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Qué es y cómo se transmite la viruela del mono

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara la emergencia sanitaria internacional tras el nuevo rebrote de este virus, también conocido como mpox o viruela símica.

14/08/2024 Una técnico de laboratorio trabaja con pruebas PCR para la viruela del mono en el Hospital Gregorio Marañón. Foto de archivo.
Una técnico de laboratorio trabaja con pruebas PCR para la viruela del mono en el Hospital Gregorio Marañón. Foto de archivo. Eduardo Parra / Europa Press

El Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido este miércoles en Ginebra declarar el rebrote de viruela del mono (también denominado mpox o viruela símica) como emergencia sanitaria internacional tras conocerse un repunte de esta enfermedad contagiosa especialmente en África.

La última vez que esto sucedió fue en 2022, cuando un brote provocó más de 16.500 contagios en 75 países, si bien ninguno de estos casos fue grave. Esta patología infecciosa que se caracteriza por la aparición de ampollas y lesiones cutáneas y afecta tanto a animales como a seres humanos, no debe confundirse con la viruela, que fue eliminada por completo en los años 80. 

A comienzos de este mes, en África se declaró la emergencia continental por esta enfermedad tras varias semanas en alerta por la expansión de una variante más letal de la misma en la República Democrática del Congo (RDC). No obstante, otros países como Burundi, República Centroafricana y Ruanda también han notificado casos en los últimos días.

En esta línea, la semana pasada, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió de que el número de casos notificados en RDC en los primeros seis meses de este año coincide con el total de casos en el año pasado. En lo que va de 2024, el continente ha registrado más de 15.000 contagios y 461 muertes en 18 países diferentes.  

De momento, Ghebreyesus ha anunciado la elaboración de un plan de respuesta regional que contará con 15 millones de dólares iniciales (13,6 millones de euros) para apoyar las actividades de vigilancia, preparación y respuesta ante el rebrote. Esta inversión procede del Fondo de Contingencia de la OMS para Emergencias y está previsto que se destinen más fondos durante los próximos días. El resto de ayudas se financiarán, han explicado, a través de donaciones privadas

La OMS lleva meses colaborando con los gobiernos de los países afectados, los centros para el control y prevención de enfermedades (CDC) de África, las organizaciones humanitarias, la sociedad civil y otras entidades con el fin de "comprender y abordar las causas de estos brotes". Tal y como ha aseverado el director de esta organización, se precisa una respuesta "adaptada y global", en la que las comunidades "ocupen un lugar central" en la toma de decisiones.

Según los CDC de África, organismo dependiente de la Unión Africana (UA), el continente ha registrado más de 15.000 contagios y 461 muertes por esta enfermedad en un total de 18 países en lo que va de 2024.

El principal foco infeccioso de la epidemia se encuentra en la República Democrática del Congo (RDC), donde el grave brote ha dejado desde principios de año, según datos de la OMS –más actualizados que los del organismo africano–, más de 14.000 casos y al menos 524 muertes.

Han sido notificados casos por primera vez en Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda, mientras que también en la RDC, donde la enfermedad es endémica, se han observado infecciones en provincias que no habían sido afectadas anteriormente.

La República Centroafricana (RCA) fue el último país africano en declarar un brote de mpox el pasado 1 de agosto, mientras que también se han identificado casos en Sudáfrica, Costa de Marfil, Camerún, Liberia y Nigeria.

Cómo identificar la enfermedad

El virus se caracteriza por la aparición de síntomas como la fiebre, erupciones en la piel, hinchazón de los ganglios linfáticos, escalofríos y dolores musculares. Éstos pueden aparecer entre tres y 17 días después de la exposición y suelen durar de dos a cuatro semanas en personas con el sistema inmunitario debilitado. La transmisión se produce normalmente por contacto íntimo, intercambio de fluidos, y por vía aérea pero muy prolongada y cercana.

Asimismo, en contextos donde algunos animales salvajes son portadores de la enfermedad, ésta también puede transmitirse de los animales infectados a las personas que hayan tenido contacto con ellos. Sobre la gravedad del virus, la OMS advierte de que, aunque en la mayoría de casos los síntomas llegan a desaparecen por sí solos en pocas semanas si se toma la medicación adecuada, como medicamentos para el dolor y la fiebre, en algunos casos pueden darse complicaciones. 

Los recién nacidos, los niños, las mujeres embarazadas y las personas con inmunodeficiencias subyacentes pueden tener más riesgo de padecer síntomas más graves y de morir a causa de la enfermedad. Esto ocurre cuando existen infecciones bacterianas graves que afectan al cerebro (encefalitis), el corazón (miocarditis) o los pulmones (neumonía). 

No obstante, es importante no confundir los síntomas de este virus con otros similares como pueden ser la varicela, el sarampión, las infecciones cutáneas bacterianas, la sarna, el herpes, la sífilis, otras infecciones de transmisión sexual y las alergias a medicamentos, tal y como alerta la OMS. Este organismo considera fundamental hacerse pruebas a la mayor brevedad posible para que los pacientes reciban tratamiento antes de que la enfermedad se propague.

Hasta el momento, se han identificado dos variantes de mpox: la 1, más virulenta y con una tasa de letalidad de entre el 3 y el 4%; y la 2, menos peligrosa y con una letalidad de alrededor del 0,1%.

Mientras la segunda fue la que impulsó el brote global desatado en 2022, la actual crisis en África se debe mayoritariamente a una subvariante de la primera conocida como 1b, lo que podría desembocar en una epidemia todavía más severa que la vivida el pasado año si no se toman las medidas necesarias.

Estrategias para evitar nuevos contagios

Para prevenir la propagación del virus, las autoridades sanitarias recomiendan limpiar y desinfectar superficies u objetos y lavarse las manos después de tocar zonas que pueden estar contaminadas. Si una persona ha sufrido el contagio, es vital que permanezca aislada hasta que todas las lesiones cutáneas se hayan curado si no le es posible cubrirse las lesiones y llevar una mascarilla ajustada cuando se encuentra en contacto con terceros.

Entre 2023 y 2024 ha habido un aumento del 160% de los casos de mpox en África

Además, la viruela del mono también puede contraerse al ingerir animales infectados si la carne no está suficientemente cocinada. Por ello, los expertos insisten en la necesidad de cocinar bien los alimentos antes de consumirlos para evitar la transferencia de la enfermedad de los animales a los humanos. 

Eso sí, desde la OMS insisten en la importancia de no reventar las ampollas ni rascarse las lesiones, ya que eso puede ralentizar la curación y extender la erupción a otras partes del cuerpo e infectar las lesiones. 

"Mpox es una realidad, está afectando a nuestros países. La gente está muriendo. Necesitamos abordar eso (...) Aprendimos de la covid-19 y no queremos repetir el mismo error", advirtió la pasada semana el director general de los CDC de África, Jean Kaseya, al alertar sobre el rápido ritmo de propagación de la enfermedad.

Según los datos compartidos por Kaseya, entre 2023 y 2024 ha habido un aumento del 160% de los casos de mpox en África. Es decir, este año habrá "más del doble de lo que hubo en 2023 e incluso más".

La vacunación, pieza clave para erradicar el virus

Los expertos epidemiólogos destacan la relevancia de la vacunación para poner coto a la expansión de este virus, cuya propagación ya es mundial. En especial, el personal sanitario con elevado riesgo de exposición, aquellas personas que trabajan en laboratorios, las personas menores de 45 años que mantienen prácticas sexuales de alto riesgo y personas con múltiples parejas sexuales

Según establece la OMS, la vacuna debe administrarse en los cuatro días siguientes al contacto con alguien que tenga viruela símica (hasta dos semanas después si no hay síntomas) y los pacientes que la padecen deben ser atendidos de forma separada a los demás

El Ministerio de Sanidad recalca que en Europa ya se comercializa la vacuna con la marca IMVANEX, mientras que en Estados Unidos se emplea la JYNNEOS (ambas están disponibles y pueden utilizarse indistintamente). Debido a que los virus que causan la viruela del mono y la viruela son genéticamente similares, destaca el Ministerio en su página web, "las vacunas desarrolladas para proteger contra los virus de la viruela pueden usarse para prevenir las infecciones causadas por la viruela del mono". 

La pauta de vacunación recomendada en preexposición es de dos dosis con un intervalo de al menos 28 días y en las personas con antecedente de vacunación frente a la viruela se puede valorar no administrar la segunda dosis. Si la vacunación se realiza tras el contacto con una persona con la enfermedad confirmada, se administrará una sola dosis en los primeros cuatro días tras el primer contacto estrecho, aunque podrá ofrecerse hasta los 14 días.

En este sentido, el director general de los CDC de África destacó por su lado el martes que se necesitarían más de diez millones de dosis de vacunas para contener la emergencia, una cifra que se encuentra lejos de las 200.000 disponibles en este momento.

"Tenemos un plan claro para garantizar más de diez millones de dosis", de las cuales tres millones llegarán en 2024, aseguró Kaseya, sin dar detalles sobre dicho proyecto.

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