Biyín y Auronplay: los tweets de 2013 que los dejan en evidencia
Más allá de la polémica que se ha levantado por el humor negro que utilizaron hace una década, el youtuber Wismichu también ha añadido leña al fuego y se desmarca de Biyín.
Helena Celma
Actualizado a
La cultura de la cancelación es uno de los riesgos de exponerse en las redes. Cualquier comentario sacado de contexto puede ser susceptible de recibir una campaña de odio en las redes. Sin embargo, hay veces que la cancelación llega a ser comprensible, sobre todo si tenemos en cuenta que lo que dicen o hacen ciertos influencers tiene repercusión para un gran número de seguidores detrás. Esto es precisamente lo que le ha pasado a Sara Moledo, alias Biyín, y a su pareja, Auronplay.
La streamer gallega ha salido a la palestra por unos tweets que hizo sobre Yeremi Vargas, un niño que desapareció cuando tan solo tenía siete años. El pequeño fue visto por última vez el 10 de marzo de 2007, hace más de quince años, cuando su abuela llamó a todos los familiares para que vinieran a comer y él nunca apareció. El caso fue muy mediático y la ayuda que recibieron por parte de todos los vecinos de Gran Canaria fue mayúscula, llegando a desplegar a 400 participantes en los dispositivos de búsqueda del pequeño.
Hace pocos días, el youtuber Alex Blaze 16 entrevistó a Ithaisa Suárez, la madre de Yeremi Vargas, para hablar largo y tendido sobre el acoso que sufrió en las redes sociales a raíz de la desaparición de su hijo. Ahí fue cuando dio nombres y apellidos de las personas que más daño le hicieron, y una de ellas fue Biyín.
En la entrevista confesó que necesitó tomar medicación por “los ataques de ansiedad” que sufría por culpa de los comentarios en Twitter. “Recibimos muchísimas llamadas. Tuiteros que me hicieron muchísimo daño. Por ponerte un ejemplo, una de ellas era Sara 'Biyín', que de hecho ahora es muy famosa. (...) En su momento hacía humor negro, eso le llamaban, y recuerdo que hizo bastante humor negro enfocado hacia mi hijo Yeremi”, explicaba Ithaisa Suárez.
La madre les pidió que pararan, pero según ella, “no paraban y se reían en grupo”, por lo que tuvo que acabar denunciando en 2013. Al dolor que supone para una madre la desaparición de su hijo, tuvo que añadirse leer comentarios deleznables seis años después.
Por lo que explica Ithaisa en la entrevista, Biyín formaba parte de un grupo llamado “Comando Troll” en el que hacían humor negro. También estaba un usuario, @Aparcada, que llegó a decirle que su hijo estaba “descuartizado en una cuneta en frente del Tropicana”.
El humor negro en Twitter por aquel entonces era durísimo. No hay más que ver los tweets que escribió Biyín en 2013.
Las justificaciones de Auronplay y Biyín
Ante el aluvión de críticas que les llegaron, los streamers no pudieron mantenerse al margen. Sara se justificó diciendo que en aquella época estaba muy mal porque acababa de salir de una depresión y que le pareció “guay” formar parte del grupo de los twitteros que hacían humor negro. “Me divertía muchísimo ver a todas estas personas haciendo humor negro. Yo decía ‘joder, quiero ser como ellos, ser guay y tener un montón de seguidores’, y empezamos a competir por ver quién pone la burrada más grande”, dijo en el stream.
Referente a la madre de Yeremi Vargas, llegó a insinuar que alguien le había “pagado” para dar su nombre, ya que ella nunca había insultado a su hijo por redes. "Es una señora que me acusa de unas cosas que yo no sé si se está equivocando o alguien le está pagando. Llega un punto en que ya no sé ni qué creer. Quiero pensar que esta persona se está confundiendo... Soy muchas cosas en esta vida, pero gilipollas y tonta no lo soy. Sé lo que he hecho y lo que no", decía la streamer.
Según ella, los comentarios hacia la familia fueron obra del grupo del que formaba parte, pero no reconoce la responsabilidad individual. Eso sí, ante los comentarios ‘filonazis’ que escribió, poca defensa le queda. Aquí hay una pequeña recopilación de ejemplos que corresponden a publicaciones en perfiles de los diferentes usuarios que ha tenido a lo largo de los años:
Wismichu, el tercero en discordia de la polémica
Si la polémica estaba al rojo vivo, con la entrada de Wismichu en el conflicto pasó a estar directamente en llamas. Ante las acusaciones de escribir tweets filonazis, el youtuber y ahora streamer quiso desmarcarse públicamente, sobre todo después de que ella lo nombrara en su stream.
El gallego quiso explicar la relación de amistad que tuvo con ella y cómo se acabó: “Lo que me ha hecho aquí no es ni de lejos lo más grave”.
En un largo hilo de Twitter, muestra capturas de pantalla de una conversación en 2020 donde ella explica por qué se posicionó a favor de Dalas. Para ponernos en contexto, Dalas es un youtuber con el que Wismichu tuvo serios problemas, con denuncias cruzadas por acoso. A pesar de que Auronplay y el streamer gallego eran amigos y llegaron a hacer varios shows juntos, él y su pareja Botín prefirieron hacer las paces con el controvertido youtuber. “Prefirió salvar el pellejo ante unas amenazas de un ser que nadie toma en serio a cuidar a las personas de sus alrededores”, lamentaba Wismichu.
Además, les acusó de vivir obsesionados con los números. “No se dan cuenta de que lo realmente importante está fuera de redes”, señaló entonces. “Prefieren cuidar mejor sus relaciones con canales que les pueden hacer daño a cuidarlas con gente que les ha aportado algo en sus vidas”, añadía.
El momento en el que Auronplay se desmarcó de Wismichu fue cuando el gallego subió un vídeo de 45 minutos hablando sobre las acusaciones que vertía Dalas sobre él.
Auron también tuvo problemas con Dalas en el pasado y por ello su nombre apareciese salpicado en el vídeo. “En cuanto supo que yo iba a responder a Dalas y a todos sus vídeos en febrero de 2021 [lo llame por teléfono para avisarle porque estaba involucrado] se apresuró en decir en la entrevista que tenía esa misma tarde con Ibai que nunca fuimos amigos”, explicaba en el hilo.
Por lo tanto, esta polémica ha servido para reflexionar sobre varios asuntos. La primera de todas es que hay que pensar dos veces lo que publicamos en Internet, porque el rastro que dejamos es inalterable. Por mucho que se excusen en “una mala época”, la realidad es que todos ellos han firmado esas palabras, y a cada cual más grave.
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La segunda es que la fama y el temor a perderla pueden influir en las decisiones que se toman. No hay más que ver casos anteriores de otros influencers, como por ejemplo, en el Dulce Squad. El grupo de amigos encabezado por Dulceida se disolvió por la polémica de las gafas de sol con los niños africanos. Cuando las críticas la envolvieron, pocos amigos salieron a defenderla. “Empecé a ver como todos mis amigos, que eran influencers de mi grupo, estaban callados. Cagados”, explicaba ella en su documental Dulceida al Desnudo.