Una iniciativa de un ciudadano en la plataforma Change.org iniciada este jueves pide al Ayuntamiento de Madrid que condena una calle en la capital al fallecido doctor Luis Montes, defensor de la muerte digna. En poco más de un día, la petición acumula más de 9.800 firmantes. 

La petición recuerda la persecución a la que fue sometida Montes por parte del Gobierno del PP de Esperanza Aguirre, que se valió de una denuncia anónima de 400 presuntas "sedaciones terminales irregulares". Tras ser relevado y después de tres años de linchamiento moral y laboral hacia él y muchos de sus compañeros en las Urgencias del Severo Ochoa en Leganés, la Audiencia Provincial de Madrid sobreseyó el caso en 2008 al señalar que Montes y el resto de su equipo no actuó mal.

"No pudieron quitarle la dignidad, porque a diferencia de ellos (por el Partido Popular), el doctor Montes era la dignidad personificada. Debemos de evitar que nos quiten su memoria, por eso el Ayuntamiento de Madrid debe poner el nombre de este insigne médico a una de sus calles", recoge la petición.

Por su parte, la concejala del Grupo Municipal Socialista, Mar Espinar, también ha propuesto este viernes que el Ayuntamiento de Madrid dedique una calle de la ciudad al doctor, que falleció este jueves mientras viajaba en su coche hacia la localidad murciana de Molina de Segura para participar en un acto de la Asociación Derecho a Morir Dignamente.

Espinar, que ha calificado a Montes como "hombre valiente al que le debemos mucho", ha subrayado que la ciudad de Madrid debe homenajearle para reconocer toda su labor en defensa del derecho de los pacientes a morir dignamente y sin dolor.

Montes fue un abanderado del derecho a la muerte digna. "En España te mueres bien o mal según el médico que te toque", afirmó en diversas ocasiones. En 2009 se puso al frente de la Presidencia de la asociación Derecho a Morir Dignamente, asociación que defiende la despenalización de la eutanasia, el acceso universal a los cuidados paliativos hospitalario y extrahospitalarios, a la sedación, la implantación y difusión del testamento vital, y el derecho a la autonomía del paciente, así como el respeto a su voluntad y libertad individual.

Los socialistas, que han reiterado el sentido pésame a la familia y amigos, están "firmemente convencidos" de que la ciudad de Madrid debe rendirle homenaje.