Julio, el mes tradicionalmente de referencia para las ventas de coches, ha sido el de la recuperación tras las sucesivas crisis de los últimos años, entre las que destacan la Covid-19, la falta de suministros como los microchips y los retrasos en el transporte. Así, las matriculaciones en Catalunya cerraron el mes pasado con un incremento del 12%, lo que supone casi un 20% en el acumulado del 2023. Los datos de Anfac, la patronal de los fabricantes, denotan que este año está siendo el mejor ejercicio desde la pandemia, ya que los compradores no deben sufrir tiempos de espera tan largos desde que piden el vehículo hasta que el concesionario lo recibe y lo comercializa.

Pese a este buen momento, ejemplificado en el incremento del 35% de las matriculaciones de coches electrificados, que engloban a los eléctricos e híbridos, el sector se muestra prudente. Por el momento, los números están un 30% por debajo de los del 2019 y la gran esperanza para la movilidad, el despliegue del vehículo eléctrico, no acaba de acelerar por las dificultades de accesibilidad económica y los pocos puntos de recarga instalados.

Según Anfac, en Catalunya se han vendido en julio 10.121 vehículos, un 12,3% más respecto al año pasado. La tendencia positiva se mantiene en el acumulado de 2023, con 70.024 unidades vendidas, un crecimiento del 18,4%. En este incremento de las ventas durante el mes de julio destaca la subida del 35% en los vehículos electrificados, con 1.330 turismos. Con las buenas cifras de julio, el mercado lleva siete meses consecutivos al alza.

Desde Anfac y Faconauto, patronal de los concesionarios, insisten en que todavía se está un 30% por debajo de los registros prepandémicos, al tiempo que remarcan que lo esencial es que se ha revertido la tendencia de debilidad anterior. En relación a las previsiones para el segundo semestre del año, las patronales auguran "más ventas de vehículos, favorecidas por una mejora del contexto económico y de consumo". La mancha en esta buena evolución se manifiesta en los electrificados, que aunque siguen creciendo, lo hacen a un ritmo más lento que en el resto de zonas europeas.

Incertidumbre con el vehículo eléctrico

Actualmente, el ciudadano que quiera adquirir un vehículo híbrido enchufable y eléctrico puro cuenta con las ayudas del plan Moves y un 15% en la deducción por la compra de un eléctrico en el IRPF. Sin embargo, desde el sector se plantea al nuevo Gobierno estatal que apueste por cambios profundos en los planes de demanda, la fiscalidad y la gestión de la recarga. Respecto al tiempo de espera para recibir un coche, el sector desea que la situación de las entregas mejore y se normalice.

Otro de los frenos que sobrevuela el sector es la lentitud en la concesión de las ayudas del plan Moves III, destinadas a incentivar la compra de vehículos eléctricos. En alguna ocasión, han pasado casi dos años entre el momento de la entrega de la solicitud y la concesión de la ayuda.

Así lo denuncias desde Fecavem, la patronal catalana de la distribución de la automoción. En este sentido, recuerdan que el comprador, que adelanta el importe de la ayuda de un máximo de 5.000 euros, se encuentra con que su apuesta por el proceso de electrificación de la movilidad se ve frenada por cuestiones administrativas. Por este motivo, una de las reivindicaciones de vendedores, concesionarios y distribuidores es que las ayudas se otorguen de forma más dinámica, con reducciones directas a los tipos del IVA y el IRPF o al Impuesto de Sociedades en el caso de las empresas. De esta forma, consideran que se evitaría estos retrasos burocráticos.

"En Catalunya, la evolución del vehículo eléctrico va lenta por las incertidumbres que no se han resuelto". Así lo explica el presidente de Fecavem, Jaume Roura. En este aspecto, Roura comenta que los coches con motor de combustión cuentan con la fortaleza de la experiencia, lo que hace que éstos sigan siendo la primera preferencia de los consumidores: "La nueva generación de fabricantes de motor de combustión han solucionado el problema de la contaminación, ya que sus modelos cumplen con las normativas ambientales comunitarias".

Lejos del producto generalista

El presidente de Fecavem prevé que la convivencia entre el vehículo eléctrico y el de combustión será mucho más larga de lo que se cree. "El objetivo es la sustitución en el año 2050, pero de momento, el camino está lleno de incertidumbres y es de largo recorrido". De hecho, Roura cree que el poder adquisitivo del ciudadano aleja la identificación de la compra de un coche eléctrico con un producto generalista: "La accesibilidad económica, que nunca se pone en cuestión con un vehículo de combustión, y el déficit de infraestructuras, con la escasez de los puntos de recarga, dificultan el despliegue de la movilidad eléctrica".

Como retos pendientes, desde Fecavem señalan la importancia de equilibrar los servicios que ofrecen ambos modelos, además de los hándicaps económicos y de recarga. Aparte, la patronal insta a recuperar el concepto del Plan Renove, que impulsaba la sustitución de los turismos antiguos por otros menos contaminados. Roura añade que "en estos momentos no hay ninguna línea de ayuda específica para renovar los motores de combustión, sino que todas están vinculadas a la compra de un vehículo eléctrico".

El sector cree que, fruto de estas políticas, la antigüedad del parque automovilístico en Catalunya ha crecido de 10 a casi 14 años de media en poco tiempo. El dato lo argumentan como una muestra de que los ciudadanos, o bien por la falta de incentivos o por la poca infraestructura instalada, no acaban de confiar en la movilidad a través del coche eléctrico. Así, precisan que sin la renovación del parque de vehículos no se va a producir un incremento de las ventas de los coches de bajas y cero emisiones. Paralelamente, advierten que debe tenerse en cuenta el cambio de hábitos de consumo de los jóvenes. Cada vez comparten más coches o los adquieren en régimen de alquiler.