‘One Piece’ desembarca en Netflix
Las aventuras de Eiichiro Oda, el creador del manga más vendido de la historia, llegaron al ‘streaming’ el 31 de agosto. Tras ver los ocho capítulos, la crítica coincide en un mismo punto: la fidelidad del manga es impresionante.
Los fans del manga estaban un poco hartos de que las adaptaciones en live action jugaran con sus sentimientos. Especialmente después del chasco de adaptaciones de míticos animes como Death Note o Cowboy Bebop. Pero eso se acabó. La nueva serie de One Piece ha llegado para dejar claro que los animes con personajes reales también pueden ser un éxito.
La serie, basada en el manga creado por el japonés Eiichiro Oda, se estrenó en Netflix el 31 de agosto. Los críticos que pudieron acceder en primicia a los ocho capítulos que componen la primera temporada ya anunciaron que este live action era diferente. En este caso, el parecido al manga original es absoluto. Pronto el público ha podido constatar esta fidelidad y ahora la serie no solo lo está petando entre los fans del anime sino que también ha llegado a nuevos espectadores.
Pero el camino hasta aquí no ha sido fácil. El manga de One Piece es uno de los más populares de la historia de este género japonés y las expectativas estaban muy altas.
Un manga “inadaptable”
El manga de One Piece cuenta la historia de Monkey D. Luffy, un joven pirata con el sueño de convertirse en el Rey de los Piratas. Luffy adquiere poderes sobrenaturales después de comer la fruta del diablo, que le otorga la capacidad de estirar su cuerpo como si fuera goma. Con el objetivo de encontrar el “One Piece”, Luffy forma una tripulación diversa y carismática de piratas llamada los Piratas del Sombrero de Paja. Juntos se embarcan en una búsqueda épica para encontrar este tesoro legendario, enfrentándose a enemigos y criaturas peligrosas.
Si por algo destaca One Piece es por ser uno de los mangas más largos. Las primeras aventuras de Luffy llegaron al público en 1997, cuando se estrenó el primer tomo dibujado y diseñado por Oda. A 6 de septiembre de 2023, el manga tiene alrededor de 1.090 capítulos, recopilados en 106 tomos. Estos se han adaptado en un anime que también supera los 1.000 episodios.
La longitud de la historia se suma a la magnitud y complejidad de la trama. No olvidemos que se trata de las aventuras de un pirata que se enfrenta a poderosos enemigos. Los dibujos del manga son dinámicos, incluyen peleas explosivas y algunos de sus personajes hacen cosas que el cuerpo humano simplemente no puede hacer.
Todo ello hacía muy complicada una adaptación live action, por lo que los fans se mostraron muy escépticos tras el anuncio de Netflix. ¿De verdad iban a poder hacer una serie con personajes reales que estuviera a la altura de la obra de Oda?
Un creador exigente pero satisfecho
La crítica coincide en que la serie de Netflix ha conseguido hacerle justicia al manga original. Para ello ha sido fundamental la colaboración del creador Eiichiro Oda, que ha participado como productor ejecutivo en el proyecto junto al equipo de Tomorrow Studios. Desde el principio, Oda tenía claro que no se podía hacer una adaptación a la ligera y su exigencia para conseguir un producto de calidad ha estado presente en todo el desarrollo de la serie.
Netflix compartió una de las primeras cartas que el mangaka les envió, donde este establecía las reglas básicas para llevar a cabo la adaptación. “No puedo decir que algo es bueno cuando no lo es. Los fans confían en mí, así que no puedo mentirles”, sentenció.
Hace unos meses, la compañía compartió otro mensaje del creador en el que este confesaba haber presionado a Netflix para regrabar algunas escenas de la serie una vez el rodaje ya había terminado. ¿La razón? Que no las consideraba lo “suficientemente buenas para mostrarlas al mundo”. “Tuvimos que hacer muchas cosas para que las escenas no se vieran antinaturales en acción real”, compartió. Tras meses de trabajo, Eiichiro Oda ya ha compartido que se muestra entusiasmado con esta nueva forma de dar vida a sus historias.
Un universo tangible
El esfuerzo por hacer una serie realista ha sido millonario: Netflix destinó 18 millones de dólares a cada episodio. Y este dineral se tradujo en escenarios y localizaciones creados desde cero con la idea de hacer que el mundo de One Piece fuera lo más tangible y real posible. Destacan los barcos utilizados, como el Going Merry (el primer barco de los Sombrero de Paja) y el Baratie (el barco con mascarón en forma de cabeza de pez). Pero también los efectos especiales que hacen más realistas las peleas o las increíbles criaturas creadas por CGI.
Con todo esto, el objetivo de la adaptación ha sido doble. Por un lado, contentar a los fans; por otro, captar nuevos espectadores. Así lo explica Iñaki Godoy, que encarna a Luffy en la nueva serie: “En este live action todos van a poder ver cómo cobran vida sus personajes y mundos favoritos. Y los que no conozcan la historia podrán disfrutarla por primera vez”. “El material original es fantástico y lo que hemos hecho es rendirle homenaje”, añade Taz Skylar, quien interpreta a Sanji.
Unos fans enloquecidos
La crítica ha alabado la serie, pero también lo han hecho los fans, que no han tardado en compartir sus opiniones a través de redes sociales. “La mejor adaptación de un anime/manga que se ha hecho. Ritmo frenético, tono ligero, escenas de lucha sobresalientes, fotografía excelente, personajes carismáticos, un cast jodidamente perfecto, y está hecha con mucho respeto y amor a la original”, compartió una usuaria en Twitter.
No es la única que ha expresado admiración por lo nuevo de Netflix. Muchos aseguran que One Piece ha roto la maldición de los live action, creando por primera vez una buena adaptación de un manga a imagen real.
Otros la han comparado con The Last of Us, la serie de HBO que lo petó hace unos meses por su increíble adaptación del videojuego homónimo. Es posible adaptar videojuegos y mangas en condiciones y crear un producto final de calidad (siempre que se tenga dinero, claro).
El éxito de la nueva serie de One Piece nos recuerda lo potente que es el universo creado por Eiichiro Oda. Si la historia original lleva dos décadas conquistando a millones de fans por algo será. Ahora solo nos queda esperar para saber si Netflix sigue apostando por el proyecto y anuncia una segunda temporada.