La secretaria general de la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI), Yolanda Quintana, intervendrá en la conferencia internacional sobre libertad de expresión que tendrá lugar en Doha (Qatar) los días 24 y 25 de julio, que coincide con los intentos de silenciar la cadena de televisión Al Jazeera por parte Arabia Saudí y sus aliados.

Durante el acto, en el que participarán periodistas de todo el mundo, se analizará la situación mundial del derecho a la libertad de expresión y sus amenazas. Entre representantes de medios de comunicación, expertos en la materia, miembros de organizaciones en defensa de la libertad de prensa y delegados de la ONU y la Unesco, está prevista la asistencia de más de trescientos profesionales.

En el encuentro se abordará la aplicación del derecho internacional en materia de libertad de opinión, expresión y de acceso a la información; los desafíos legales que plantean las nuevas tecnologías; cómo promover medios de comunicación pluralistas e independientes; la protección de los informadores en zonas de conflicto y la impunidad por los crímenes contra periodistas, según un comunicado de la PDLI.

"Además, se analizarán desafíos éticos como las amenazas planteadas por el resurgimiento del racismo o los derivados de conflictos culturales y religiosos", añade la nota, que refleja el objetivo de la conferencia: “Apoyar y promover la libertad de opinión y la libertad de expresión, así como el acceso y el intercambio de información y enfrentar los retos que enfrentan estas libertades y derechos, incluyendo los desafíos tradicionales y modernos”.

La conferencia está organizada por el Comité Nacional de DDHH de Qatar (NHRC), en colaboración con la Federación Internacional para la Protección de los Periodistas (IFJ), y tendrá lugar "en plena crisis diplomática en la que Arabia Saudí y sus aliados llegaron a pedir el cierre de Al Jazeera", explica la PDLI. "Aunque esa exigencia se ha retirado, mantienen la presión para que el canal cambie su línea informativa. El origen de esta tensión podría haber sido una operación de ciberpropaganda orquestada por el Gobierno saudí", concluye la Plataforma.