La injusta y polémica descalificación de la atleta paralímpica Elena Congost por ayudar a su guía: “No pueden ser autónomos, aunque lo sean”

¿Dónde ha quedado el espíritu olímpico? Ya saben: el deportista como rival, no como enemigo, al que se debe respeto. Lo importante es participar y, en el mejor de los casos, la anhelada victoria no sería posible sin ese igual que ha entrenado duro, sufrido en la competición y regresado a casa sin laureles.

En los Juegos Paralímpicos, algunos atletas compiten acompañados de guías, aunque a veces demuestran su independencia. Por ello, algunas reglas pueden terminar resultando injustas y tener un efecto bumerán. Que se lo digan a Elena Congost, quien se ha quedado sin la medalla de bronce en maratón tras ser descalificada.

¿El motivo? Soltó durante un breve instante a su guía, Mia Carol, para sujetarlo y que no se cayera. Además de ser un acto reflejo, se produjo justo al llegar a la meta. No se entiende la descalificación, sobre todo si tenemos en cuenta que la cuarta clasificada llegó casi cuatro minutos después. Sin embargo, le birló la medalla a Elena Congost, quien no daba crédito.

"Estoy destrozada, es injusto y surrealista", ha reconocido la atleta con deficiencia visual, quien ha insistido en que no hizo trampas. Simplemente, soltó la cuerda unos segundos para que su guía, quien había sufrido un calambre, no desfalleciera a solo dos metros de la meta. La reacción solidaria en las redes sociales, como X, ha sido apabullante.

Ahora, el Comité Paralímpico Español solicitará a la Federación Internacional de Atletismo Paralímpico que le concedan la medalla de bronce en la prueba de maratón, clase T12 de discapacitados visuales. Se lo merece, aunque la afrenta ha retratado a un organismo cuya decisión, paradójicamente, contradice los esfuerzos de muchos atletas por ser independientes y superarse cada día. Y que, además, la deja sin beca…