La ultraderecha rabia contra la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos: "Ver a los fachas llorar es perfecto"

Publicado el 27 de julio del 2024

Este viernes París arrancó con la XXXIII edición de los Juegos Olímpicos modernos. Todos los países cruzaron el río Sena a medida que el sol iba cayendo y la iluminación nocturna hacía honor al sobrenombre de la capital francesa como "ciudad de la luz".

Además, este año traía una novedad: una barroca ceremonia inaugural, con drag queens, música y coreografías espectaculares que homenajeaban distintos motivos pictóricos de la historia del arte. En esta bacanal dionisíaca, la ultraderecha se ha mostrado especialmente escocida al ver la interpretación de la última cena.

La ultra francesa Marion Maréchal, diputada en el Parlamento Europeo, ha considerado que la imitación drag de la última cena es "una provocación" en su cuenta de Twitter y más tarde ha criticado: "Los J-Woke".

La francesa no ha sido la única en rabiar por el asombroso espectáculo inaugural que celebra la diversidad, el internacionalismo y el deporte. La extrema derecha de todo el mundo ha pataleado ante la presencia de drag queens, coreografías sensuales y parodias litúrgicas.

Desde el tertuliano derechista de EEUU Matt Walsh hasta el neonazi que agredió al cómico Jaime Caravaca, Alberto Pugilato, pasando por la columnista Paula Fraga, todos se han mostrado escandalizados al observar que la gente puede… divertirse. ¿Se han convertido los Juegos Olímpicos en un evento de, como diría Jorge Javier Vázquez, "rojos y maricones"?

La gente normal, es decir, quienes defienden los derechos humanos básicos, tienen un doble motivo de celebración. Por un lado, se han mostrado encantados con una ceremonia que ha tenido por bandera la inclusión, la diversidad y, a fin de cuentas, la libertad. Por otro lado, muchos han brindado sus copas, que han llenado con "lágrimas de facha".

Esta ha sido la primera anécdota política que nos han regalado los Juegos Olímpicos 2024, que terminarán el 11 de agosto. Quién sabe si la extrema derecha volverá a patalear cuando una persona negra se lleve el oro en alguna de las competiciones, al más puro estilo Jesse Owens. Una cosa está clara: si las pruebas están a la altura de la inauguración, tendremos diversión asegurada.

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