"¿Pero qué fantasía de vídeo es este?": la bronca entre los manifestantes contra la amnistía que hace las delicias de los tuiteros

Este lunes, 11 de septiembre, se celebra la Diada en Catalunya. Como todos los años, la celebración llega con una enorme carga política, pero este año un poquito más: el independentismo tiene la oportunidad de calibrar el apoyo ciudadano a la negociación de la investidura para investir a Pedro Sánchez. Una negociación, recordemos, que incluye la posible amnistía a Puigdemont y el resto de implicados en el procés.

En este contexto, este pasado domingo se convocó en la Plaza Sant Jaume de Barcelona una concentración contra la concesión de una amnistía y en favor de la unidad de España, algo también habitual en esta fecha. Sin embargo, en la concentración de este año ha ocurrido un hecho bastante peculiar: los manifestantes se pelearon entre ellos.

Todo empezó cuando una mujer exhibió una pancarta en la que acusaba al rey Felipe VI de ser cómplice de la posible amnistía y lo que los manifestantes concentrados este pasado consideran "un golpe de Estado" de los independentistas. Esa pancarta no gustó a muchos de los presentes en la manifestación; incluso alguno intentó quitar la pancarta a la mujer, una señora mayor. Esta fue la escena.

Llama la atención que aquellos a los que no le gustó nada la pancarta utilizaran la palabra "comunista". También se puede escuchar: "¡Usted se cree que el rey de España es tonto", dice uno de ellos. La escena, cargada de tensión, se explica sola.

Ya imaginarán ustedes que la bronca no ha pasado desapercibida en las redes sociales. Los chistes, memes y chanzas abundan en Twitter. Recopilamos los comentarios que nos han parecido más graciosos.

Por cierto, que durante la concentración ocurrió otro hecho lamentable. Estos mismos manifestantes contra la amnistía y a favor del encarcelamiento del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont interrumpieron con gritos de "¡Puigdemont, a prisión!" el minuto de silencio que también se celebraba en la plaza Sant Jaume de Barcelona con todas la autoridades de la ciudad en solidaridad con Marruecos tras el terremoto del sábado. Sólo nos viene un adjetivo a la mente: lamentable.