Pérdida de biodiversidad Los principales bancos del mundo destinaron 2,6 billones de dólares en 2019 a actividades que destruyen el planeta
A través de prestamos y garantías, las cincuenta principales entidades del planeta financiaron combustibles fósiles, deforestación de bosques o minería.
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madrid, Actualizado:
2,6 billones de dólares americanos. Esta es la cifra total que los cincuenta principales bancos del mundo destinaron en 2019 a sectores económicos que contribuyen a la pérdida de biodiversidad, una cantidad que supera el Productor Interior Bruto de Canadá en ese mismo año. Así lo evidencia el informe Bankrolling Extinction que alerta de cómo las entidades financieras contribuyen a la destrucción del planeta a través de prestamos y garantías.
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El 32% de los préstamos bancarios está relacionado con la construcción de infraestructuras, el 25% con la minería, el 20% con la extracción de combustibles fósiles y el 10% con la producción agrícola y ganadera de carácter intensivo. Este último, pese a ser el que menos dinero recibe, es considerado el sector que mayor impacto tiene en la biodiversidad global.
Así, el 66% del total de los prestamos van dirigidos a actividades que generan directamente una pérdida de biodiversidad, como la pesca o la minería, y el 34% van destinados a compañías que destruyen el planeta de manera indirecta y crean un aumento de la demanda de materias primas (es el caso de la construcción).
Los Gobiernos deben "dejar de proteger" a los bancos y obligarles a reescribir una nueva normativa que les responsabilice de los daños que causan sus préstamos
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Tres de los diez bancos que más contribuyen a la destrucción del planeta tienen sus sedes centrales en EEUU, Bank of America, Citigroup y JP Morgan Chase. Junto con Mizuho Financial, Mitsubishi Financial y Sumitomo Mitsui Banking Corporation BNP Paribas, HSBC y Barclays, suman el 26% de todas los prestamos nocivos para el medio ambiente.
La publicación destaca que ninguno de los 50 bancos investigados ha puesto en marcha planes de monitorización de sus actividades económicas para evaluar cómo inciden sus prestamos en la pérdida de biodiversidad. Este sería, según el informe, el primer paso para revertir la balanza y detener los procesos económicos que sean dañinos para los ecosistemas.
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En ese sentido, el informe reclama a las entidades que reduzcan "radicalmente" su impacto en la naturaleza y dejen de financiar e invertir en combustibles fósiles, pesca intensiva y actividades que conlleven la deforestación de los bosques. Para ello, los Gobiernos deben "dejar de proteger" a los bancos y obligarles a reescribir una nueva normativa financiera que les responsabilice de los daños que causan sus préstamos.
Desde el Banco Santander, principal entidad española que aparece en el informe, explican que en el último año incrementaron sus compromisos para avanzar en políticas verdes, con una financiación de 19.000 millones de euros para economía sostenible, que prevén incrementar en los próximos años. Según sus compromisos, en los próximos años descenderán de manera progresiva el número de prestamos a actividades contaminantes y se incrementará la financiación de proyectos que impulsen la denominada transición ecológica.