Violencia machista Trece asesinatos machistas en un solo mes obligan a revisar los protocolos y las valoraciones del riesgo
El Gobierno reconoce que la acumulación de casos en las últimas semanas ha aumentado la alarma social y afirma que prepara una batería de medidas para mejorar la respuesta institucional. El fin del estado de alarma, la estacionalidad, la crisis económica y el negacionismo de la violencia machista, entre los factores que pueden incrementar los feminicidios.
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madrid, Actualizado:
Trece asesinatos machistas en tan sólo 30 días no es una cifra habitual y ha generado una apabullante alarma e indignación social. Entre el 17 de mayo y el 17 de junio, 12 mujeres y un menor han incrementado las estadísticas de esta violencia, lo que supone que durante el espacio de un mes el terror machista se ha cobrado una víctima cada dos días. En lo que va de año han sido asesinadas un total de 20 mujeres a manos de sus parejas o exparejas y dos menores hijos de éstas, según las cifras oficiales. El progresivo incremento de los asesinatos machistas desde el fin de la pandemia el pasado 9 de mayo, ha espoleado al Ministerio de Igualdad a organizar una serie de encuentros con diferentes actores para evaluar los posibles fallos y mejorar la respuesta institucional.
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Por el momento, tal como explicó este jueves la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, no hay una hoja de ruta para implementar mejoras y se están recopilando diversas propuestas y datos solicitados a organizaciones feministas, comunidades autónomas, otros ministerios e instituciones. A pesar de no haber un calendario ni una idea de cuándo se implementará el plan de mejoras, sí hay indicios sobre algunas medidas a tomar.
Por un lado reforzar los protocolos médicos de detección de la violencia de género, tanto en la atención primaria, como en las áreas de ginecología o psicología, por ejemplo. Por otro, mejorar la herramienta de valoración y prevención del riesgo policial, un protocolo conocido como Viogén, que consiste en un algoritmo que determina la probabilidad baja, media, alta o extrema de que una mujer sufra violencia de género. Hasta ahora esta predicción se realiza sólo con el testimonio de las mujeres que denuncian esta violencia. En el futuro, explica Rosell, esta valoración debería incluir datos del agresor, así como compartir datos sobre éste, que están dispersos en distintas Administraciones que hasta la fecha no se comparten ni se vuelcan en Viogén para realizar el diagnóstico.
También sería necesario recabar los datos del entorno de la víctima para afinar en esa valoración del riesgo, una tarea difícil si tenemos en cuenta que tan sólo el 2% de las denuncias por violencia machista la realizan personas del entorno de la mujer. Una actuación que la dirección general de Seguridad del Ministerio de Interior anunció que estaba en marcha bajo el nombre de Formulario Cero.
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¿Qué motiva esta acumulación de asesinatos?
Si bien las elevadas cifras de asesinatos machistas en un breve período de tiempo no son habituales, esta acumulación de víctimas no es un fenómeno nuevo y se ha dado en distintos períodos desde el año 2003 cuando se comenzaron a recopilan datos oficiales. La semana más negra en lo que va de este año tuvo lugar entre el 17 y el 23 de mayo, donde fueron asesinadas cinco mujeres y un menor. En los últimos 18 años se han registrado otras cuatro semanas en las que se acumularon cinco víctimas. En la semana del 19 al 22 de febrero de 2017 se registraron seis víctimas mortales. Si se mira por meses, diciembre de 2018 fue uno de los más duros, con un total de 11 mujeres asesinadas y una decena de crímenes machistas se produjeron en diversos meses de 2007, 2010, 2012, 2015, 2017, 2018 y 2019.
No hay un solo factor que los explique, afirman diversos expertos consultados a lo largo de los últimos días. Se pueden deber a un cúmulo de factores. Sin embargo desde hace meses son muchos los expertos que habían advertido de un posible incremento de la violencia machista más extrema al final de la pandemia. Tal como explica Miguel Lorente, médico forense y exdelegado del Gobierno contra la violencia de género, esta violencia es de control. "Mientras el hombre tenga a la mujer controlada las 24 horas del día como ocurrió durante el confinamiento o con restricción de movimiento, no necesita utilizar el castigo físico, porque la violencia de género es correctiva, es decir, se usa para recordarle a la mujer cuál es su lugar".
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"En 2020 tuvimos el índice de asesinatos más bajo de toda la serie histórica (45) desde que recopilamos estadísticas, pero no lanzábamos las campanas al vuelo porque sabíamos que tenía que ver con el control que ejercían los maltratadores durante el confinamiento", afirma Rosell, quiwn ha afirmado que es posible que esta violencia se recrudezca en los próximos meses. "Sabíamos que existía una pandemia sobre otra pandemia. La de covid-19 era coyuntural y mejoraría con la vacuna. Pero impactó sobre otra pandemia que es estructural y que ha causado más víctimas que el terrorismo de ETA", afirma la delegada del Gobierno.
La mayor apertura y movilidad desde el fin del estado de alarma en mayo pasado y la mayor libertad de las mujeres para moverse y decidir dejar una relación de violencia ha reactivado las agresiones físicas de control más extremas que acaba en asesinatos.
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Hay otros factores que pueden explicar el incremento de la violencia en momentos determinados. Tal como afirma Graciela Atencio, de Feminicidio.net, existe un factor de temporalidad: momentos del año en los que la violencia se dispara. Esta experta que lleva más de una década analizando datos sobre violencia machista, afirma que está demostrado que los meses que van entre junio y agosto y también enero, es cuando más asesinatos machistas se acumulan.
"Mirando el gráfico que elaboramos con datos acumulados en los últimos 10 años, a los que superpusimos los asesinatos machistas ocurridos en 2020, vemos que los momentos en los que la línea azul está por encima de la media coinciden con los meses del verano y enero.
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"Esta influencia estacional no significa que se agreda a las mujeres porque hace calor. Significa que se da en esa época del año porque ellas pasan más tiempo con las parejas y una convivencia más difícil pude desencadenar un feminicidio", afirma Atencio. Esta experta resalta que hay que tener en cuenta que la pandemia puede haber trastocado estas tendencias, porque la desescalada fue en una época posterior y los casos se dispararon en agosto cuando hubo una mayor libertad de movimiento.
"Hay un factor de la desescalada, otro factor de estacionalidad, y otro de crisis económica de las mujeres derivada de la pandemia, que en muchos caso se ven obligadas a vivir con sus maltratadores por no poder independizarse. Estos tres factores explican la situación en la que nos encontramos ahora", abunda Atencio.
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Para la mayoría de los consultados, el negacionismo de partidos como Vox también es un factor a tener en cuenta, ya que el machismo como mentalidad social se retroalimenta y se amplifica, ninguneando la realidad de violencia que viven muchas mujeres, lo que puede servir de detonador para las agresiones machistas.
Rosell afirma que, si bien un estudio realizado por el ministerio no ha encontrado una relación de los asesinatos con la estacionalidad, reconoce que existen momentos de la semana (los domingos y los lunes) y meses que coinciden con las vacaciones estivales o las de navidad, en la que los asesinatos son más persistentes.