Este artículo se publicó hace 5 años.
Silencio de Europa ante la condena a 55 años de cárcel de tres activistas iraníes por negarse a llevar velo
“Os haré sufrir a todas”, dijo el magistrado que las condenó. Al menos doce mujeres han sido condenadas por realizar actos de protesta contra la obligatoriedad de llevar 'hijab'.
Madrid-
Silencio en la Unión Europea por la reciente condena a 55 años de cárcel en total a las defensoras iraníes de los derechos de las mujeres Monireh Arabshahi, Yasaman Aryani y Mojgan Keshavarz por negarse a llevar velo.
La Unión Europea no ha reaccionado ante esta condena, que han denunciado tanto varios expertos de las Naciones Unidas como Amnistía Internacional por medio de sendos comunicados.
En abril, Yasaman Aryani, su madre Monireh Arabshahi, Mojgan Keshavarz fueron detenidas por haberse quitado el velo y repartido flores en el metro de Teherán, en concreto en el vagón reservado sólo a las mujeres, con motivo de la celebración del 8 de marzo, día internacional de la mujer. El vídeo en el que aparece repartiendo flores se hizo viral en las redes sociales.
En el vídeo, Yasaman Aryani ofrece una flor a una mujer con hiyab y le dice que espera que un día puedan caminar juntas por la calle, “yo sin hiyab y tú con él”.
La joven Yasaman, de 24 años de edad, había subido vídeos anteriores paseando por la calle con un sombrero y sin velo.
A los pocos días, Yasaman fue detenida, llevada a un lugar desconocido e interrogada. Su madre, Monireh, fue detenida un día después cuando intentaba saber qué había sido de su hija.
Las tres activistas fueron aisladas y presionadas sin éxito para que “confesaran” ante una cámara que había elementos extranjeros tras su activismo en contra del uso obligatorio del velo y que se “arrepentían” de sus actos.
Madre e hija han sido condenadas a 16 años de cárcel cada una (5 años de prisión por “asociación y colusión contra la seguridad nacional”, un año de prisión por “difundir propaganda contra el Estado” y 10 años de prisión por “alentar y preparar las bases para la corrupción y la prostitución”).
Por su parte, Mojgan Keshavarz fue condenada a 23 años y seis meses de prisión porque el juez sumó el delito de “insulto a santidades islámicas”. Había sido detenida, golpeada delante de su hija de 9 años y hecho desaparecer durante varios días. Aparecía también en el vídeo del reparto de flores.
Las tres mujeres fueron condenadas en un juicio en el que no se les permitió el acceso a sus abogados y en el que el presidente del tribunal las gritó e insultó. “Os haré sufrir a todas”, dijo el juez Mohammad Moghiseh, de la sección 28 del Tribunal Revolucionario de Teherán, según revelan las condenadas. A sus letrados no se les ha dejado acceder al sumario ni defenderlas en la fase de apelación.
Este mismo magistrado, clérigo y juez, condenó 24 de agosto a la periodista Mourdia Amiri a 10 años y 6 meses de cárcel y 148 latigazos por haber difundido una manifestación de trabajadores con motivo del Primero de Mayo en el diario Shargh.
Al menos doce condenadas
El régimen iraní ha desplegado una operación contra movimientos como el denominado Miércoles Blancos (#WhiteWednesdays) que rechazan las leyes del velo islámico obligatorio en Irán.
Los movimientos activistas refieren que 29 mujeres habrían sido detenidas. Al menos 12 de ellas han sido condenadas por protestar contra la obligación de llevar velo, en sentencias que oscilan desde los seis meses a los 33 años de cárcel. Entre ellas se encuentran:
Nasrin Sotoudeh. Símbolo de la lucha de las mujeres en Irán y conocida abogada defensora de causas civiles. Condenada a 33,8 años de cárcel y 148 latigazos en marzo de 2019 entre otras cosas por representar a activistas contrarias a la obligación de llevar hijab. Está en prisión desde junio de 2018 y se niega a apelar en protesta por el proceso judicial al que ha sido sometida. La Unión Europea difundió un comunicado de condena por su detención y nueva condena.
Reza Khandan y Farhad Meysami. Ambas condenadas a seis años de prisión, con la prohibición de dejar Irán o tener actividad online durante dos años más. Fueron detenidas por participar en una protesta pacífica contra la obligación de llevar velo islámico y por tener unos pines que decían: “I’m against forced hijab”.
Azam Jangravi. Condenada a tres años de cárcel por el delito de fomentar “la corrupción y la prostitución” en 2018.
Shima Babaei. Condenada a dos meses de prisión por publicar un vídeo en Instagram en junio de 2018 donde se quitaba el hijab. Los delitos: quitarse el velo en público y difundir "material indecente” en las redes sociales.
Shaparak Shajarizadeh. Condenada a dos años de cárcel por no observar el velo islámico. Fue representada por la abogada Nasrin Sotoudeh. No regresó de su viaje a Canadá, en julio de 2018.
Maryam Shariatmadari. También ha abandonado Irán después de ser condenada a un año de cárcel por protestar en plena calle, al quitarse el velo y colocarlo sobre un palo.
Narges Hosseini. Condenada a dos años por quitarse el velo en la Avenida de la Revolución de Teherán, ponerlo sobre un palo y blandirlo a modo de bandera. Su abogada fue también Nasrin Sotoudeh.
Vida Movahedi. Fue la pionera en quitarse el velo o hiyab en plena Avenida de la Revolución, en Teherán, como acto de desobediencia civil. Lo colocó sobre un palo y se subió a una caja de electricidad. Ocurrió el 27 de diciembre de 2017. Fue condenada a un año de prisión y salió de la cárcel el pasado mayo.
Movahedi realizó esta protesta con motivo de la campaña de Miércoles Blancos que lanzó la activista en el exilio Masih Alinejad y en el que se anima a las mujeres iraníes a llevar ese día pañuelos blancos y quitárselos en público.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.