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Recomendaciones al tomar el sol ante el discurso negacionista de Marcos Llorente sobre la crema protectora

Los expertos advierten de que protegerse ante la exposición solar es fundamental para evitar enfermedades de la piel. 

El futbolista Marcos Llorente antes de un partido del Atlético de Madrid.
El futbolista Marcos Llorente antes de un partido del Atlético de Madrid. EUROPA PRESS

De la mano del verano llega el sol, los días de playa y piscina y la necesidad de protegerse ante la exposición solar que puede provocar quemaduras o golpes de calor. Los rayos solares aportan vitamina D, un elemento clave para nuestro sistema inmunitario, y mejoran el estado de ánimo provocando endorfinas, pero para poder disfrutar de la parte positiva es necesario protegerse ante los posibles efectos negativos del sol sobre la piel.

Desde hace algunos años se escuchan bulos sobre las cremas solares y se está extendiendo un "negacionismo" sobre la relación del sol con el cáncer u otras enfermedades de la piel. El ejemplo más reciente es el de Marcos Llorente, que ha compartido una publicación en Instagram donde presumía de tomar el sol todos los días durante cuatro horas sin usar crema solar. A raíz de esta publicación, la red social X se ha llenado de críticas hacia el futbolista.

Los expertos alertan sobre las malas prácticas a la hora de tomar el sol y hacen hincapié en la importancia de una protección adecuada, algo vital para la salud. Analizamos algunas de las recomendaciones.

Tener en cuenta la hora 

Para evitar las quemaduras es importante conocer las horas más recomendables para la exposición solar. Desde las 12:00 hasta las 17:00 son horas críticas ya que los rayos solares se proyectan de manera directa y la probabilidad de acabar con quemaduras es mayor.

Esto no quiere decir que durante esas horas no pueda exponerse al sol, pero sí que debería hacerse aumentando la precaución, es decir, con protección solar y evitando que el tiempo de exposición sea prolongado. 

Además, muchas veces, ver el cielo nublado hace que disminuyamos la protección, pero esto es un error. Las nubes no impiden que la radiación solar pase a través de ellas y sigue siendo posible quemarse.

Por otro lado, las horas más apropiadas para tomar el sol son desde el amanecer hasta las 11.00 horas y desde las 18.00 horas hasta el anochecer. Durante estos periodos de tiempo seguirá siendo importante protegerse.

Imprescindible la crema de protección solar 

A la hora de proteger nuestra piel es fundamental elegir una crema de protección solar adecuada, según las condiciones de la piel y la exposición que se va a realizar ante los rayos solares. Se recomienda el uso de protección alta (+30) o, preferiblemente, muy alta (+50).

Además, se recomienda no esperar al último momento para aplicar la crema, sino hacerlo 30 minutos antes de salir de casa para que pueda absorberse antes de la exposición. 

Otro consejo es utilizar protección Water Resistant (protectores solares que no pierden su efecto hasta 40 minutos después de entrar en contacto con el agua) o WaterProof (actúa más de 80 minutos después de haber entrado en contacto con el agua). Aún así ninguno de los dos es resistente al agua por completo, por lo que hay que aplicarlos reiteradamente.

La importancia de la hidratación

Si el cuerpo está hidratado estará mejor preparado para enfrentarse al calor o los rayos solares, por lo que en días de verano con altas temperaturas o momentos de exposición solar, es muy importante tener a mano una botella de agua.

Comer alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes y conseguir obtener la cuota de proteínas diarias necesarias nos ayudará a tener una piel sana y fuerte.

Exposición progresiva al sol

La moda del efecto bronceado hace que el objetivo de muchos durante los días de playa sea exponerse al sol para conseguir color. Hay que tener cuidado ya que se debe seguir una progresión a la hora de realizar las primeras exposiciones que, además, se recomienda que se realicen en movimiento. No es recomendable más de 30 minutos diarios de exposición directa.

Secarse antes de exponerte a los rayos solares

Las gotas de agua tras un baño producen un efecto lupa que favorece la aparición de quemaduras solares y reduce la efectividad de los protectores solares aunque sean resistentes al agua. Por este motivo es muy importante secarse bien tras un baño y volver a aplicar el protector.

Cuidarse también después de tomar el sol

La piel sufre tras la exposición solar, los rayos, las altas temperaturas y la pérdida del agua. Ante ello, también hay que cuidar la piel después de tomar el sol, aplicando un buen producto aftersun que sea calmante, suavizante, antiinflamatorio, hidratante y regenerador.

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