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Proteger a los menores en la jungla digital

¿Dejarías a un niño suelto en una jungla cuajada de peligros donde todo vale? Los esfuerzos por desbrozar esa selva y proteger a los menores que la visitan están en la diana del Foro por un Internet más Seguro, que se celebró el pasado jueves en Bruselas, auspiciado por la Comisión Europea.

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Imagen de un niño utilizando un teléfono móvil. — cedida

madrid,

"No me gustaría ser niña hoy en día", reconocía Vera Jourova, vicepresidenta de Valores y Transparencia en la Comisión Europea, ante los asistentes al Foro para un Internet más Seguro que se celebró el Bruselas el pasado jueves. Cuenta que tenía sobrepeso de pequeña y se metían con ella en el colegio. "Pero al llegar a casa me sentía a salvo. Mi madre me decía: eres rellenita, pero eres lista. Llegarás lejos. Y tenía razón".

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Las cosas han cambiado mucho. Vivimos en la era de la eterna disponibilidad: no hay ni un lugar ni un minuto del día en que no estemos a tiro de internet y sus contenidos, algunos muy útiles, otros muy dañinos, con sus redes sociales, vídeos a discreción, ubicuos servicios de mensajería instantánea...

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Nada menos que el 10% de los chavales españoles entre 10 y 16 años afirma sufrir ciberacoso de manera recurrente, según datos de ASAPME publicados este año. Por otra parte, el 40% de los jóvenes encuestados por Save the Children ha sido víctima de ciberacoso en alguna ocasión en la infancia, por primera vez entre los ocho y los nueve años, con las niñas más afectadas que los niños.

No nos referimos solo a ataques provenientes de los abusones de turno del colegio. Dos de las formas de acoso digital más frecuentes son la grabación de agresiones físicas o verbales a un menor y su difusión a través de internet, o el grooming, que consiste en el engaño o abuso sexual online por parte de un adulto hacia un niño.

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El papel del Acta de Servicios Digitales

En palabras de Jourova, el peligro que internet supone para los menores se puede resumir en cuatro grandes C: contenido (desinformación, pornografía, violencia), contacto (ciberbullying, grooming), conducta (adicción, imitación de conductas de riesgo o dañinas), comercio (de datos personales, incitar a comprar online).

Para ocuparse de la primera, lleva un año operativa en la UE el Acta de Servicios Digitales. "Hemos investigado a plataformas como Facebook o Instagram, para detectar diseño adictivo y contenido inapropiado", señalaba Renata Nicolay, directora general de DG Connect, de la Comisión Europea. Por ahora, han impedido que TikTok sacara su versión "superadictiva", TikTok Light.

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Por su parte, Constantin Gissler, representante de la asociación de compañías digitales europeas DOT Europe, apuesta por los controles parentales. "Habría que programar algoritmos que protejan a los niños y no poner todo el peso en las familias", decía en el foro.

En opinión de Gissler, "la responsabilidad debe ser de las compañías y hay que lograr que sean éticas a través de le legislación, imponiéndoles sanciones hasta que sus plataformas sean seguras para los menores".

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Suscripción contra adicción

Renata Nicolay habló de "capitalismo tecnológico" para recalcar cómo el modelo de negocio de las grandes plataformas digitales está basado en la adicción del consumidor.

La solución, propone, "sería pasar del acceso gratuito a servicios por suscripción. De esta manera, las compañías no buscarían tener al usuario enganchado el mayor tiempo posible ni necesitarían recurrir a diseños tan adictivos".

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Como representación española, Irene López Medina, miembro de la junta directiva de la Asociación de Adolescentes Libres de Móviles de Madrid, incidió en su ponencia sobre el diseño adictivo de las plataformas digitales, que hacen que "el tiempo de pantalla compita con actividades valiosas para la plena maduración cognitiva del niño, algo que no ocurre hasta los 20-25 años".

También, sabemos que "el cerebro adolescente no posee capacidad completa de autoregulación, motivación, fuerza de voluntad y toma de decisiones, ya que su córtex prefrontal está aún en desarrollo", indicaba. "Como resultado, es biológicamente imposible para los menores regular de forma autónoma su tiempo de pantalla y su acceso a los contenidos".

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¿Y qué ocurre con los beneficios que puede aportar internet al aprendizaje? "Los tendría si todo el tiempo que está con la tablet o con el móvil el niño estuviera consultando la Enciclopedia Británica. Pero sabemos que no es así. Lo que hacen en internet es estar con las redes sociales y los videojuegos, no con una enciclopedia", recalca a Público López Medina.

Un prospecto con efectos adversos

Como parte de las medidas a tomar, López Medina propone que "las compañías digitales, igual que ocurre con los medicamentos, deben demostrar que sus plataformas son seguras para su uso por menores, que no son adictivas, que no tienen contenido inapropiado, etc".

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Mientras la regulación llega –y se pone en práctica–, "lo que nos queda es apostar por la educación y la formación a las familias y a los menores, sobre cómo prevenir los riesgos".

Ciberseguridad para niños

"El panorama europeo está abriendo nuevos caminos y los Estados miembros nos estamos organizando para poder tener una supervisión, un seguimiento y un canal de mediación entre los usuarios y las grandes plataformas", dice a Público Cristina Gutierrez, responsable de ciberseguridad orientada a menores de edad en el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE), que también participó en el foro.

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Como nos explica Gutiérrez, este foro es muy interesante porque "reúne a las partes implicadas en la estrategia europea para construir un internet más seguro, con representantes de la industria, de la ciberseguridad, de los poderes públicos, de asociaciones de padres y madres, del sector de la educación y los jóvenes".

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