MADRID.- Las solicitudes de asilo a España se incrementaron un 31,64% el año pasado hasta alcanzar las 5.941, por el empuje de los nacionales de Siria y Ucrania, colectivos éstos en los que se han recogido más del doble de peticiones que en el ejercicio anterior, según el balance oficial.


Esta es la cifra más alta desde que comenzó la crisis económica aunque sigue por debajo de las registradas en años anteriores. Si en 2007 se tocó el techo más elevado de la década, con 7.664 solicitudes, en 2008 cayó a 4.517, en 2009 se redujo hasta 3.007 y en 2010, tocó fondo con 2.744 peticiones.

En 2011 se produjo un repunte hasta las 3.422, pero en 2012 el volumen de solicitudes de asilo se desplomó un 38,7% quedándose en 2.588. En 2013 subieron un 91,25%, hasta 4.153, cifra que ahora se rebasa un 31,64% hasta alcanzar las mencionadas 5.941.

Los datos oficiales indican que un total de las 1.680 solicitudes de 2014 fueron presentadas por sirios, frente a las 721 que instaron en el año 2013. Siria toca su cuarto año de guerra y ha dejado ya más de cuatro millones de refugiados, un 95% de los cuales se encuentran en los países vecinos, como Líbano, Jordania o Irak.

Los ucranianos instaron 942 solicitudes de asilo el año pasado, cuando sólo se habían registrado catorce en 2013

Asimismo, los ucranianos han instado 942 solicitudes de asilo, cuando sólo se habían registrado 14 en 2013. Este país también se encuentra inmerso en un conflicto interno que está provocando el desplazamiento forzoso de miles de ciudadanos.

Malí es el país del que procede el tercer mayor grupo de solicitantes de asilo a España en 2014, con un total de 620 peticiones. Sin embargo, en este caso se ha producido un descenso de más del 58% frente a las 1.482 solicitudes instadas el año anterior. España sólo reconoce como susceptibles de pedir asilo a los ciudadanos del norte del país, bajo dominio islamista.

Por detrás están los nacionales de Argelia, que han instado 306 solicitudes frente a las 354 de 2013, y los de Palestina, promotores de un total de 209 peticiones de protección internacional a España, un 60% más que el año antes, cuando se contaron 130.