problema con los líquidos en los bultos de mano, a menudo se suma uno un poco más desconocido sobre la comida: ¿Se puede llevar comida en el avión? ¿Hay algún límite de peso? ¿Los alimentos tienen que estar empaquetados de una manera específica?
«Todas estas dudas nos las plantean nuestros clientes cuando quieren viajar y llevarse ibéricos para quienes les acogen en la zona de destino», cuentan desde neveraespanola.com, uno de los principales comercios online de venta de embutidos y jamones. Y es que la duda es razonable. De hecho, no es tan sencillo responder a la pregunta de si se puede llevar jamón en el equipaje de mano o si es posible subir comida al avión. Esto va a depender de distintas variables: la compañía, el destino, la normativa del país de salida e, incluso, qué alimentos, en qué cantidad y cómo se transportan.
Por tanto, aquellos que quieren saber si se puede llevar embutido en el equipaje de mano deben conocer con precisión la respuesta a todos estos condicionantes. De otro modo, es muy posible que se encuentren con el problema de que la comida no pasa el control del aeropuerto y se ha de optar por dejarla allí y viajar sin ella, con lo que se perderá tanto el dinero como la ilusión con la que se lleva en la maleta.
Además, no hay que hacer importantes distinciones entre los distintos tipos de alimentos. No es lo mismo reflexionar sobre un producto enlatado que sobre si se puede llevar jamón envasado al vacío a Estados Unidos. «En el caso de los productos de origen animal, hay una normativa general especial que se puede consultar en las páginas webs oficiales tanto de la Unión Europea como de las distintas compañías», precisa desde neveraespanola.com.
Así, su recomendación es saber bien si se puede pasar comida al aeropuerto y adquirir los productos con los que se quiere viajar con posterioridad «para evitar disgustos».
Viajar en la Unión Europea
La normativa es clara en este punto, si se va a viajar a cualquier punto de la Unión Europea, con los alimentos de origen animal o vegetal se sigue el mismo espíritu de la UE: libre circulación. Eso, por supuesto, siempre y cuando se sigan una serie de pautas de obligado cumplimiento. Así, se puede llevar carne, embutidos e incluso quesos siempre que sean para un consumo personal. En este sentido, hay que entender que por «consumo personal» se entienden cantidades moderadas.
¿Qué quiere decir esto? Que se puede llevar queso en el equipaje de mano siempre que sea una serie de porciones envasadas al vacío, o un par de quesos. Aquí reina el sentido común: llenar una maleta exclusivamente de quesos o lomos ibéricos puede, y es obvio, generar sospechas y saldarse con que la maleta se quede en el control de seguridad.
Así pues, la respuesta a si se puede llevar jamón en el equipaje de mano es que sí. Pueden estar tranquilas las personas que quieren sorprender en Navidad a sus familiares que viven fuera llevando un buen plato de jamón a su mesa.
Algo, por otro lado, cada vez más habitual: la actual situación de libre tránsito ha hecho que muchas personas salgan a estudiar o buscarse la vida fuera, y una de las cosas que más añoran en la distancia es el sabor de los ibéricos. La facilidad de viajar con estos productos hace que se pueda cumplir con ese deseo de sorprender con el mejor embutido o un queso de gran calidad en cualquier visita que se haga.
Realizados en la UE
Una condición indispensable para viajar con alimentos en avión, en el equipaje de mano, es que estos estén producidos dentro de los países que conforman la Unión Europea. Esto es así porque existen unas reglamentaciones y un marco común que establece de qué modo hay que llevar a cabo ciertos procesos de maduración, conservación, cocinado, etc.
De esta manera, cualquier alimento producido en la UE ha tenido que pasar por una serie de controles similares tanto si han sido producidos en España como si se han hecho en Alemania. Por supuesto, esto incluye el hecho de que los alimentos, sobre todo si hablamos de vegetales, no hayan sufrido ninguna plaga o que los ibéricos no sean víctima de ningún tipo de enfermedad.
A este respecto, hay que hacer un apunte importante, puesto que al hablar de alimentos realizados en la Unión Europea no solo hay que incluir a los 27 miembros, sino que en este grupo están englobados otros destinos como Andorra, Islandia, Liechtenstein, Noruega, San Marino y Suiza.
Las plagas y las enfermedades
Se ha hecho referencia a las plagas y enfermedades, y es preciso, por ello, ocupar un capítulo específico para esto para dejar todos los condicionantes claros a las personas que se preguntan si se puede llevar jamón en el equipaje de mano u otro tipo de alimentos en las maletas.
Los diferentes países que conforman la Unión Europea cuentan con autoridades sanitarias en contacto continuo. Una de sus labores es la de informar sobre cualquier riesgo de plagas, enfermedades animales o brotes que puedan poner en peligro la calidad de los alimentos.
Esto puede hacer que, de manera inmediata, sin aviso y de un día para otro, se pase de poder llevar un determinado tipo de queso en el equipaje de mano a que esto resulte imposible.
Algo a tener muy en cuenta, puesto que en ocasiones ocurre y las personas afectadas piensan que se está siendo injustos con ellos, cuando en realidad han tenido la mala suerte de estar en el lugar indicado en la hora menos adecuada. Y, claro, con el producto menos afortunado.
¿Y el Brexit?
La reciente salida del Reino Unido de la Unión Europea ha generado nuevas dudas sobre el transporte hacia las islas británicas y, por supuesto, a si se puede llevar comida a Inglaterra por el Brexit. ¿Qué ocurre con esto? ¿Ha cambiado algo? ¿Hay más limitaciones a la hora de llevar comida a Inglaterra en avión?
Actualmente hay muchas dudas con eso. Hay que entender que se trata de un proceso abierto y que UK está en plena transición, por lo que la mejor recomendación es pensar que se trata ya de un país no perteneciente a la UE y, por tanto, tomar la decisión de transportar cosas bajo esa premisa. En ellos, lamentablemente, no está contemplado el transporte de carne ni productos lácteos.
Limitaciones de transporte de alimentos dentro de la UE
El hecho de poder llevar embutido en el equipaje de mano a cualquier país de la UE no quiere decir que todo esté permitido y que se pueda echar cualquier cosa y de cualquier manera. De hecho, ya se ha indicado que el primer punto a tener en cuenta es que esté justificado que es para consumo personal y, por tanto, no se trate de cantidades exageradas.
Además, al portar alimentos el viajero se compromete a colaborar en todo momento con las autoridades tanto del aeropuerto de salida como del de destino. Esto quiere decir que hay que mostrarse completamente colaborativos cuando se solicite hacer un control oficial y registrar tanto las maletas de mano como el equipaje facturado.
No tiene que haber problemas siempre que lo que se lleve cumpla con las condiciones de estar realizado en la UE, correctamente empaquetado y en cantidades razonables. En caso contrario, es posible que la autoridad competente decida requisar los productos cárnicos o lácteos y destruirlos, sobre todo si estos no han sido declarados.
Por supuesto, esta acción conlleva otras consecuencias negativas para el viajero, que puede ser sancionado con una multa o, si la cosa fuese más grave, con la ejecución de un proceso penal que pueda conllevar penas de cárcel.
Especial cuidado hay que tener si se transportan especies animales o vegetales protegidas por alguna normativa adicional. Evidentemente, si el producto se ha adquirido en un comercio legal y que cumpla con la ley europea, esto no tiene que ser un problema, pero es algo a tener en cuenta si se va a tratar de pasar algo de este estilo.
De hecho, se contemplan ciertos tipos de permisos para viajar con determinadas mercancías. Estos permisos hay que solicitarlos previos al vuelo y los alimentos deben ser autorizados para poder entrar en el avión. Hablamos de alimentos como el caviar u otros que están registrados en una lista de referencia de la UE.
Limitaciones de transporte de alimentos fuera de la UE
¿Y qué ocurre con los países que no forman parte de la Unión Europea? ¿Se puede llevar jamón envasado al vacío a Estados Unidos? ¿Se puede llevar jamón a Argentina? De nuevo, todo dependerá de las normativas de los distintos países. De manera genérica, los estados que no forman parte de la UE no permiten entrar con alimentos debidamente envasados.
Sin embargo, es de vital importancia consultar, previamente al vuelo, las condiciones de entrada de alimentos al país. La legislación y la normativa de Argentina puede ser completamente distinta a la de un país como los Estados Unidos. Por eso no se puede ofrecer una respuesta válida para todos los casos.
Lo más habitual en estos casos es apostar por facturar esos alimentos y no llevarlos en el equipaje de mano. De esta manera, es mucho más seguro que se pueda entrar con ellos, sobre todo si se llevan debidamente envasados al vacío.
Las embajadas de esos países en España pueden dar respuesta a este tipo de dudas, y son una importante fuente de información para conocer tanto las limitaciones, como los productos que están directamente prohibidos, como las cantidades y la forma recomendada de portarlas. Todo ello eliminará la posibilidad de encontrarse problemas una vez que se baja del avión y, de pronto, las autoridades del control comienzan a pedir explicaciones.
El mejor empaquetado
A lo largo de este artículo que trata de responder a la pregunta de si se puede llevar jamón en la maleta de mano u otros quesos e ibéricos en el vuelo, ya se ha hablado en varias ocasiones del mejor empaquetado de los embutidos: el envasado al vacío. En primer lugar, por una mera cuestión de conservación: la mejor forma de llevar un alimento sin que este pierda propiedades, envejezca o pierda calidad es este.
Pero es que además se trata de un sistema muy interesante desde el punto de vista sanitario. Con el envasado al vacío se evita que el alimento pueda sufrir alguna contaminación o se roce con algún material o sustancia que resulte negativo para la pieza. Otra de las ventajas del envasado al vacío es que se puede viajar con el embutido ya loncheado o partido en cuñas para su más fácil consumo. Esto es vital, sobre todo, para piezas como el jamón. ¿Quién va a encontrar un jamonero en Austria?
A todo ello hay que sumar una última característica: con el envasado al vacío el producto no huele, no suda, no mancha. Esto permite introducirlo con toda comodidad en la maleta de mano sin temor a molestar al resto de viajeros con olores intensos o cualquier otro tipo de incomodidad derivada de llevar estos productos tan sabrosos fuera de nuestras fronteras.
Esta amplia guía sobre si se puede llevar jamón en el equipaje de mano o facturado en la maleta es ideal para todos aquellos que quieren llevarse el mejor sabor ibérico de España a otras latitudes.
Sabiendo que se puede llevar embutido en el equipaje de mano dentro de la UE y en muchos otros destinos, mucha gente se animará a sumar esto a sus imprescindibles de viaje, junto con el neceser y un libro. Y sorprender así a familiares y amigos que esperan en la ciudad de destino o, incluso, darse el lujo de comer lo mejor de nuestra tierra en lugares lejanos.
*Contenido elaborado el colaboración con una marca