‘Millennial’, generación X, Z y alpha: ¿qué soy?
Las generaciones han ido cambiando a medida que han ido pasando los años, y cada una de ellas ha sido hija del contexto que le ha tocado vivir.
Helena Celma
Aitana lanzó recientemente su single Los Ángeles, relativo a su tercer álbum de estudio, Alpha. Más allá de ser el disco que ha llevado a la cantante a la cumbre del top de Spotify España en triplete femenino junto con Lola Índigo y Rosalía , alpha también hace referencia a una nueva generación, la de los mini-millenials. Los niños y niñas nacidos a partir del 2010, es decir, los que tienen como máximo 13 años, son aquellos que conforman esta nueva generación.
A ella pertenecerán más de 1 de cada 7 personas en el mundo y su elemento diferencial es que serán los líderes del mundo completamente digitalizado. Por lo tanto, las redes sociales serán prácticamente innatas a estos nuevos niños y niñas. Ninguna generación ha tenido una exposición a la tecnología como los alpha, ni siquiera los Z.
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Esta sobreexposición a Internet también tendrá su parte buena, ya que el acceso a la información estará más próximo que nunca. Además, la diversidad es el pan de cada día, ya sea de etnia, orientación sexual, religión, etc. Por lo tanto, la aceptación debería ser otro de los dogmas de esta nueva generación.
Antes de los alpha, han venido varias generaciones que han tenido contextos muy diferentes. Las personas que forman parte de cada una de ellas tienen en común el año de nacimiento, ¿pero se puede asociar eso también a una forma de ser? Vamos por partes.
Generación X, una oportunidad de libertad
Los miembros de la generación X son aquellos nacidos entre 1961 y 1980, se encuentran en la franja comprendida entre los 60 y 40 años de edad. Vivieron algunos de los acontecimientos y movimientos más importantes del pasado siglo, como la llegada del hombre a la Luna -julio del 1969-, vieron cómo se iba transformando Europa tras la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, la caída del muro de Berlín en 1989, fueron los primeros en beneficiarse de la entrada de Internet y la tecnología a nivel laboral, disfrutaron con The Beatles, vieron cómo la mujer se iba incorporando progresivamente al mercado laboral y cómo aumentaban las tasas de divorcio, entre otros hitos.
Además, fueron la generación que siguió al baby boom y que, en contra de lo que había sucedido con sus padres, comenzaron a disminuir las tasas de fecundidad. Lo normal ya no era tener una familia de ocho hijos, como podía pasar durante el franquismo.
Vivieron en un momento de muchos cambios. En España fueron testigos de la muerte del dictador Francisco Franco en 1975 y de la libertad que se vivió tras el final de la dictadura, dando paso a la entrada en escena de movimientos como la ‘Movida madrileña’. Se les dio bien ser rebeldes e ir contra corriente, porque hasta el momento, lo que habían vivido era demasiada represión y tensión. Es como cuando se descorcha una botella de cava, que antes de abrirla todo se concentra dentro, pero cuando el corcho sale disparado, todo el líquido sale a presión. Lo mismo pasó con las personas. Se vieron saliendo de la presión de ese momento vital de prohibiciones y empezaron a disfrutar.
De hecho, una investigación de la Universidad de Michigan en 2011 llegó a la conclusión de que los miembros de la Generación X tenían vidas activas, equilibradas y felices. Para llegar a esa conclusión, entrevistaron a 4.000 integrantes americanos de esta generación.
Pero no todo fue tan bonito, ya que en la década de los 80, la generación X ya eran jóvenes de pleno derecho, la libertad sexual y las drogas como la heroína fueron, desgraciadamente, un constante en las fiestas. Apareció entonces la epidemia del VIH en todo el mundo, que desde aquel entonces, ha provocado la muerte de alrededor de 36 millones de personas.
Generación Y o ‘Millennial’
Mucho se ha hablado de los ‘millennial’, esa generación nacida entre el 1982 y el 1995. Son los posteriores a la generación X. Actualmente, tienen entre 30 y 40 años. Se podría decir que es la primera generación que nace ya en la era del Internet, por lo que la conectividad ha sido siempre un elemento presente en sus vidas.
Una gran diferencia respecto a sus padres es que suelen estar mejor preparados. Los grados se han democratizado, por lo que hay más personas que acceden a las universidades, y no solo eso, el dominio de otros idiomas está más presente que en la generación previa. No todo el mundo ha conseguido hablar inglés de Cambridge pero, como mínimo, lo entienden más que los padres.
Además, los viajes comienzan a evolucionar. Ya no se viaja solo a Mallorca, como hacían generaciones anteriores, el mundo entero es un ente a explorar. Esto permite que se conozcan otras culturas y otras formas de vivir, y que elementos culturales de otros países se vayan extendiendo por todo el mundo. Es lo que viene siendo la globalización.
En cuanto al trabajo, ya no vale con estar de nueve a cinco en una oficina. Eso prácticamente es pasado. Los ‘millennials’ necesitan un trabajo que los motive y que les permita identificarse con la labor que realizan a diario. La máxima ya no es la de mejorar la posición económica y laboral a costa de dedicarle horas a algo que no te llene. A los ‘millennials’ les hace más feliz trabajar con aquello que los mueve por dentro, aunque signifique cobrar menos. Hacerse rico y trabajar más horas que un reloj ya queda más bien aparcado en el pasado.
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Su principal problema ha sido acabar los estudios y salir al mercado laboral justo cuando se instauraba la crisis económica de 2008. De hecho, se llegaba a decir que era la primera generación que vivía peor que sus padres, a pesar de todos los avances que se habían dado en los últimos tiempos.
Casarse tan temprano también es ‘old fashion’. Partimos de la base de que unirse en “santo matrimonio” ya no es una obligación, y que las personas que deciden dar el paso, prefieren hacerlo a su manera. La iglesia ya no es el lugar por excelencia, sino que se buscan sitios distintos y originales. Que sea Instagrameable que en la época de la hiperconnectividad es un plus. Pero, sobre todo, impera el pragmatismo y las parejas dan el paso porque de verdad les apetece, no porque sea una obligación.
En conclusión, se trata de una generación más abierta al mundo, más preparada e hiperconectada, pero sin tanta estabilidad como la generación X.
Generación Z
Esta generación es la más reciente, incluyendo a los nacidos entre 1995 y 2009. Son los jóvenes de hoy en día de 25 años o menos. De todas las generaciones, es posiblemente una de las más angustiadas, ya que les ha tocado lidiar con una crisis económica cuando eran pequeñxs -con la tensión y preocupación que conllevaba en casa-, una pandemia y están a las puertas de vivir una segunda recesión… sin haber alcanzado ni los 30 años en su marcador particular. De hecho, en 2021 se publicó el informe Mental Health Million Project en el que se afirmaba que el 44% de las personas entre 18 y 24 años evidenciaban serios problemas psicológicos. Por lo tanto, estamos más cucú que todos nuestros predecesores.
El aspecto laboral tampoco va muy allá, ya que los sueldos son mayoritariamente precarios y bastante más bajos que los de nuestros padres, por lo que no ayuda precisamente a sentirse del todo estable laboralmente.
Y si la generación X ya había crecido con Internet, la Z prácticamente la ha “mamado”. Es más fácil que un niño de 12 años enseñe a una persona de 50 a manejar un móvil, por mucho que los mayores lo hayan tenido durante más años en sus vidas.
Esta “natividad” tiene su parte buena, ya que la vida es mucho más fácil gracias a todas las ‘apps’ o tecnologías que nos rodean, pero también ha provocado la ansiedad de necesitar siempre un móvil cerca, y obviamente, las redes sociales están presentes desde que somos pequeñxs. Instagram, TikTok, Facebook, Twitter… el pan nuestro de cada día. Eso hace que seamos el ‘target’ perfecto para los influencers, una profesión muy ligada a las redes sociales.
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Pero también están mucho más acostumbrados a la diversidad sexual y étnica. La globalización cultural ha permitido que en nuestro ADN ya forme parte compartir clase con personas de otros países, por ejemplo. Además, también son más comprometidos con las causas sociales justas. Por no hablar que nos estamos comiendo todo el cambio climático porque las generaciones anteriores no hicieron nada cuando aún estaban a tiempo.
Cada generación es hija de su tiempo, que ha ayudado a desarrollar y moldear las personas para adaptarse a su contexto. No se entiende, por ejemplo, el brote de libertad de la generación X sin analizar cómo afectó la represión de la dictadura; de la misma forma que no se comprende el aumento de los problemas de salud mental de la generación Z sin todas las crisis que han tenido que vivir. Transitar por el mundo implica vivir los cambios que se van produciendo, y todos ellos han llevado a las personas que habitan hoy en día.