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Siete especies en peligro de extinción o vulnerables que Catalunya ha recuperado

Al límite de desaparecer o rozando la zona de peligro, el país ha recuperado diversas especies animales gracias a las medidas impulsadas.

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El oso pardo de los Pirineos. — PIXABAY

Barcelona, Actualizado:

En Catalunya hay diversas especies animales que se encuentran protegidas o amenazadas. En el primero de los casos, hablamos de especies que gozan de un grado de protección pasiva, mientras las amenazadas, en peligro de extinción o vulnerables, requieren una gestión activa.

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Para estas últimas especies, es necesario aprobar los planes de recuperación o conservación. Se trata de caminos a seguir con medidas que garanticen su futura viabilidad. De estas especies, algunas han estado a punto de desaparecer a nivel global y otras han llegado a quedarse prácticamente sin presencia en las tierras catalanas. Sin embargo, gracias al trabajo de los expertos, algunas se han recuperado en las últimas décadas. En varios casos veremos que la culpa recae en el papel del ser humano.

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Repasamos hasta siete, utilizando los datos que ofrece el portal del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya, y antiguamente por el Departamento de Medio Ambiente y Sostenibilidad.

Oso pardo

Uno de los casos más paradigmáticos de recuperación de especie en peligro de extinción es el del oso pardo de los Pirineos, que estaba a un paso de desaparecer y del que se observaron hasta setenta ejemplares distintos durante el año 2021. Se trata de 36 adultos, 19 subadultos y quince cachorros del año, con 32 machos, 34 hembras y cuatro no identificados. Es un caso reseñable, puesto que en el 2010 tan sólo se calculaba que había 19.

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Oso pardo de los Pirineos. — Generalitat de Catalunya

De estos setenta ejemplares, unos 36 pasan parte o todo su ciclo anual en Catalunya. Se considera que sólo existe una población, con dos núcleos poblacionales diferenciados, que intercambian individuos, principalmente machos. Se distribuye básicamente en las comarcas catalanas de Val d'Aran y el Pallars Sobirà, pero también en el Pallars Jussà y la Alta Ribagorça.

La principal causa de la regresión y extinción del oso pardo en Catalunya -y en otros lugares- ha sido durante muchos años la persecución humana, sea con armas de fuego, con trampas o venenos. La muerte por causas antrópicas es, pues, muy reseñable.

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Entre las medidas de conservación en Catalunya, destaca la reintroducción de ejemplares procedentes de Eslovenia (1996, 1997, 2006, 2016 y 2018), seguramente la más importante de todas. Además, se realiza un seguimiento demográfico y geográfico anual de la población y su evolución, así como seguimiento y análisis genéticos, entre otras medidas.

Quebrantahuesos

El quebrantahuesos estaba presente en toda la península Ibérica a finales del siglo XIX, pero en el siglo XX comenzó una fuerte regresión, y ya, a principios de los años ochenta, se redujo en la parte más occidental de la cordillera pirenaica. En Catalunya, a principios del siglo XX, se podía encontrar en los Pirineos y en los Ports de Tortosa, pero desapareció de este segundo lugar, retrocediendo en sentido este-oeste en los Pirineos.

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El quebrantahuesos — Generalitat de Catalunya

A principios de los años ochenta, la población era sólo de unas cinco o seis parejas distribuidas por las comarcas de la Alta Ribagorça, el Pallars Jussà y el Pallars Sobirà. Gracias a la recuperación de esta especie en peligro de extinción, se llegó a los 97 adultos en 2018, distribuidos en 48 territorios seguros de más comarcas de alrededor.

La situación de la especie propició el Plan coordinado de actuaciones para la protección del quebrantahuesos (1998), y posteriormente el Plan de recuperación del quebrantahuesos en Catalunya (Decreto 282/1994, de 29 de septiembre). Los trabajos de gestión de la especie se han centrado en diversos aspectos: mejora del conocimiento de la biología de las especies, monitorización anual de las parejas y territorios en el conjunto de Catalunya, estudio de la reproducción, conservación y mejora del hábitat y gestión de los problemas, entre otros.

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En 2021, se conocen históricamente 56 unidades territoriales, de las cuales 46 se encontraron ocupadas en la temporada 2020-21, los últimos datos ofrecidos públicamente. En 2021, se pudo continuar con las tareas de monitorización y control de la población reproductora.

La utilización de venenos en temas cinegéticos, la caza directa y el expolio de los nidos por coleccionistas son los principales motivos que propiciaron la regresión inicial. Más recientemente, hay otros factores como la intoxicación por la ingesta de plomo de la munición de los restos de piezas de caza, o las molestias y fracasos reproductores causados por la escalada y otras actividades deportivas, entre otros.

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Tritón del Montseny

Hasta 328 ejemplares de tritón del Montseny fueron liberados en su hábitat natural, procedentes de centros de cría, en verano de 2021, con el objetivo de garantizar el futuro de la especie. Y es que se trata del único vertebrado endémico de Catalunya y es el anfibio más amenazado de Europa, catalogado en peligro crítico de extinción.

Tritón del Montseny. — Generalitat de Catalunya

Fue en 2005 cuando se constató que se trataba de una especie diferenciada, aunque en los ochenta ya fueron identificados como tritones pirenaicos. La diferenciación genética respecto al tritón pirenaico se constató a causa del aislamiento geográfico. Sus poblaciones, estimadas en solamente unos 1.500 ejemplares, se concentran en unos tramos muy reducidos de rieras dentro del macizo del Montseny. Su distribución natural está completamente restringida a esta cuenca geográfica y dentro de un área natural protegida: el Parque Natural y Reserva de la Biosfera del Montseny.

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La especie vive constituyendo poblaciones naturales únicamente en siete torrentes, cuya longitud total del hábitat acuático ocupado por la especie es inferior a 3,5 km, y su población está fuertemente fragmentada, con dos núcleos aislados.

En su caso, los factores de amenaza son el secado de los torrentes, las alteraciones físico-químicas del agua, la sobreexplotación de los acuíferos, el efecto barrera provocado por las vías de comunicación que cruzan los torrentes, las explotaciones forestales, la competencia con otras especies y también agentes infecciosos.

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Para garantizar el futuro de la especie, se ha elaborado un plan de conservación con acciones de gestión del hábitat, seguimiento de la evolución de las poblaciones y un programa de conservación ex situ. También se han realizado acciones con el programa Life Tritó del Montseny y se realiza un seguimiento poblacional.

Gaviota de Audouin

La gaviota de Audouin también se encuentra en peligro de extinción. Se distribuye principalmente por la vertiente occidental del Mediterráneo, con las principales colonias en el Estado centradas en la Comunitat Valenciana y en Catalunya, entre otros lugares.

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Gavina corsa. — Generalitat de Catalunya

En Catalunya, en 2022, anidó a seis localidades (cinco en 2020 y 2021), con un total de parejas de 3056, 1966 en las comarcas de Tarragona y 1090 -máximo histórico- en las de Barcelona. Anidó en los lugares de la Punta de la Banya, en el delta del Ebro, con 1525 parejas, las Salinas de Sant Antoni, en el mismo delta, con dos parejas; el puerto de Tarragona donde anidaron 439 parejas; el de Barcelona, con 636 parejas, la Zona Franca de Barcelona, donde criaron a 453 parejas y el puerto deportivo de Premià de Mar, donde anidó una pareja en las cubiertas de los edificios de la zona.

Las amenazas y factores que limitan en el ámbito global para la supervivencia de esta especie se elaboraron y se recogieron en el Plan de acción internacional por la gaviota de Audouin. Se resumen en la alteración de hábitat en las zonas de cría, los cambios en las artes de pesca, la competencia con gaviota argentada y otras especies, la recolección de huevos y persecución humana, la presencia humana, la reducción drástica de recursos, y la contaminación y derrames de aceites y petróleo.

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Entre las medidas de conservación destaca precisamente este Plan de recuperación de la gaviota de Audouin, que se aprobó en 2004, y se ha ido actualizando por parte de los técnicos. Ha contemplado la realización de un seguimiento de la población de la punta de la Banya, vigilancia de las zonas de cría, regulación de las actividades científicas, deportivas y comerciales que tienen lugar en las proximidades de la zona de nidificación, censo de la colonia de gaviota argentada que compite con la gaviota de Audouin en la zona y una adecuada señalización.

Águila perdicera

En Catalunya, el águila perdicera la encontramos en las cordilleras litorales y prelitorales, desde el Empordà hasta las Terres de l'Ebre. Y en las estribaciones exteriores del Prepirineo leridano.

Águila perdicera. — Generalitat de Catalunya

Esta especie amenazada en regresión en la Península Ibérica pasó de 85-90 parejas estimadas en los años 1970 a 64-65 en 2000 en Catalunya, ya que la bajada más fuerte se produjo durante los años noventa. Con el cambio de siglo se inició un período de estabilización y ligera recuperación (2001-2012). Si bien en estos momentos no se ha alcanzado la cifra estimada en los años setenta, se mantiene esta tendencia.

En 2020, la población censada fue de 80-84 parejas, con seis parejas en las comarcas gerundenses, nueve en las de Lleida, 12-15 en las barcelonesas y 53-54 en las de Tarragona. Sin embargo, el departamento señala que los parámetros reproductores han disminuido bastante durante los últimos quince años.

El Ayuntamiento de Vandellòs y L'Hospitalet de l'Infant han realizado a lo largo del último año diversas actuaciones para seguir mejorando el hábitat para la recuperación del águila perdicera. Estas acciones se han ejecutado en la fachada litoral del término municipal, en el sector más meridional del sistema de las Montañas de Vandellòs y en el espacio natural de la Rojala-Playa del Torn.

Actualmente, hay dos parejas de águilas colgantes en el municipio. Una en Nadell, que en los últimos años está teniendo problemas de reproducción y no ha criado. Y la otra en Cadaloques, que ha sacado adelante dos pollos.

La pérdida de calidad de los territorios y el límite de capacidad de adaptación de la especie a ambientes humanizados son algunos factores de amenaza de la especie en el territorio. Además, la mortalidad adulta del águila perdicera en Catalunya es superior a la esperada por diversos motivos, como los accidentes con líneas eléctricas y la persecución, además de la incidencia de ahogamientos en balsas artificiales, entre otros.

Para revertirlo, se han tomado medidas como mejorar la calidad de los hábitats, especialmente en las zonas protegidas. Para garantizar la preservación de esta especie, la ampliación de la Red Natura 2000 incluyó a todos los sectores de cría ocupados y parte de los abandonados, así como buena parte de las áreas de campeo y de las áreas de dispersión juvenil.

Buitre negro

Según conocimos hace menos de un mes, la colonia de buitre negro se ha consolidado en los Pirineos, y lo ha hecho doscientos años después de desaparecer. El punto neurálgico de la recolonización de la especie es la Reserva Nacional de caza de Boumort, en la que los técnicos han contabilizado una población de 65 ejemplares. Estos han formado 18 parejas y en el último año han nacido once pollos, nueve de los cuales han sobrevivido.

Buitre negro. — Generalitat de Catalunya

Los últimos buitres negros habían vivido en el Pirineo durante la segunda mitad del siglo XIX. España acoge el 86% del total de la población europea de buitre negro, pero está catalogada como vulnerable. En Catalunya, está cerca de ser considerada una especie en peligro de extinción: por ahora se considera vulnerable.

En total, han sido ochenta los pollos nacidos en libertad desde el inicio del proyecto de reintroducción y 54 los pollos volados. Teniendo en cuenta todos los datos recopilados desde 2010, la tasa de vuelo (pollos volados/parejas en vuelo) es del 82% (ligeramente superior al 64% observado en 2021), y la productividad (pollos volados/pareja con puesta) del 43% (ligeramente superior a la observada en 2021).

Por lo que respecta a los motivos de su situación, cabe destacar que es sensible a las molestias en su hábitat. Además, la eliminación controlada de carroñas supone una disminución importante de la disponibilidad trófica. El uso ilegal de cebos envenenados para el exterminio de depredadores en cotos de caza menor, la colisión con líneas de conducción eléctrica o determinadas ingestas tóxicas son otras de las causas.

La recuperación del buitre negro se ha realizado con diversas medidas de conservación, especialmente a partir de los ochenta. Se trata de medidas legislativas, de protección y de conservación del hábitat, educativas y divulgativas, o la creación de muladares.

Chorlitejo patinegro

Acabamos hablando del chorlitejo patinegro, una especie de ave en peligro que en mayo del 2022 nidificó en la desembocadura de la Tordera. Lo hizo por primera vez desde 1996, mientras en todo el Maresme tampoco existían evidencias de nidificación desde hace más de una década.

Este hecho coincide con la germinación de la psamófila capironado marino (Reseda hookeri) en una playa de acceso restringido de la punta de la Tordera. Esta vegetación se considera extinguida en toda la península, con una única población redescubierta en Santa Susanna.

La Asociación Naturalistas del Montnegre y la Tordera celebró los hitos, asegurando que son "consecuencia directa" de la regulación de acceso a la desembocadura desde el año 2020 y la gestión para la recuperación ecológica del espacio. La masificación del espacio había provocado años atrás un grave impacto en la biodiversidad de la zona, aplaudiendo su regeneración en sólo dos años de protección. "La nidificación de los senderos y el regreso del capironado marino confirman el potencial del delta de la Tordera", defienden.

El chorlitejo patinegro también ha empezado a recuperar su presencia en el Delta del Llobregat gracias a las medidas de protección que se han establecido en torno a este pájaro, que pone los huevos entre primavera y verano. El año pasado aumentó ligeramente la población reproductora, pasando de diez parejas en 2021 a las catorce.

Este año, el dato es de un total de 74 parejas, lo que representa el mejor dato desde que se hace seguimiento en el parque natural de esta especie amenazada. En cuestión de ocho años, la población se ha triplicado.

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