La sequía no sólo está generando problemas al sector agrario. La falta de agua también está menguando las reservas energéticas del sector hidráulico y los pantanos que se utilizan para producir electricidad disponen de un 15% menos de energía respecto a la media de la década para estas alturas del año.

Los datos del Boletín Hidrológico Peninsular del Ministerio para la Transición Ecológica revelan que la energía hidráulica disponible actual está al 45,85% de la capacidad total, con una reserva máxima de 5.031 GWh. La media de los últimos diez años para esta semana sitúa las reservas energéticas de los embalses en el 60,75%, con 13.997 GWh.

La tendencia del actual año hidrológico, además, marca un declive mucho más temprano que el del año anterior, que ya fue especialmente seco. En el año 2021-2022, el pico de capacidad hidroeléctrica se alcanzó en la semana 19, es decir, el 9 de mayo de 2022. En este año hidrológico dicho pico, salvo un cambio drástico en las precipitaciones, se tocó en la semana 13, alrededor del 20 de marzo de 2023. 

De hecho, la tendencia de las últimas semanas –después de algunos meses con pequeños repuntes generalizados en los niveles de los embalses– muestra una caída picada. En la última semana, la capacidad eléctrica bajó casi un punto, un 0,92%, lo que equivale a 102GWh menos. 

El peso de la hidráulica ha ido menguando en los últimos cuatro meses. A principios de año, esta tecnología aportaba más de 130 GWh diarios a la red y durante lo que va de abril la potencia de esta fuente de energía oscila entre los 45 GWh y los 60 GWh diarios, según los datos de Red Eléctrica Española. Dicho de otro modo, las centrales hidráulicas han pasado de aportar en torno al 20% de la energía del mix eléctrico a aportar menos del 10%.

La volatilidad de los precios, pese a todo, no es tan alta como el año anterior, cuando la guerra generó tensiones importantes en los mercados. Aunque el conflicto persiste, España ha conseguido diseñar medidas para amortiguar los precios, como el famoso tope del gas o el Plan SE, con medidas destinadas a rebajar el consumo energético.

No obstante, la situación dibujada por la Aemet, que no prevé grandes episodios de lluvias en las próximas semanas, apunta hacia un descenso paulatino de los niveles de los pantanos, lo que afectará principalmente a la agricultura y a la generación eléctrica. De hecho, durante el verano pasado ya se experimentó una subida de precios abrupta por una situación similar, con embalses muy menguados y un alza del consumo eléctrico para satisfacer la demanda de aire acondicionado.